Una de las grandes lacras que sufren las mujeres en este siglo en todo el mundo es la trata con fines de prostitución, entendiéndose ésta como “la práctica de mantener relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero o de otros beneficios económicos”. Por lo general los clientes de las prostitutas son hombres...
Podemos observar la práctica de la prostitución en las calles de las ciudades, bares, discotecas y hoteles de nuestro país. También en domicilios, en burdeles o prostíbulos y casas regenteadas por un proxeneta. Dicen que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo. Será, pero actualmente, la Organización Internacional del Trabajo nos da cifras en cuanto a la prostitución forzada. Nos dice que el 98% de las víctimas son mujeres y niñas y el 2% hombres y niños. El 79% tienen 18 años o más, mientras que el 21% tienen 17 años o menos...
Repasando la Declaración de la ONU sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, aprobada en 1993, leemos que en ella se reconoce la prostitución como una forma de violencia contra las mujeres...
La trata de personas también se ha vuelto un tema prioritario para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ya que las cifras conocidas muestran que hay cientos de miles de mujeres y niñas que son víctimas de la trata para explotación sexual a través de fronteras internacionales. Otro documento: la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer afirma que los estados miembros deberán tomar “todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres y explotación en la prostitución de la mujer”, ya que considera que la trata y la prostitución forzada son formas extremas de violencia contra las mujeres (art. 6). Afirma que “la prostitución y la explotación sexual generan el tráfico de personas” y “que los perpetradores gozan de una impunidad generalizada". El llamado Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que "los estados no tienen potestad para controlar, perseguir, someter a exámenes médicos, registrar o cobrar impuestos a las personas que estén en situación de prostitución y sí están obligados a perseguir a proxenetas y tratantes, como a generar políticas públicas para quienes quieran salir de la prostitución”. También establece que los estados firmantes del Convenio se comprometen a castigar a toda persona que, para satisfacer las pasiones de otra, utilice a una persona, aun con el consentimiento de tal persona...
¿Cuáles de todas estas recomendaciones de la ONU se llevan a cabo en nuestro país como políticas públicas? ¿Se combate la trata como un mal social que inhibe y deja secuelas imborrables en las personas que son violentadas en sus derechos humanos a causa de la prostitución? ¿Se acabaron las prostitutas en la Ciudad de México que se ponen en las calles de Villalongín, o de Insurgentes, o de los bares y antros de la Zona Rosa? ¿Qué políticas públicas ha adoptado nuestro país?
Es hora que pensemos en esas niñas, adolescentes, jóvenes y adultas privadas de su libertad y obligadas a ejercer la prostitución. Es responsabilidad del Estado liberarlas...
