En su sexto y último informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador presumió, entre otras cosas, el “rescate” de Pemex como parte de la soberanía energética. Lo que no mencionó es que la empresa, que alguna vez fue calificada como “la gallina de los huevos de oro negro”, la heredará con varios padecimientos crónicos no sólo financieros sino también de elaboración de crudo, de gasolinas y otros productos, como en ninguna administración la habían dejado.
Más allá de las finanzas de la otrora empresa productiva del Estado, hay quienes afirman que una tormenta se les avecina a los funcionarios de Pemex que ya preparan maletas para irse a despachar a otras dependencias del Gobierno, por una serie de señalamientos de corrupción y escándalos de los que ya le informaron a la próxima secretaria de Energía, al próximo director de la empresa y al “secretario florero” de Hacienda que repetirá en el gabinete de Claudia Sheinbaum.
A la susodicha serie se le suma la investigación conjunta que están llevando a cabo autoridades anticorrupción de Singapur y Estados Unidos en torno a la actuación de varios funcionarios que al parecer favorecieron a Sistemas Integrales de Compresión (Nuvoil) y a Coastal Contracts (empresa con sede en Malasia y Singapur), con el desvío de una fortuna de más de 150 millones de dólares en detrimento de la compañía Mexicana TRESE y un grupo numeroso de acreedores mexicanos a los cuales han intentado despojar del patrimonio que legítimamente les pertenece de manera ilícita.
Nos informan que en la Torre de Pemex ya recibieron un oficio del juzgado número 46 local de la Ciudad de México, en donde les hace saber que las medidas cautelares que éste otorgó a Coastal (medidas que sirvieron de mero pretexto) con el fin de que Nuvoil recibiera y desviara al menos 1,100 millones de pesos, nunca debieron de surtir efecto, por lo que lejos de liberar a Pemex del doble pago que pudiera haberse generado, lo obliga a resarcir el daño al haber sido utilizados a través de un recurso inválido y fehacientemente ilegal . Con esto, el daño patrimonial por más de 63 millones de dólares resulta evidente y la paraestatal tendrá que responsabilizarse de ello, así también los funcionarios tendrían responsabilidad administrativa y penal por ello.
Si a esto se le agrega que por otras vías a estas empresas (SIC de Nuvoil y Coastal de Malasia) se les han entregado de manera oscura y sospechosa más de 2,500 millones de dólares , (sí, leyó bien) , más de dos mil quinientos millones de dólares en adjudicaciones directas de Pemex en los últimos dos años, nos hace pensar que si en breve nombran a los funcionarios salientes en cualquier otra dependencia del gobierno, las susodichas compañías de la noche a la mañana podrían cambiar de giro para seguir aprovechando las relaciones de negocios que durante seis años “cultivaron”.
@LuisSotoAgenda
