Con motivo del Día del Orgullo LGBTQ+, que se celebra este 29 de junio, convocamos a mamás y papás que han estado en la lucha desde el día en que escucharon la frase que marcó sus vidas: “Soy gay”.
Cada uno envía un mensaje de inclusión a las familias de las nuevas generaciones, que a falta de espacios donde encontrar información sobre cómo enfrentar y mantener una relación plena con un familiar de la comunidad han creado su propia forma de comunicar a través de iniciativas en redes sociales.
Manuel Borbolla
Papá de José Manuel Borbolla, empresario y publirrelacionista de 42 años, quien actualmente está casado con el interiorista Mario Niebla, y fueron papás de un pequeño a través del proceso de vientre subrogado.
“Manuel tenía otro tipo de vocación, primero quería ser sacerdote, que ese también fue un proceso muy difícil; para otras familias un caso así sería una bendición, pero en mi caso, yo lo veía como profesionista, exitoso, yo no les doy a escoger una carrera, yo soy médico. Siempre he pensado que hay dos cosas en las que no se puede meter uno como papá: Una es la carrera que eligen y otra la pareja con la que van a vivir, no todo es para siempre, pero tienen que estar con la persona que quieran estar en las buenas y en las malas”.
El momento de enfrentar lo que él llama uno de los retos más difíciles de su vida, llegó cuando José Manuel decidió hablarle sobre su estilo de vida.
“Él habló con nosotros sobre su preferencia, estaba en la preparatoria, tendría unos 17 o 18 años. En una ocasión, los directores de la escuela donde estudiaba nos citaron a mí y a mi esposa para hablar de lo que se estaban dando cuenta sobre su identidad, pero nosotros supimos siempre cuál era su preferencia sexual”.
Asegura que el momento de enfrentar esto fue uno de los retos más difíciles de su vida
Médico de profesión, don Manuel reafirma su convicción de que, “en una familia no puede existir una situación de diferenciación entre un hijo u otro, uno tiene que respetar la decisión de sus hijos y si por alguna razón, la formación personal del papá o la mamá no les permiten aceptar ese tipo de preferencias, tendrán que tomar una decisión para evitar que la familia se separe. La familia tiene que hacer el esfuerzo de mantenerse unida a pesar de las preferencias sexuales de alguno de sus miembros. En algunas puede llegar a ser muy duro y hasta llegan a esconder a la persona, al hijo o a la hija.
Dice que en cuestión de educación sexual, “debemos inculcarles el acercarse a personas especializadas en el tema para que conozcan los riesgos de enfermedades, o de daños en algún órgano en particular”.
Sobre las acciones que llevan a cabo los miembros de la comunidad, como la Marcha del Orgullo, dice, “este tipo de movimiento debe de basarse en el respeto, mientras éste se mantenga debe de manifestarse en estos movimientos sociales porque cuando faltas al respeto, quiere decir que estás lesionando a alguien y dañas sus intereses personales”.
Claudia López
Ella es mamá de Diego Toledo, stylist especialista en moda de 29 años. Ante la falta de espacios en donde fuera posible conseguir información sobre cómo enfrentar el tema de tener un hijo LGBTQ+, creó la iniciativa Mamá Contigo a través de redes sociales.
“Este proyecto nace desde el amor por mi hijo, el primero quien se acerca a mi ser para compartirme su orientación, lo cual, como todos los papás de la comunidad LGBTQ+ nos resulta una sorpresa. Fue tan difícil para mí buscar ayuda o algún lugar donde pudiera obtener información, que en algún momento dije, no quiero que otras mamás se vean como yo me estoy viendo, confundida y sin información.
“Y fue cuando empecé a trabajar en sociedad, formé un grupo de jóvenes que habían vivido situaciones terribles, como haber sido lanzados de su casa por su preferencia, personas que me tocaron el alma y entonces empecé a hacer contenido en YouTube, Instagram y TikTok, y así formé un grupo de padres para informar y atender las dudas para quien lo necesite”, dice Claudia.
A través de entrevistas con papás y en algunos casos con especialistas como la autora del libro Mamá, Papá, soy gay, Rina Riesenfeld, Claudia comenzó a aportar algo importante con lo que las personas podían informarse.
“Me encanta levantarme a las cinco de la mañana para crear contenido basado en las necesidades de quien me escribe o me pregunta. De las preguntas más constantes son, “¿cómo le hago para salir del clóset?”, o me piden ayuda para saber cómo vencer su miedo al tomar la decisión de confesar su preferencia. Y en este último contexto, destacan comentarios como “ya lo dije y no fui aceptado, ¿qué hago?”, es altísima la cantidad de personas que son rechazadas al confesarlo.
Cuando te confiesan la verdad entras en un duelo tremendo (porque) pierdes a ese hijo que soñaste y no puedes resolverlo, primero tienes culpas y luego culpas a todos los demás
“A mí me gustaría que fueran más los papás que hacen preguntas. Hago videos en vivo para explicar, orientar y mi triunfo mayor es cuando logro juntar a las familias en las que se aceptó al joven o a la joven, después de un proceso de concientización”.
De ahí nace la idea de formar equipo con Diego, y crear un grupo para padres y madres, “yo soy la voz de los hijos, yo siempre les digo, dime qué necesitas decir para que yo lo diga fuerte, que lo oigan tus papás”.
“Mamá Contigo” empezó en la pandemia. El proyecto lleva detrás una historia sobre el momento más difícil que Claudia vivió al escuchar la confesión de Diego sobre su orientación sexual.
