/ sábado 6 de julio de 2024

La Moviola / “El último escape” y “Mex-Noir”: la última de Cane y el México profundo

@lamoviola

Pues sí, la nota se bifurca, por varios lados: el éxito, tendría que decir a título personal algo sorprendente, de “Intensamente 2”, cuando la entrada en taquilla a nivel mundial seguía de capa caída, pero que comprueba la necesidad, urgencia incluso, de la gente por divertirse, reírse e identificarse es tema inevitable . Esto, es una de las notas importantes del año. En México, la historia de la adolescente y sus emociones protagonistas se perfila para ser un trancazo cumbre en taquilla, pero uno se acostumbra que siempre y con el tiempo, llega otra. En estos tiempos, matizo, ojalá así sea porque la taquilla global lo necesita.

Hay otra nota, más discreta, elegante, pausada. Pero no por esto deja de ser nota: la última película de Michael Cane, ya que el primer actor a sus apenas 91 años, ha anunciado su retiro. Y es que a las cartelas de nuestro país llega “El último escape” (Oliver Parker, 2023), un epílogo discreto a nivel narrativo y visual, que es la cereza del pastel de una brillante carrera en el cine.

Sin grandes sobresaltos, más bien sin audacias narrativas, “El último escape” fluye con parsimonia y algunos momentos brillantes. Parker, su director, demuestra oficio; el ritmo de la historia no necesita más. La contención dramática, discreción mejor dicho, y un humor sutil son el alma de la historia. “Johnny English” y una adaptación de “La importancia de llamarse Ernesto”, anteceden entre otras, la carrera del cineasta. Pues bien, “El último escape” navega entre estas dos propuestas: complacer al gran público con una historia sencilla y cierta elegancia para la segunda.

Con un guion de Guillermo Marfil hecho en la televisión británica sobre todo, y eso se nota en el filme que tiene en la BBC a uno de sus productores, cuenta la historia de “Bernard” (Cane, flemático, elegante y digno, pero en una salida de escena discreta), quien es veterano de la Segunda Guerra Mundial, tiene 90 años y la película se desarrolla en 2015, y quiere asistir a la conmemoración del 70 aniversario del Día D. Está casado con “René” (Glenda Jackson , quien murió poco tiempo después de que se filmó la película), pero el asilo en Hove, Inglaterra, donde viven, queda mal con los arreglos del paseo, digamos y el hombre de forma discreta hace su berrinche.

Encubierto por “René”, “Bernard” huye del asilo y asiste por sus propios medios al evento en Francia. Conoce a varios veteranos, se hace amigo de un hombre al que la guerra le dejó varios traumas y de un joven negro que es discriminado en una fiesta al que defiende desde la perspectiva de sus valores y mientras su esposa entra en una crisis de salud y de paso siempre está sentida de que no la llevó; el jovenazo de las nueve décadas se convierte en celebridad mediática por el escape.

Basada en un hecho real y que fue viral a nivel mundial, la película no pudo negar una vocación de telefilme, pero en esa discreción y la dignidad de sus actores principales radica el encanto de la película. Coming of age de la tercera edad, no está exenta de momentos de clisé edificante y francamente qué bueno.

“El último escape” es una digna despedida, discreta, flemático, genial e incluso entrañable para Míster Cane. Si usted no baila al ritmo del Blockbuster, corra, con tenis o andadera a verla, no se va a arrepentir

En corto

“Mex noir”, el más reciente libro del crítico cine y escritor Rafael Aviña, es una exploración precisa del género negro en México.

A través de sus páginas leemos un archivo del cine de evento desde los 60 hasta la actual década, pero también cómo el séptimo arte, es espejo social. A veces doloroso.

Lectura indispensable para cinéfilos, estudiantes de comunicación y cine, y público en general. Un México y un cine doloroso, profundo, latente.


@lamoviola

Pues sí, la nota se bifurca, por varios lados: el éxito, tendría que decir a título personal algo sorprendente, de “Intensamente 2”, cuando la entrada en taquilla a nivel mundial seguía de capa caída, pero que comprueba la necesidad, urgencia incluso, de la gente por divertirse, reírse e identificarse es tema inevitable . Esto, es una de las notas importantes del año. En México, la historia de la adolescente y sus emociones protagonistas se perfila para ser un trancazo cumbre en taquilla, pero uno se acostumbra que siempre y con el tiempo, llega otra. En estos tiempos, matizo, ojalá así sea porque la taquilla global lo necesita.

Hay otra nota, más discreta, elegante, pausada. Pero no por esto deja de ser nota: la última película de Michael Cane, ya que el primer actor a sus apenas 91 años, ha anunciado su retiro. Y es que a las cartelas de nuestro país llega “El último escape” (Oliver Parker, 2023), un epílogo discreto a nivel narrativo y visual, que es la cereza del pastel de una brillante carrera en el cine.

Sin grandes sobresaltos, más bien sin audacias narrativas, “El último escape” fluye con parsimonia y algunos momentos brillantes. Parker, su director, demuestra oficio; el ritmo de la historia no necesita más. La contención dramática, discreción mejor dicho, y un humor sutil son el alma de la historia. “Johnny English” y una adaptación de “La importancia de llamarse Ernesto”, anteceden entre otras, la carrera del cineasta. Pues bien, “El último escape” navega entre estas dos propuestas: complacer al gran público con una historia sencilla y cierta elegancia para la segunda.

Con un guion de Guillermo Marfil hecho en la televisión británica sobre todo, y eso se nota en el filme que tiene en la BBC a uno de sus productores, cuenta la historia de “Bernard” (Cane, flemático, elegante y digno, pero en una salida de escena discreta), quien es veterano de la Segunda Guerra Mundial, tiene 90 años y la película se desarrolla en 2015, y quiere asistir a la conmemoración del 70 aniversario del Día D. Está casado con “René” (Glenda Jackson , quien murió poco tiempo después de que se filmó la película), pero el asilo en Hove, Inglaterra, donde viven, queda mal con los arreglos del paseo, digamos y el hombre de forma discreta hace su berrinche.

Encubierto por “René”, “Bernard” huye del asilo y asiste por sus propios medios al evento en Francia. Conoce a varios veteranos, se hace amigo de un hombre al que la guerra le dejó varios traumas y de un joven negro que es discriminado en una fiesta al que defiende desde la perspectiva de sus valores y mientras su esposa entra en una crisis de salud y de paso siempre está sentida de que no la llevó; el jovenazo de las nueve décadas se convierte en celebridad mediática por el escape.

Basada en un hecho real y que fue viral a nivel mundial, la película no pudo negar una vocación de telefilme, pero en esa discreción y la dignidad de sus actores principales radica el encanto de la película. Coming of age de la tercera edad, no está exenta de momentos de clisé edificante y francamente qué bueno.

“El último escape” es una digna despedida, discreta, flemático, genial e incluso entrañable para Míster Cane. Si usted no baila al ritmo del Blockbuster, corra, con tenis o andadera a verla, no se va a arrepentir

En corto

“Mex noir”, el más reciente libro del crítico cine y escritor Rafael Aviña, es una exploración precisa del género negro en México.

A través de sus páginas leemos un archivo del cine de evento desde los 60 hasta la actual década, pero también cómo el séptimo arte, es espejo social. A veces doloroso.

Lectura indispensable para cinéfilos, estudiantes de comunicación y cine, y público en general. Un México y un cine doloroso, profundo, latente.