/ domingo 18 de diciembre de 2016

¿Quién fue el autor del Quijote?

Está por concluir 2016, año en que se han cumplido 400 de la muerte de Miguel de Cervantes. Por ello, resulta aún oportuno abordar algún tema relacionado con el genial autor español. Como el de Cide Hamete Benengeli, el supuesto autor arábigo de El Quijote, del que Cervantes se dice solo su transcriptor.

¿Por qué procedió así Cervantes? En principio a manera de imitación burlesca de como solían hacerlo los escritores de los libros de caballerías, quienes se los achacaban a autores fingidos de procedencia exótica. Así, por ejemplo, el libro del “Amadís de Grecia” se decía escrito por el sabio Alquife, “El caballero del Febo” por los encantadores Artemidoro y Lirgandeo, “Don Belianís de Grecia” por el sabio Frestón, “Felixmarte de Hircania” por Filosio y “Cirolingio de Tracia” por Novarco, entre otros. Todos ellos supuestamente de origen persa, griego o árabe.

¿Por qué escogió Cervantes ese nombre de Cide Hamete Benengeli y cuál es su significado? En el capítulo 2 de la II Parte de El Quijote, Sancho Panza dice: “el autor de la historia se llama Cide Hamete Berenjena. Ese nombre es de moro –respondió Don Quijote”. De este pasaje de la novela muchos han desprendido que berenjena, fruto de origen árabe, en esta lengua se dice benengeli; como dato adicional, los moros tenían especial gusto por las berenjenas. Entonces el autor ficticio sería algo así como señor aberenjenado o berenjenero.

Una más afortunada traducción, que data de finales del siglo XVIII, de Cide Hamete Benengeli, es la siguiente: Cide en árabe significa señor; Hamete por Hamed, que significa “el que alaba”, es quizá el nombre más común en el mundo arábigo. Y por lo que hace a Benengeli, en el árabe de Argel en tiempo de Cervantes, donde él estuvo en cautiverio cinco años y seguramente algo aprendió de esta lengua, “Ben” significa hijo, y “Ayel” o “Eggel” castellanizado como “Engeli”, es ciervo. Entonces Benengeli será “hijo del ciervo” o cerventeño, es decir, Cervantes, de acuerdo a la explicación del filólogo Lúdovik Osterc.

De ser cierto lo anterior, y todo así lo indica, Cervantes con su singular ingenio  nos quiso decir que tanto el autor real como el ficticio de El Quijote es exactamente el mismo. Es decir, él.

Está por concluir 2016, año en que se han cumplido 400 de la muerte de Miguel de Cervantes. Por ello, resulta aún oportuno abordar algún tema relacionado con el genial autor español. Como el de Cide Hamete Benengeli, el supuesto autor arábigo de El Quijote, del que Cervantes se dice solo su transcriptor.

¿Por qué procedió así Cervantes? En principio a manera de imitación burlesca de como solían hacerlo los escritores de los libros de caballerías, quienes se los achacaban a autores fingidos de procedencia exótica. Así, por ejemplo, el libro del “Amadís de Grecia” se decía escrito por el sabio Alquife, “El caballero del Febo” por los encantadores Artemidoro y Lirgandeo, “Don Belianís de Grecia” por el sabio Frestón, “Felixmarte de Hircania” por Filosio y “Cirolingio de Tracia” por Novarco, entre otros. Todos ellos supuestamente de origen persa, griego o árabe.

¿Por qué escogió Cervantes ese nombre de Cide Hamete Benengeli y cuál es su significado? En el capítulo 2 de la II Parte de El Quijote, Sancho Panza dice: “el autor de la historia se llama Cide Hamete Berenjena. Ese nombre es de moro –respondió Don Quijote”. De este pasaje de la novela muchos han desprendido que berenjena, fruto de origen árabe, en esta lengua se dice benengeli; como dato adicional, los moros tenían especial gusto por las berenjenas. Entonces el autor ficticio sería algo así como señor aberenjenado o berenjenero.

Una más afortunada traducción, que data de finales del siglo XVIII, de Cide Hamete Benengeli, es la siguiente: Cide en árabe significa señor; Hamete por Hamed, que significa “el que alaba”, es quizá el nombre más común en el mundo arábigo. Y por lo que hace a Benengeli, en el árabe de Argel en tiempo de Cervantes, donde él estuvo en cautiverio cinco años y seguramente algo aprendió de esta lengua, “Ben” significa hijo, y “Ayel” o “Eggel” castellanizado como “Engeli”, es ciervo. Entonces Benengeli será “hijo del ciervo” o cerventeño, es decir, Cervantes, de acuerdo a la explicación del filólogo Lúdovik Osterc.

De ser cierto lo anterior, y todo así lo indica, Cervantes con su singular ingenio  nos quiso decir que tanto el autor real como el ficticio de El Quijote es exactamente el mismo. Es decir, él.