- José Roberto Ruiz Saldaña
Las múltiples atribuciones que tiene el Instituto Nacional Electoral (INE) -derivadas sobre todo de la reforma electoral de 2014-, así como la complejidad social, política e institucional que obliga al INE a trabajar junto con los Organismos Públicos Locales Electorales y realizar una función de rectoría frente a ellos, generan al instituto diversos y complejos retos para este año 2017.
Una de las tareas, seguramente con dificultades, pues toda elección presenta novedades qué superar, será precisamente la organización de las elecciones locales en Veracruz, Coahuila, Estado de México y Nayarit. Cada una de esas elecciones tendrá retos por sí mismas, tanto técnicos como políticos que habrá que enfrentar.
El INE también deberá en este año iniciar la preparación del proceso electoral federal 2017-2018, concurrente con procesos electorales locales prácticamente en todas las entidades federativas. Por su dimensión, expectativas y contexto, seguramente incluso antes del inicio formal del proceso electoral el INE estará requerido a desarrollar todas sus capacidades para hacer frente al mismo.
Igualmente, en 2017 el INE deberá implementar la nueva Estrategia Nacional de Cultura Cívica. Evidentemente, ese proceso de culturización es de largo alcance y sus resultados no se podrán observar en el corto plazo. El reto ahí será entonces sentar las bases para que, en un marco de políticas públicas, se diseñen buenos programas y acciones, se evalúen y se concreten las alianzas institucionales que potencien los resultados.
De igual manera, el INE deberá persistir en un intento de reforma administrativa, toda vez que ésta es una de sus mayores debilidades. No obstante que la prioridad es atender la organización de elecciones, debe destinarse tiempo y esfuerzo a mejorar procesos, reestructurar áreas e introducir tecnologías que disminuyan el costo de la operación.
Finalmente, el INE tiene un reto particularmente relevante en este 2017 consistente en introducir medidas de austeridad y responder a las exigencias sociales en un contexto de legítimo y fuerte reclamo, y descontento generalizado. Su Junta General Ejecutiva tendrá que encontrar áreas de oportunidad para lograr ahorros y aprovechar detener inercias por tantos años mantenidas.
Pero más allá de los retos internos y de aquellos que generan las circunstancias del país, las mexicanas y mexicanos deberán conocer más las atribuciones y tareas del INE, vigilarlo, cuestionarlo y exigirle. Solo si las ciudadanas y los ciudadanos se involucran en los asuntos públicos podremos cambiar al país. *Consejero electoral del INE
@Jose_Roberto77
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