Algunos organismos empresariales están volviendo la vista hacia la candidata, Xóchitl Gálvez, como la mejor opción para otorgarle su apoyo en la carrera hacia la sucesión presidencial 2024, porque no quieren otros seis años de amargura, frustración, enfrentamiento, por lo que entregarían su confianza a Xóchitl, quien ha mostrado abiertamente su tendencia proempresarial.
A esos empresarios Xóchitl Gálvez los invita a luchar y a “ponerse las pilas”; les pide que no la dejen sola y les recuerda que ella se está jugando todo; “me pude haber quedado en mi zona de confort como empresaria. Hacer dinero, estar tranquila y decidí dar la pelea por ustedes, por sus hijos, por su familia, les dijo a los agremiados a la Coparmex. ¡Los necesitó! Exclamó, y les sugirió separarse dos meses y medio de sus empresas y ponerse a hacer campaña, convencer a sus empleados (lo que supuestamente prohíbe la ley) de que voten por ella, y los ilusiona con el rollo de que juntos podemos construir ese país que soñamos, pero los necesito”. No sean timoratos, miedosos, mariquitas… les quiso decir; “pierdan el miedo o nos lleva el carajo”.
No es miedo, Xóchitl, es precaución, mascullaron algunos de los asistentes al evento, en donde le presentaron a la candidata su “Modelo de Desarrollo Inclusivo”, que es una copia corregida y aumentada de otros documentos que cada seis años presentan a los candidatos presidenciales, en donde exponen sueños, ilusiones, diagnósticos sobre el país y algunas reflexiones. Dicen los de Coparmex, por ejemplo, que hay que cancelar el paradigma de “empresas pobres y empresarios ricos”. Y se “echan un clavado” para” profundizar en nuestra realidad” que definen en tres pilares:
La dimensión política, donde dicen: hay un creciente desencanto y cuestionamiento hacia la democracia. N todo el mundo, pero particularmente en América Latina, emergen liderazgos carismáticos y populistas que no han resuelto los problemas de su país. La ausencia del Estado de Derecho propicia que los intereses políticos y económicos de algunos cuantos “capturen las instituciones para su beneficio personal”. (les dio medio ponerle nombre y apellido a ya saben quién, acotan los observadores).
La dimensión social, en donde afirman que, por sus condiciones de origen, la juventud no podrá mejorar su situación respecto a la de sus padres. Las condiciones de inequidad estructural alimentan la polarización y dificultan el diálogo social. (O se que el que nació pobre morirá pobre, quisieron decir los empresarios agrupados en la Coparmex).
La dimensión económica, se ha caracterizado en las últimas décadas el crecimiento ha sido desigual. Tenemos más ingresos en menos manos y un crecimiento de las brechas económicas entre personas, sectores y regiones. (el crecimiento económico mediocre que todos los que se sientan en la silla presidencial critican y prometen dejar atrás, pero cuando dejan al cargo dejan al país en la misma situación, y en ocasiones hasta peor, apuntan los observadores).
AL igual que los políticos, los empresarios de la Coparmex proponen “bonitas recetas” que requieren “muchos condimentos”, que no son fáciles de conseguir, para superar cada una de esas tres dimensiones.