/ miércoles 19 de junio de 2024

Sin enemigos

En el triunfo arrollador de Morena, tanto a nivel local como nacional, hay un esfuerzo por no dejar piedra sobre piedra. Ha comenzado la reforma al Poder Judicial, el Consejo General del Instituto Electoral de la Ciudad de México asignó sin legalidad alguna las plurinominales, Morena no ha reconocido el triunfo de Pablo Lemus en Jalisco y de paso en la oposición afloran los pleitos internos, ante la vergüenza de tener que vivir con lo poco que quedó.

El presidente saliente ahora comparte los espacios con la presidenta electa, aun cuando ésta todavía no puede ostentar tal título mientras no se haya hecho la declaratoria formal en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. La última, de hecho, que hará este organismo antes de ser copados por títeres supuestamente electos por voto popular.

Una científica con piel de oveja tendrá que compartir el poder con el líder histórico del movimiento político que representa. Por mucho que niegue la subordinación y la justifique en la afinidad ideológica, ahí estará la sombra, ahí estarán otros políticos más radicales para asegurar que no se salga del camino y que nunca vea aquel letrero que tanto incomodó a Pascual Ortiz Rubio.

Con un discurso triunfalista, en un régimen de propaganda como el que vivimos, es imposible creer que los enemigos están extintos. Hoy más que nunca, la Cuarta Transformación necesita de enemigos. Tal vez pronto empiecen las purgas internas.

Fidel Castro es el padre de una monarquía de hambre y prostitución pero los cubanos no pueden señalarlo porque durante 65 años han vivido el cuento de un enemigo externo que les ha permitido justificar ineptitudes, hambrunas y represiones.

La 4T se ha quejado de una Corte que supuestamente les bloquea todo, de un derecho de amparo que ¡vaya atrevimiento! podía suspender los efectos de actos emitidos por el gobierno ... hasta hace unos días, pues el derecho juarista fue castrado por sus supuestos pero falsos admiradores.

Ya la 4T no tiene frenos ni contrapesos, no tiene una oposición fuerte, no tiene un derecho de amparo sólido, no tendrá un Poder Judicial independiente, y sí tendrá un poder electoral reducido a una oficina en la Secretaría de Gobernación, un instituto de transparencia convertido en jefatura de trámites en la Función Pública, el recuerdo de un ómbudsman y un aparato de Estado más neoliberal que todo el neoliberalismo denunciado, con la única obsesión de comprar conciencias a través supuestos programas sociales universales que siempre estarán bajo la amenaza de una red de Cuervos del Bienestar.

La Cuarta Transformación, Morena, el Lopezobradorismo, son un régimen basura obsesionado por la propaganda, que no dará espacio a una oposición seria, en el mejor de los casos.

Por eso, ahora, ya sin enemigos, no tengo la menor duda y sí la mayor preocupación: ¿Qué nuevo villano fantástico encontrará este régimen? ¿Será la alianza con Rusia y el Foro de Sao Paulo el pretexto para que la heroína Sheinbaum se enfrente al imperio, se tire a la basura el T-MEC y otros tratados de libre comercio? Sonaría una locura, lo que sé es que los propagandistas no son nadie si carecen de enemigos. Nosotros, la oposición, ya no lo somos.

En el triunfo arrollador de Morena, tanto a nivel local como nacional, hay un esfuerzo por no dejar piedra sobre piedra. Ha comenzado la reforma al Poder Judicial, el Consejo General del Instituto Electoral de la Ciudad de México asignó sin legalidad alguna las plurinominales, Morena no ha reconocido el triunfo de Pablo Lemus en Jalisco y de paso en la oposición afloran los pleitos internos, ante la vergüenza de tener que vivir con lo poco que quedó.

El presidente saliente ahora comparte los espacios con la presidenta electa, aun cuando ésta todavía no puede ostentar tal título mientras no se haya hecho la declaratoria formal en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. La última, de hecho, que hará este organismo antes de ser copados por títeres supuestamente electos por voto popular.

Una científica con piel de oveja tendrá que compartir el poder con el líder histórico del movimiento político que representa. Por mucho que niegue la subordinación y la justifique en la afinidad ideológica, ahí estará la sombra, ahí estarán otros políticos más radicales para asegurar que no se salga del camino y que nunca vea aquel letrero que tanto incomodó a Pascual Ortiz Rubio.

Con un discurso triunfalista, en un régimen de propaganda como el que vivimos, es imposible creer que los enemigos están extintos. Hoy más que nunca, la Cuarta Transformación necesita de enemigos. Tal vez pronto empiecen las purgas internas.

Fidel Castro es el padre de una monarquía de hambre y prostitución pero los cubanos no pueden señalarlo porque durante 65 años han vivido el cuento de un enemigo externo que les ha permitido justificar ineptitudes, hambrunas y represiones.

La 4T se ha quejado de una Corte que supuestamente les bloquea todo, de un derecho de amparo que ¡vaya atrevimiento! podía suspender los efectos de actos emitidos por el gobierno ... hasta hace unos días, pues el derecho juarista fue castrado por sus supuestos pero falsos admiradores.

Ya la 4T no tiene frenos ni contrapesos, no tiene una oposición fuerte, no tiene un derecho de amparo sólido, no tendrá un Poder Judicial independiente, y sí tendrá un poder electoral reducido a una oficina en la Secretaría de Gobernación, un instituto de transparencia convertido en jefatura de trámites en la Función Pública, el recuerdo de un ómbudsman y un aparato de Estado más neoliberal que todo el neoliberalismo denunciado, con la única obsesión de comprar conciencias a través supuestos programas sociales universales que siempre estarán bajo la amenaza de una red de Cuervos del Bienestar.

La Cuarta Transformación, Morena, el Lopezobradorismo, son un régimen basura obsesionado por la propaganda, que no dará espacio a una oposición seria, en el mejor de los casos.

Por eso, ahora, ya sin enemigos, no tengo la menor duda y sí la mayor preocupación: ¿Qué nuevo villano fantástico encontrará este régimen? ¿Será la alianza con Rusia y el Foro de Sao Paulo el pretexto para que la heroína Sheinbaum se enfrente al imperio, se tire a la basura el T-MEC y otros tratados de libre comercio? Sonaría una locura, lo que sé es que los propagandistas no son nadie si carecen de enemigos. Nosotros, la oposición, ya no lo somos.