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Las sanciones a Rusia por parte de occidente han sido grandes y, básicamente, se ha buscado dejarlos fuera del sistema financiero mundial, pero ¿qué pasa con las criptomonedas? En el marco del exilio financiero formal hacia Rusia, hay un cabo suelto que es difícil de controlar y en el que miles de inversionistas Rusos se han refugiado en últimas fechas; las criptomonedas. Una criptomoneda es una moneda digital creada por usuarios, así es; ninguna criptomoneda es respaldada por ningún banco central de ningún país.
El valor de las criptomonedas lo da el mercado; mientras más gente pida una criptomoneda más vale, esto hace que se tengan ganancias enormes en poco tiempo pero también su volatilidad a la baja es enorme y de un momento a otro se puede perder su valor. Al no estar reguladas por ninguna institución gubernamental permite que las inversiones fluyan de manera paralela a los bancos tradicionales.
Los inversionistas de estas criptomonedas son usuarios que tienen que hacer varios pasos para comprarlas, no cualquiera lo puede llevar a cabo y han permitido que prestanombres y blanqueo de dinero suceda a través de estas transacciones que, una vez que se venden estas criptomonedas, pueden regresar a una cuenta bancaria. Hoy, occidente entiende que Rusia tiene una ventaja de tiempo atrás manejando estas transacciones y el viejo continente y América están tomando cartas en el asunto. Hace apenas unos días, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos firmó un decreto para evaluar la creación del “Dólar Digital” a través del CBDC (Central Bank Digital Currency), con este anuncio el Bitcoin , la criptomoneda más popular, creció un 11% a 42mil 581 dólares, su nivel más alto desde el 4 de marzo.
El Ethereum, la segunda criptomoneda más popular, subió un 8% y así cientos de criptomonedas que vieron en este anuncio cierto apoyo del gobierno de los Estados Unidos por las monedas digitales. Según estudios dados a conocer la semana pasada, se estima que un 16% de los adultos estadounidenses invirtieron o usaron criptomonedas aun cuando no están reguladas ni avaladas por el gobierno de los Estados Unidos. Una puerta para la moneda digital se abre con el vecino país del norte; va a permitir entrar en un dinamismo que tendrá el respaldo de la FED (Federal Reserve Board) y podrá ofrecer una opción a los inversionistas digitales que buscan más opciones.
Está claro que un inversionista de criptomoneda busca la volatilidad que solo estas monedas digitales le ofrecen pero la intención es clara; tratar de cerrar más el cerco para que sea cada vez más difícil y riesgoso invertir o apostar por criptomonedas. Los grandes inversionistas de criptomonedas como blanqueadores de dinero seguirán buscando alternativas, esos siempre encuentran camino.