“Es algo que no te esperas, porque desde tu embarazo te creas una película sobre cómo crecerá ese bebé que esperas, yo imaginé a mi hijo casado con una mujer, con familia, con sus bebés… todo lo que nos han enseñado, pero cuando te confiesan la verdad, te enfrentas a un horror, sentí que me iba a caer, sentí como si me hubieran pateado el estómago, no me consideraba homofóbica, pero en el fondo lo era. Es que entras en un duelo tremendo como cuando pierdes a un ser querido, pierdes a ese hijo que soñaste y no puedes resolverlo, primero tienes culpas de qué fue lo que no hice bien, o dices ‘seguro debe ser ese amigo con el que se junta’, comienzas a tener culpas tuyas y a culpar a los demás.
“De ahí viene el enojo, la peor decepción, vergüenza, y cómo no lo vas a sentir si no tienes la información suficiente para saber que así nació, nadie lo convirtió, por eso la información es muy importante para los padres”.
La salud sexual es todo un tema para ella. “Los de mi generación tenían terror por el sida porque decían ‘homosexuales es igual a sida’.
“Debe haber una relación sana entre padres e hijos, para darles confianza, porque si eres heterosexual es más fácil, yo no quiero que la gente se tenga que educar sola, por eso el grupo es muy importante para hijos y padres donde puedan hablar seguros. Sobre esto no existen espacios seguros de orientación, sólo en los grupos de padres con hijos de la comunidad pueden informarte porque los psicólogos no están informados sobre la comunidad, no existen centros de información para padres”.
“Sin el apoyo de mi mamá no estaría aquí, haciendo lo que me gusta, viví de cerca la homofobia porque estaba en una escuela católica y me sacaron”, asegura Diego.
Isabel González
Mamá de Noé Sebastián Reyes, de 23 años, de profesión periodista.
“Desde que Sebastián era un niño me di cuenta de lo que estaba pasando y me vi en la necesidad de prepararlo para la vida, no era un tema del que no supiera, porque en un tiempo me rodeé de amigos de la comunidad LGBTQ+, y le enseñé que las personas no valen por sus preferencias sino por lo que son”.
Con su experiencia, Isabel supo que debía hablar con su hijo sobre los peligros que existen dentro y fuera de la comunidad.
“Enfrenté muchas cosas con él, tenía miedo de que lo lastimaran y le dije: ‘Eso va a suceder en cualquier momento y tienes que defenderte’. He enfrentado a personas que le han dicho que es raro y les digo, ‘¿a qué le llamas raro?’”, dice Isabel.
Tras un proceso de reflexión, confiesa que tuvo que mentalizarse y aceptar la realidad
Cuenta que en un principio su papá tuvo un cierto descontrol, sin embargo, “él nunca hizo un comentario negativo hacia él. Incluso fue muy respetuoso. Un día fuimos por primera vez a una Marcha del Orgullo y mi esposo nos acompañó. Lo único que no me gustó es que se faltan mucho al respeto entre ellos, se gritan, se insultan”.
El mensaje que Doña Isabel le envía a los padres de familia de la comunidad LGBTQ+ es: “Amen a sus hijos tal como son, tú los trajiste al mundo, siempre debes estar con ellos”. Agrega que “el mejor legado que le puedo dejar a mi hijo es el amor propio”.
Rocío Nava
Mamá de David Allegre, cofundador de la plataforma LGBTQ+ Los Jonas Vloggers.
“David empezó a tener un amiguito que venía muchas veces a la casa y se quedaba a dormir; nos empezábamos a dar cuenta de que a la mejor le interesaban más los chicos más que las niñas. En secundaria tuvo una noviecita, yo creo que fue la época en que fue descubriendo por qué género se inclinaba más”.
“A los 16 años fue cuando su amigo se quedaba muy seguido en la casa y llegó el momento en que se abrió para decirnos que le gustaban los hombres”, narra Rocío.
Ese momento lo describe como un golpe fuerte como madre. “La verdad es que fue un shock para nosotros porque cuando uno tiene un niño, esperas verlo como estamos acostumbrados, con su novia, o casado, es lo que uno espera y te cambia la percepción.
“Nos tardamos en aceptarlo sobre todo su papá; la aceptación es como un duelo, pero yo dije ‘es mi hijo y es mi adoración’, lo importante son los valores que le he enseñado, yo lo amo como sea y lo voy a apoyar en todo”.
Tras un proceso personal de reflexión, Rocío confiesa que tuvo que mentalizarse y aceptar la realidad.
Desde que Sebastián era un niño me di cuenta de lo que estaba pasando y me vi en la necesidad de prepararlo para la vida
“Me cambié el chip, nunca nos peleamos con él, ni lo sacamos de la casa, simplemente es decir las cosas son como son y seguimos adelante. Platicamos con él y le dije, sigues siendo mi amor, mi niño, tienes valores que te hemos inculcado y que son los de ser una persona, decente, honesta y alegre”.
Sus miedos más grandes al conocer la verdad fueron, “que en la calle lo agredan, en las redes tiene sus haters, pero de alguna forma es más controlado, pero la comunidad LGBTQ+ llega a ser muy agresiva y si no tienen el apoyo de su familia, puede ser peligroso, sobre todo porque llega a haber mucha fiesta y me da mucho miedo que llegue a probar una droga que lo lleve a la tumba, esos son mis mayores miedos, pero él es muy cuidadoso, hemos hablado mucho con él al respecto”.
En cuestión de salud sexual, “David hizo unas campañas para el Gobierno de la Ciudad de México, sobre educación sexual, en ese aspecto su papá lo ha apoyado mucho porque es médico”.
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Piensa que “sigue habiendo mucha homofobia sobre todo hacia la comunidad trans, nosotros hemos sido muy respetuosos con los amigos de David.
Su mensaje para los padres es: “Que busquen orientación de alguna forma, que comprendan a sus hijos y los apoyen”.