El pasado 13 de agosto se cumplieron 499 años de la caída de la ciudad de México-Tenochtitlan a manos de las huestes que comandaba Hernán Cortés, formadas por ochocientos y pico de españoles, cincuenta mil tlaxcaltecas, más totonacos, huejotzincas, texcocanos encabezados por Ixtlilxóchitl y muchos más pueblos comarcanos tributarios de los aztecas que decidieron unirse a la causa de Hernán Cortés, gracias a los discursos que Malintzin, —llamada La Malinche por los españoles—, traducía a las lenguas vernáculas a nombre de Cortés…
Pues bien, el mismo jueves, al través de la página de Facebook de la Academia de la Lengua Mexicana, el arqueólogo e investigador emérito, doctor Eduardo Matos Moctezuma dio una conferencia en vivo sobre esta caída de la ciudad, y con ella, del imperio mexica que gobernaba Moctezuma y cuyo territorio abarcaba del sur de Michoacán hasta Nicaragua, lugar que los mexicas bautizaron así y que en náhuatl quiere decir “hasta aquí llegamos”…
Cuatro factores —como si se tratase de cuatro jinetes del Apocalipsis al decir del doctor Matos— se congregaron en la derrota de los mexicas, que el doctor enunció muy claramente: el sicológico, el económico político, el sanitario (la viruela batalló extraordinariamente bien al lado de los españoles) y el militar…
En lo sicológico, la creencia en un principio que los recién llegados eran el dios Quetzalcóatl que regresaba a tomar posesión de sus dominios, impulsó a Moctezuma a abrirles las puertas de Tenochtitlan y de sus tesoros…
Durante los seis meses que Cortés permanece como huésped de Moctezuma, se entera del gobierno y la política mexicana en el vasto territorio que rige como un autócrata…
En el terreno militar fue la compresión de las lenguas, el poder entenderse entre extranjeros y pueblos originarios, primero, por La Malinche que hablaba náhuatl, maya y otros idiomas y Jerónimo de Aguilar que conocía la lengua maya y el español. Gracias a esa comprensión, Cortés se dio cuenta de cómo los mexicas eran muy duros con los pueblos tributarios, tanto que éstos, para librarse de los mexicas, pactan con los españoles proporcionándoles víveres, lugares donde pernoctar y muchos guerreros para vencer ese dominio…
“La Malinche -señaló Matos Moctezuma a la colega Yaniret Yzrade -no fue traidora”. El considerarla traidora, “constituye uno de los mitos que deberían desterrarse” de la enseñanza de la Conquista. “Es muy común considerar que La Malinche y los tlaxcaltecas son traidores. No lo son por una razón: Malinche no era mexica (….) era de un pueblo cerca del actual Coatzacoalcos en Veracruz. Sabía de la expansión mexica con fines tributarios, entonces lo que ella estaba haciendo en todo caso era defender a su pueblo, igual que los tlaxcaltecas”…
Me encantó que el doctor Matos restaure en su verdadera dimensión la figura de La Malinche, como Elda Peralta y yo lo hacemos en una novela sobre la Lengua de Cortés, de próxima aparición.