- José Roberto Ruiz Saldaña
Desde el pasado lunes 13 y hasta al viernes 17 de febrero se está llevando a cabo el Décimo Parlamento Infantil en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, iniciativa que reúne el esfuerzo de diversas instituciones: las dos Cámaras del Congreso de la Unión, el INE, la SEP, la CNDH, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. El primer Parlamento se llevó a cabo en 2003 y desde entonces es un espacio para la deliberación y libre expresión de niñas y niños de entre 10 y 12 años.
En sus 10 ediciones, el Parlamento Infantil ha promovido el conocimiento de los derechos de las niñas y los niños y del procedimiento legislativo, así como ha contribuido a la formación cívica entre ellos, generándoles competencias para el análisis y la deliberación. Desde entonces, se han inscrito 78 mil 377 niñas y niños, siendo la tercera edición -en 2005- la que más llamó la atención pues se inscribieron 10 mil 438. En esta décima edición se inscribieron ocho mil 140, de los cuales surgieron 300 diputadas y diputados infantiles, uno o una por cada distrito federal electoral.
En la elección de los diputados y diputadas infantiles los órganos desconcentrados del INE contribuyeron notablemente a promover la convocatoria, así como en el proceso de elección. Precisamente el primer día de labores legislativas, por la tarde, los recibimos en el INE y les pudimos explicar directamente -en el salón de sesiones de su Consejo General- las funciones de la autoridad que organiza las elecciones.
La capacidad de las niñas y niños por generar preguntas sobre lo que se hace en las instituciones, expresarse sobre los asuntos públicos y hablar sobre sus derechos, motiva y hace pensar que son una generación muy distinta que sin duda le entregará mejores cuentas al país y a sus siguientes generaciones.
Es cierto que el número de niñas y niños en que se incide con este esfuerzo interinstitucional es relativamente bajo, incluso considerando a todos los que se inscriben. Sin embargo, ello no debe ser motivo para que algún día se pretenda suprimir o desvalorar el proyecto. Al contrario, conscientes que la construcción de ciudadanía requiere de perseverancia en la realización de programas o acciones y que esa edad en la que participan los niños es crucial para generarles convicciones democráticas, es necesario redoblar esfuerzos para multiplicar ese ejercicio, incluso ampliarlo, de forma permanente, para adolescentes y jóvenes.
En medio de tanta adversidad geopolítica y de un contexto nacional de crisis de confianza, del Estado de Derecho y de la participación política en general, haber escuchado a las legisladoras y los legisladores infantiles y haberlos recibido en el INE fue, en efecto, una bocanada de aire fresco. Consejero electoral del INE
@Jose_Roberto77
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