- José Roberto Ruiz Saldaña
El Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó realizar un estudio muestral sobre las características del voto nulo en las elecciones de 2015. Se trata del tercer estudio de este tipo. El primero fue con motivo de las elecciones de 2009. En aquella ocasión se encontró que de los más de un millón 800 mil votos nulos, 63.5 por ciento se anularon de manera intencional, mientras que 35.5 por ciento fueron anulados por error debido a una posible confusión del electorado al momento de emitir su sufragio y solo 1.0 por ciento no fue posible valorar el motivo de la anulación.
Para la elección de 2012 se encontró que en la elección de diputados federales se registraron más de 2.4 millones de votos nulos, de los cuales 55.9 por ciento fueron anulados por error, 42.6 por ciento por intención y 1.5 por ciento no se pudo definir el motivo.
En la pasada elección federal de 2015, el porcentaje de votos nulos fue de 4.76. La cantidad de votos anulados ascendió a 1.9 millones. En esta ocasión, 34.4 por ciento fue por error mientras que 64.1 por ciento se anularon de manera intencional y solo 1.4 por ciento de los votos no fue posible definir la razón.
Ahora bien, los votos que se dejaron en blanco tuvieron mayor incidencia en los Estados de San Luis Potosí y Nuevo León. De los votos marcados con una cruz en toda o la mayor parte de la boleta, este tipo se presentó con mayor frecuencia en el Estado de México y la ahora Ciudad de México. De igual manera en esas entidades federativas se presentaron en mayor medida votos marcados con algún texto legible.
Particularmente, los distritos donde más hubo errores que generaron votos nulos fueron Santiago Ixcuitla, Nayarit; El Mante, Tamaulipas; Ticul, Yucatán; Chetumal, Quintana Roo y Valladolid, Yucatán. Por su parte, los distritos con mayor porcentaje de votos nulos por intención fueron el 15 Benito Juárez, 05 Tlalpan, 26 Magdalena Contreras y 10 Miguel Hidalgo en la ahora Ciudad de México.
En el estudio sobre el voto nulo también se encontró que la tendencia a anular los sufragios de forma premeditada es cuatro veces más alta en las secciones urbanas que en las no urbanas. Sin duda, el INE tiene el enorme reto de disminuir la ocurrencia de votos anulados por error, más aun considerando que buena parte de ellos se generaron en aquellas entidades donde se celebraron elecciones concurrentes y en las cuales participaron diversos partidos políticos tanto federales como locales en coalición.
No menos importante es insistir en la construcción de una cultura política democrática que inhiba la creencia que anular votos es una manera idónea de protestar. Se requiere ante todo participación y estrategia en acotar los espacios de discrecionalidad del poder. Para que este no se desvíe es necesario que la ciudadanía lo vigile y lo acote permanentemente. Consejero electoral del INE
@Jose_Roberto77
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