León Portilla, el último de los Tlamatinime.
Mucho gusto le ha de haber dado al doctor Miguel León Portilla, nuestro sapientísimo nahuatlata, filósofo, historiador, académico y último de los Tlamatinime mexicano, saber en su lecho de enfermo, que en la ciudad colombiana de Bogotá, el martes 30 y el miércoles 31 de julio, la Academia Colombiana de Historia y el Fondo de Cultura Económica organizaron un homenaje en su honor, con motivo del Año de las Lenguas Indígenas…
La doctora en Historia Patricia Galeana, embajadora de México en aquel país, nos lo hizo saber… Comenzó con una mesa redonda sobre la preservación de las lenguas originarias de México y Colombia, en la Academia Colombiana de la Historia, donde participaron la propia embajadora de México y los académicos Inés Arias Arias, Luis Horacio López y Rodrigo Martínez Baracs. El miércoles 31 de julio en la librería del Fondo, hubo otra mesa redonda con el tema “El encuentro de dos mundos y la preservación de las lenguas originarias”, con la participación de la embajadora de México y los académicos colombianos: Rodrigo Martínez Baracs y Johnatan Bonilla Huérfano…La sesión terminó con la exhibición de un video sobre la vida y obra de este mexicano excepcional, que ha descubierto la cultura y el pensamiento de los habitantes del Anáhuac de antes de la conquista, a todo el mundo, y a la cultura de este México mestizo y desmemoriado.. Y recordé que hace muchos años conocí al doctor León Portilla a través de mi hermana, la entonces estudiante de filosofía Margarita Ponce, quien era su alumna en la Universidad Iberoamericana, donde Miguel León Portilla daba la cátedra de Filosofía Náhuatl…Miguel acababa de publicar su libro “Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares” y para festejar su publicación, organizamos una excursión a Teotihuacan invitando al maestro… Subimos a la pirámide del sol, y en su más alta plataforma nos sentamos a observar la admirable disposición urbana de la ciudad, con la explicación de los mitos nahoas sobre Quetzalcóatl y Tezcatlipoca; la historia de los Soles y la era del Quinto Sol, hecha por el maestro… Recuerdo que junto a nosotros estaba sentada una familia de aspecto indígena. Iba, con papá, mamá y dos jóvenes, la abuela, de cabello totalmente encanecido…. Como el sol comenzaba su descenso por el horizonte, pedimos al doctor León Portilla que, antes de descender, nos leyera en náhuatl algunos de los poemas que publicó en ese maravilloso libro… Accedió. Y, en el idioma de Acamapichtli, de Nezahualcóyotl, de Motecuhzoma Ilhuicamina, comenzó a recitar… Entonces vi que la anciana, ante las palabras del maestro, se enjugaba las lágrimas con el mandil que traía puesto. No decía palabra, solo lloraba. En el horizonte el sol comenzaba a bajar pintando de rojo el gris -café de las pirámides, el arrugado rostro en llanto de la señora y la voz cadenciosa de Miguel León Portilla hablando náhuatl. El aire de la tarde tembló con una alta vibración espiritual y poética evocando los dioses antiguos… Nunca he olvidado ese regalo del maestro para sus jóvenes amigos y alumnos en la punta de la pirámide… Regreso al homenaje en Colombia al doctor Miguel León Portilla: en el pasaje Macondo del Fondo de Cultura Económica se montó una exposición con el título “Retratos del México Indígena” y se exhibió la película “La Carga” sobre la conquista de México.