Víctor Rodríguez Padilla, quien será el próximo director de Petróleos Mexicanos, anunció que al inicio del próximo sexenio, la empresa estatal adoptará una nueva dirección en sus proyectos, enfocándose en la colaboración con la sociedad, la ecología y las comunidades locales. Enfatizó que Pemex se apoyará en sus propias capacidades, evitando la contratación de grandes firmas de consultoría, siguiendo así el mandato de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. “Pemex no es una empresa muerta ni está tan mal, y es que los medios exageran un poco”, señaló el académico y levantó muchas cejas.

A la sombra…

Durante su muy esperada presentación, Rodríguez subrayó la importancia de trabajar en alianza con universidades para el desarrollo tecnológico y reafirmó el compromiso de la empresa con la soberanía nacional. Asimismo, rechazó la repetición de proyectos iniciados en administraciones anteriores, como gasoductos y plataformas, y destacó que Pemex seguirá contribuyendo al erario público, mientras coordina inversiones con el sector privado. Por lo pronto, el movimiento se lee como un gran avance en terrenos políticos, pues la Presidenta electa logró quitar a Octavio Romero, muy amigo de López Obrador que querían dejar hasta nuevo aviso de Palacio. Aunque quién sabe, dicen que el Infonavit ya está en sus manos a cambio de hacerse a un lado.

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Ante los rumores de que el exalcalde de Cuajimapla, Adrián Ruvalcaba, asumirá un encargo en la Secretaría de Seguridad Ciudadana que encabezará Omar García Harfuch hubo ya quien, desde adentro de la llamada cuarta transformación, levantó la ceja, esto porque, aseguran, desde la propia Ciudad de México se generó una investigación por vínculos un tanto “extraños”, por decir lo menos, del expriista. Los que saben dicen que, si bien el encargo le caería de lujo, el autonombrado “Jefe Dragón” todavía tiene la aspiración de, algún día, convertirse en el líder de la policía capitalina, un cargo en el que repetirá Pablo Vázquez durante el mandato de la morenista Clara Brugada.

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Hablando de expriistas que se sumarán a encargos en la llamada cuarta transformación, dicen los que saben que la excandidata aliancista para la gubernatura del Edomex, Alejandra del Moral, también se integrará en el próximo gobierno federal, ahora como afín al morenismo. Según cuentan, la exalcaldesa de Cuautitlán Izcalli formará parte de la Secretaría del Bienestar, que liderará nuevamente Ariadna Montiel, más específicamente, se prevé su llegada como subsecretaria en la dependencia que operará los programas sociales en la administración de Claudia Sheinbaum.

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Por cierto, ayer el editorial de The Washington Post dice que esos asuntos que dice López Obrador son estrictamente internos del Estado mexicano, no lo son. “Lo que está en juego es la independencia judicial y el estado de derecho en un país que ha sabido muy poco de ambos durante su larga historia. El plan del Señor López Obrador también podría detener la integración económica de América del Norte”.

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El Post también habla de la presidenta electa: “Ella debería encontrar una manera de estar en desacuerdo con este plan en su propia voz. Sería una pena que la independencia judicial en México muriera porque la señora Sheinbaum carece de independencia política del señor López Obrador”. Si todo avanza como se ve, el diario advierte desde Washington que Sheinbaum amenazará su declarada estrategia económica, que depende de la integración con la economía norteamericana. ¿Así o más claro?