“Mi primer papel fue de Benito Juárez”, recuerda don Alfredo Vásquez, quien desde hace 40 años ha participado en la Representación Cívica del 5 de mayo de 1862 en el Pueblo San Juan de Aragón, una festividad alegórica que se celebra y conmemora desde hace más de un siglo la Batalla de Puebla.
Don Alfredo es un hombre de 58 años, nativo de San Juan de Aragón, de donde es originaria también su mamá y abuelos maternos. Él es la tercera generación de su familia que participa en la representación y sus descendientes, la cuarta y quinta generación que se sumaron a la festividad.
“Por la familia de mi amá es por la que tengo nexos en el 5 de mayo”, dice don Alfredo al recordar que inició participando en el carnaval del pueblo en donde conoció a Roberto Rojano, Aurelio Buendía y Ramón Cabrera, personas que organizaban la representación de la gesta de Puebla durante los años 80 y en la que comenzó a participar a los 18 años.
Con voz temblorosa cuenta en entrevista con El Sol de México que su primera participación en la representación del 5 de mayo ocurrió en 1984 cuando vestido con camisa de cuello mao y sombrero teatralizó al Benemérito de las Américas. Su estatura mediana y tez morena eran el perfil idóneo para el papel de Benito Juárez, presidente de México en la época de la Batalla de Puebla.
Sólo en ese momento pudo representar a Benito Juárez, un año después, a falta de participantes como generales, pudo teatralizar a personajes como Felipe Berriozábal y Antonio Carbajal. Éste último es al que actualmente personifica en la fiesta.
Los primeros años de su participación don Alfredo alquiló su traje en la Casa Tostado, una icónica tienda de alquiler en la capital del país que ha rentado vestuarios históricos para rodajes de películas.
Pero don Alfredo fue pionero en producir su propio traje militar de paño negro, conformado por pantalón, faldón, casaca y botonadura dorada. Como integrante de las tropas mexicanas y armado con rifle y machete, se engalana además con calzón de manta y un cotón negro, fajilla roja y sombrero. El primer cotón que utilizó en 2002 tuvo la singularidad de ser bordado por su esposa y fue una prenda que siguió utilizando, casi desteñida, hasta 2023.
A lo largo de 40 años se integró a la representación anual de manera casi ininterrumpida; “solamente un año dejé de salir, en el año 2000, que fue el año en que mi padre murió el día 8 de marzo, entonces para la fiesta estaba guardando luto”, confiesa.
¿Cómo se festeja?
La representación de la Batalla de Puebla en San Juan de Aragón es una festividad que se realiza cada año en la comunidad del mismo nombre, ubicada al nororiente de la Ciudad de México. No hay una fecha precisa sobre la primera representación, pero se estima, por medio de la memoria oral, que esta fiesta popular data de 1896.
La festividad se extiende del 4 al 6 de mayo y se sustenta gracias a la cooperación de la comunidad para preparar la representación en la que teatralizan dos batallas, los Tratados de la Soledad y fusilamientos de franceses con desfiles de por medio como la Marcha Fúnebre en donde se pasean a los caídos de las tropas francesas. El último día de la festividad, la melodía Las Golondrinas funciona como broche de oro para concluir la fiesta.
En San Juan de Aragón existen muchas festividades al año, pero en las que siempre ha participado don Alfredo es en el carnaval, en el 5 de mayo y en la peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe; “el último lunes de noviembre, ese es el día especial y siempre le pido ‘Virgencita, déjame llegar a mi 5 de mayo’”.
Termina la peregrinación y nos enfocamos en el carnaval. Terminando el carnaval, entonces nos enfocamos en el 5 de mayo (...) Muchos me preguntan ya cuando se acerca la fiesta del 5 de mayo, ‘¿Alfredo ya estás listo?’ y siempre les contesto ‘desde hace un año explicó
Participar en la representación es tan importante para don Alfredo que cada año pide vacaciones en su empleo como policía. Previo a la fiesta de este año viajó junto a sus familiares a Huejotzingo, Puebla, para comprar nuevos rifles y complementar su indumentaria.
La mejor experiencia que le ha dejado participar en las representaciones del 5 de mayo es la amistad que ha construido con las personas. Algunos se convirtieron en sus compadres por bodas y bautizos.
Cual si fuera una gesta real, en la que decenas de personas, aliadas y contrincantes mueren en batalla, don Alfredo considera que la representación del 5 de mayo en San Juan de Aragón es un momento para ver a sus amigos, enemigos y a veces, para despedirse de ellos.
Siente uno tan feo que, por ejemplo, pasa el 5 de mayo y ya al mes te enteras de que Fulanito, Sutanito ya falleció y dices ‘híjole, qué bueno, que nos vivimos’ (...) Pero en honor a ellos hay que seguir la fiesta expresó don Alfredo
Quienes todavía viven lo reciben en el pueblo como un igual, pues don Alfredo reside desde hace una década vive en San Lorenzo Tezonco. Frente a la iglesia del pueblo dos de sus amigos, José Luis y Eleuterio Hernández Pedraza, comercian artesanías para la representación de este año, como machetes y rifles de madera, huaraches, cotones y demás objetos hechos a mano.
Entre los mejores recuerdos que don Alfredo atesora en su memoria hay dos anécdotas particulares como cuando su compadre, Alberto Rojano, quien “era la cabeza y corazón de la fiesta, un ícono del pueblo”, estuvo detenido durante tres días pero fue justo un 5 de mayo que las autoridades lo liberaron y la fiesta se reanimó con música y alegría.
Iba yo llorando, tocando y llorando con mi compadre. Esa es una de las experiencias que más guardo en mi corazón contó don Alfredo
“Y la otra fue que yo siempre he sido mexicano, siempre he representado a México en la batalla (...) y yo siempre decía ‘mi hija tiene que ser abanderada’”, recuerda. Y cuando su hija tuvo edad para participar en la escolta, lo hizo, pero del bando contrario, el de los franceses.
Su hija le cumplió el sueño a su padre de ser abanderada en la escolta, aunque lo hizo en las huestes francesas por la influencia de sus padrinos de bautismo. Don Alfredo no sabe explicar las emociones contrapuestas que le desató, pero celebra que vio sus deseos hechos realidad.
Sin embargo, ella es el contraste con toda la familia de don Alfredo que participa en la representación puesto que todos lo hacen en bando mexicano, como indios de Zacapoaxtla, mejor conocidos como “nacos”, quienes se maquillan rostro, brazos y piernas con tizne y crema.
“Todos esos recuerdos los llevo en la mente y el corazón”, expresa don Alfredo.
La Representación Cívica del 5 de mayo es una fiesta histórica en la comunidad. Ismael Pineda, antropólogo originario de la localidad precisa que hubo todo un proceso histórico por el que se representa la Batalla de Puebla, una celebración heredada por la exaltación de la soberanía de las primeras personas que habitaron San Juan de Aragón.
