/ lunes 15 de julio de 2024

Activismo vs mala planeación

Hablar de desarrollo urbano para algunos es sinónimo de problemas, conflicto entre vecinos y desarrolladores, opacidad en trámites, o bien, autoridades evadiendo su responsabilidad.

Además, al no ser expertos en el tema, es complicado conocer y revisar un sinfín de normas, leyes, reglamentos, decretos y otras cuestiones legales que pueden aplicar, o no, de forma diferente en cada caso.

Muchas personas intentan conocer si una construcción tiene permisos, cuál es el uso de suelo de un local, o el número de pisos permitidos en un inmueble, al enfrentar la realidad de no saber que autoridad es responsable, terminan desistiendo.

Sin embargo, ante omisiones o la aplicación discrecional de normas por parte de las autoridades, el activismo ciudadano ha cobrado relevancia para lograr un desarrollo urbano ordenado en la CDMX.

La semana pasada, hablé de los Certificados por Reconocimiento de Actividad que inventó este gobierno, puse de ejemplo casos donde, los mismos vecinos, han demostrado a SEDUVI que otorgó usos de suelo sin cumplir los requisitos.

Pero ese, no es el único mecanismo que dicha Secretaría utilizó en este gobierno para promover el desarrollo urbano, tiene facultad para otorgar cambios de uso de suelo y otras herramientas que facilitan desarrollos inmobiliarios.

Herramientas que, durante su campaña hace 6 años, Claudia Sheinbaum señaló como peligro para el desarrollo urbano, y las hizo responsables del “boom inmobiliario” del gobierno anterior.

Prometió revocar todos los “Polígonos de Actuación” que permitían pasar el número de pisos de un predio a otro, concediendo más altura y pisos adicionales a los permitidos.

¿Qué ocurrió después?

En la realidad nada cambió, muchos juicios que inició SEDUVI, la propia autoridad se desistió después, y en otros casos, se perdieron en favor de los desarrolladores… ¡Que conveniente!

Por otro lado, prometió revisar y transparentar los recursos de los “Sistemas de Actuación por Cooperación”, mejor conocidos como SAC´s, y el resultado es el mismo.

A la fecha, no solo se desconocen los montos, sino que, en el caso de Granadas, el dinero se utilizó para comprar trolebuses eléctricos que recorren una ruta fuera de las colonias, ¡vaya beneficio!

Lamentablemente, a pesar de sus intentos, la política de crecimiento de la CDMX en esta administración, no dio el resultado esperado.

Por un lado, en vez de garantizar vivienda a los capitalinos, se permiten desarrollos con costos inalcanzables, y muchas personas consideran imposible pagar una renta, mucho menos comparar.

Y por otro lado, si el costo no fuera importante, y se adquiera el cien por ciento de la vivienda construida en la CDMX, ésta no cubre las necesidades de todas las y los capitalinos.

La pregunta es: ¿fracasó el desarrollo urbano o la política de vivienda?

Hablar de desarrollo urbano para algunos es sinónimo de problemas, conflicto entre vecinos y desarrolladores, opacidad en trámites, o bien, autoridades evadiendo su responsabilidad.

Además, al no ser expertos en el tema, es complicado conocer y revisar un sinfín de normas, leyes, reglamentos, decretos y otras cuestiones legales que pueden aplicar, o no, de forma diferente en cada caso.

Muchas personas intentan conocer si una construcción tiene permisos, cuál es el uso de suelo de un local, o el número de pisos permitidos en un inmueble, al enfrentar la realidad de no saber que autoridad es responsable, terminan desistiendo.

Sin embargo, ante omisiones o la aplicación discrecional de normas por parte de las autoridades, el activismo ciudadano ha cobrado relevancia para lograr un desarrollo urbano ordenado en la CDMX.

La semana pasada, hablé de los Certificados por Reconocimiento de Actividad que inventó este gobierno, puse de ejemplo casos donde, los mismos vecinos, han demostrado a SEDUVI que otorgó usos de suelo sin cumplir los requisitos.

Pero ese, no es el único mecanismo que dicha Secretaría utilizó en este gobierno para promover el desarrollo urbano, tiene facultad para otorgar cambios de uso de suelo y otras herramientas que facilitan desarrollos inmobiliarios.

Herramientas que, durante su campaña hace 6 años, Claudia Sheinbaum señaló como peligro para el desarrollo urbano, y las hizo responsables del “boom inmobiliario” del gobierno anterior.

Prometió revocar todos los “Polígonos de Actuación” que permitían pasar el número de pisos de un predio a otro, concediendo más altura y pisos adicionales a los permitidos.

¿Qué ocurrió después?

En la realidad nada cambió, muchos juicios que inició SEDUVI, la propia autoridad se desistió después, y en otros casos, se perdieron en favor de los desarrolladores… ¡Que conveniente!

Por otro lado, prometió revisar y transparentar los recursos de los “Sistemas de Actuación por Cooperación”, mejor conocidos como SAC´s, y el resultado es el mismo.

A la fecha, no solo se desconocen los montos, sino que, en el caso de Granadas, el dinero se utilizó para comprar trolebuses eléctricos que recorren una ruta fuera de las colonias, ¡vaya beneficio!

Lamentablemente, a pesar de sus intentos, la política de crecimiento de la CDMX en esta administración, no dio el resultado esperado.

Por un lado, en vez de garantizar vivienda a los capitalinos, se permiten desarrollos con costos inalcanzables, y muchas personas consideran imposible pagar una renta, mucho menos comparar.

Y por otro lado, si el costo no fuera importante, y se adquiera el cien por ciento de la vivienda construida en la CDMX, ésta no cubre las necesidades de todas las y los capitalinos.

La pregunta es: ¿fracasó el desarrollo urbano o la política de vivienda?