Pues resulta que la red de corrupción integrada por renombrados despachos jurídicos, secretarios, jueces y magistrados , denunciada por el colega Hernán Gómez Bruera en su libro “Traición en Palacio, la justicia en tiempos de la 4T ” sigue operando de manera desvergonzada y con total impunidad .
No obstante la denuncia pública que a través de la distribución del libro se hizo de la red de corrupción judicial donde destacaron los casos más emblemáticos de la venta al mejor postor de impartición de justicia a modo, a través de suspensiones de amparo o medidas cautelares salpicadas corrupción , extorsión, tráfico de influencias y depravación de la justicia, nada parece perturbar la actividad de la susodicha red.
Pues resulta que otras víctimas de este grupo, son la empresa TRESE y sus más de 150 acreedores reconocidos en el concurso mercantil bajo el expediente 666/2016 del juzgado séptimo de distrito civil de la Ciudad de México. Sin embargo la férrea defensa de este grupo logró vincular a proceso al abogado Ramón “N”, protagonista de dicho libro y apoderado legal de la empresa Coastal Contracts en Mexico, sufriendo un revés no solo en una primera instancia sino también en una segunda instancia de apelación en su proceso penal.
Aún con esa loza en el lomo, ahora asoman la cabeza en dicho grupo más de diez abogados de todos los niveles dentro de Petróleos Mexicanos, (acomodados estratégicamente ahí por instrucciones giradas desde la consejería jurídica de la presidencia entre los años 2018 y 2019), quienes parecieran tener como objetivo trabajar de defensores de oficio de empresas afines al grupo que denuncia Gómez Bruera en su libro.
Asimismo, se asomó en la actuación de esta trama el juez 18 local de la Ciudad de México Marcial Enrique Terron Pineda, quien ni tardó ni perezoso sirvió de enlace entre Pemex y Nuvoil para que estos últimos intentaran hacer efectivo un billete de depósito puesto en caución por parte de Pemex al juzgado de su adscripción – dice la afectada-- pese a contar con resoluciones firmes en contra que le ordenaban al juez no entregar ese billete, así como una suspensión definitiva de amparo en el mismo sentido, órdenes que pasó por alto dejando tras de sí un rosario de posibles delitos, que muy seguramente lo alcanzarán más temprano que tarde, pues la Fiscalía General de la República, que tiene un apetito especial por todo lo relacionado con esa famosa red judicial .
La última palabra sobre este penoso asunto, que hemos comentado en diversas ocasiones en esta columna, la tiene el Cuarto Tribunal Colegiado Civil del Primer Circuito que, dicho sea de paso, siempre le corrige la plana a sus inferiores, balanceando la justicia conforme a estricto estado de derecho. Para fortuna de Trese y sus acreedores, con las tres Magistradas del susodicho Cuarto Tribunal se confirma aquel famoso dicho: “Aún hay jueces en Berlín”.
Y hablando de concursos mercantiles, los ”malosos de malolandia” afirman que el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, regresó a México, no lo que ustedes se imaginan, sino para operar algunos negocios, como el del ingenio azucarero Puga, a través de Fernando Aportela, quien fuera subsecretario del ramo durante su gestión. ¿Será?