por Adrián Alcalá Méndez
“La apertura y la transparencia en el gobierno construyen confianza
y promueven la rendición de cuentas”.
Ban Ki-moon
Desde el lanzamiento de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) en 2011, México ha sido un impulsor constante de la agenda de apertura institucional. Tanto así que con la reforma constitucional de 2014 en transparencia, se sentaron las bases para promover una estrategia nacional de Gobierno Abierto. Además, en 2016 el Sistema Nacional de Transparencia emitió un Modelo teórico, como fundamento para iniciar una serie de acciones rumbo a la construcción de instituciones más abiertas y sociedades más participativas en nuestro país.
A casi 13 años del inicio de la AGA y 10 años de esta reforma constitucional, podríamos afirmar que en México, esta agenda concluyó con éxito una etapa; en la cual, es importante reconocer los avances derivados de los primeros trazos realizados, como la emisión de lineamientos de transparencia proactiva, el establecimiento de mecanismos de participación ciudadana y co-creación, el desarrollo de planes de acción en el marco de la AGA, y la concreción de numerosos proyectos de incidencia social y mejora institucional en distintas temáticas de la vida pública.
No obstante, también es una realidad que aún persisten desafíos y áreas de oportunidad estratégicas para hacer del Gobierno Abierto en México un esfuerzo que contribuya estructural y sistemáticamente a la identificación, priorización y solución colaborativa de los principales problemas públicos, incrementando con ello la calidad de nuestra democracia. Podríamos recordar, incluso, que instrumentos como la Métrica de Gobierno Abierto en 2023 otorgó a los sujetos obligados del país una calificación de 0.46 (de 0 a 1) en el índice de gobierno abierto, mostrando una tendencia decreciente en el grado de apertura institucional en los últimos años.
Lo anterior, aunado al contexto que vivimos en México y el mundo, a través de transformaciones sociales e institucionales, no sólo muestra, entre otros hallazgos, que la agenda de Gobierno Abierto no ha brindado plenamente los resultados esperados desde hace más de una década, también hace evidente y necesario llevar a cabo un ejercicio de reflexión para replantear las nociones teóricas y conceptuales de la apertura institucional, y establecer una ruta para transitar hacia un modelo novedoso de gobernanza, además de una política con aplicación en todas las instituciones del Estado mexicano, acorde con las necesidades actuales.
Es por esto, que el próximo 28 y 29 de agosto celebraremos la Cumbre Nacional de Estado Abierto titulada “Abramos México hacia un Estado Abierto”. En este sentido, hemos tomado la decisión de desarrollarla en el INAI, porque a diez años de la reforma constitucional de transparencia, es imprescindible retomar los aprendizajes generados y perfilar estrategias y acciones institucionales y sociales que, en el futuro, faciliten la consolidación de una visión de colaboración en la que la cultura de la legalidad, la garantía de derechos y la credibilidad democrática sean el elemento central de un Estado de derecho en el 2035.
La Cumbre reunirá a la comunidad de práctica nacional e internacional en materia de transparencia, participación, innovación y apertura institucional para discutir los desafíos del Gobierno Abierto, el Congreso Abierto y la Justicia Abierta, así como temáticas innovadoras en materia de inteligencia artificial, macrocriminalidad, desigualdad y feminicidios. Desde estas líneas, te invitamos a que nos acompañes.
¡Visita el sitio de internet bit.ly/CumbreEstadoAbierto, regístrate y participa!
Comisionado Presidente del INAI
