/ martes 30 de junio de 2020

Ajo y Agua | No hay peor ciego que el que no quiere ver

Lo mejor que Hirving Lozano puede hacer es dejar al Napoli, equipo en el que dejaron de valorarlo y respetarlo desde la llegada de Gennaro Gattuso, quien, no obstante, comienza a cambiar su impresión sobre el mexicano, luego de que le ha demostrado tener suficientes amígdalas para crecerse al castigo y responderle dentro del terreno de juego

El futbol no entiende de berrinches ni caprichos, sin embargo, a lo largo de la historia podemos encontrar situaciones incomprensibles, como lo que actualmente le sucede a Hirving Lozano, quien dejó de ser la apuesta principal en el proyecto del Napoli.

En sólo 10 meses, el delantero mexicano pasó de ser el fichaje más caro en la historia del club, a ser incluido en la lista de jugadores transferibles para la próxima temporada, pese a que últimamente no se le han dados las oportunidades suficientes para mostrarse y convencer.

Los 42 millones de euros que el club italiano pagó por Lozano no coinciden con el trato que se le ha dado desde que Gennaro Gattuso fue presentado como técnico del equipo, en diciembre.

El ex volante del Milan lo hizo a un lado sólo porque, según él, Lozano no encaja en su planteamiento táctico, en el que los delanteros deben cumplir con labores defensivas.

Pero haberle ordenado que se retirara del entrenamiento, por supuestamente no mostrar suficiente determinación, debió ser la gota que derramó el vaso.

Desde ese momento, Lozano tendría que haberse planteado muy bien su futuro, si es que no lo ha hecho, con opciones como la del Manchester United y el Atlético de Madrid, pero, sobre todo, la del Everton, que actualmente es dirigido por Carlo Ancelotti, quien precisamente lo pidió como refuerzo del Napoli.

El futbol italiano nunca ha sido el mejor de los escenarios para el jugador mexicano, al menos no en comparación con el inglés y, sobre todo, el español, que, además, tienen ligas de mucho mejor nivel.

Reencontrarse con Ancelotti sería muy bueno para Hirving, ya que con él jugó 17 partidos entre agosto y diciembre, mientras que con Gattuso sólo ocho partidos hasta la fecha.

De aquel gol con el que debutó frente a la Juventus, al que firmó la semana pasada en contra del Hellas Verona, tras entrar de cambio en el minuto 84, muchas cosas han cambiado para el delantero mexicano quien incluso ha visto cómo se ha devaluado en el mercado de traspasos.

Pese a todo, Hirving ha demostrado tener la mentalidad ganadora que se necesita para crecerse al castigo y responder dentro del terreno de juego, como debe ser.

Ha aguantado en el banco de suplentes en total silencio y a la espera de los escasos minutos que se le han otorgado para intentar convencer.

Tan es así, que después del gol que anotó la semana pasada, Gattuso le dio más tiempo el domingo durante la victoria de 3-1 frente al SPAL, y no sólo eso, sino que hasta lo elogió por su gran velocidad.

“La velocidad de Hirving Lozano es una locura. Necesitamos ponerlo en el mejor lugar posible para que él aproveche”, comentó Gattuso al término del encuentro, dejando en claro lo equivocado que estaba, al considerar que el mexicano era incapaz de aportar algo positivo al equipo, sobre todo porque es un delantero que puede partir desde atrás, un poco más retrasado de la línea ofensiva para presionar la salida del rival, que es donde debe comenzar la defensiva de un equipo.

Ojalá que Lozano siga aprovechando las oportunidades que se le den de aquí a que concluya la temporada, que logre cambiar la idea que en Europa aún se tiene sobre el futbolista mexicano, pero que vaya pensando en cambiar de aires, eso sí, con la mente en alto.

Que dé las gracias y haga que se arrepientan de no haberlo valorado y respetado, para recuperar la etiqueta que se ganó en el PSV Eindhoven de Holanda, con el que conoció la gloria y en el que sigue siendo recordado.

¡Que te lo digo yo!

Lo mejor que Hirving Lozano puede hacer es dejar al Napoli, equipo en el que dejaron de valorarlo y respetarlo desde la llegada de Gennaro Gattuso, quien, no obstante, comienza a cambiar su impresión sobre el mexicano, luego de que le ha demostrado tener suficientes amígdalas para crecerse al castigo y responderle dentro del terreno de juego

El futbol no entiende de berrinches ni caprichos, sin embargo, a lo largo de la historia podemos encontrar situaciones incomprensibles, como lo que actualmente le sucede a Hirving Lozano, quien dejó de ser la apuesta principal en el proyecto del Napoli.

En sólo 10 meses, el delantero mexicano pasó de ser el fichaje más caro en la historia del club, a ser incluido en la lista de jugadores transferibles para la próxima temporada, pese a que últimamente no se le han dados las oportunidades suficientes para mostrarse y convencer.

Los 42 millones de euros que el club italiano pagó por Lozano no coinciden con el trato que se le ha dado desde que Gennaro Gattuso fue presentado como técnico del equipo, en diciembre.

El ex volante del Milan lo hizo a un lado sólo porque, según él, Lozano no encaja en su planteamiento táctico, en el que los delanteros deben cumplir con labores defensivas.

Pero haberle ordenado que se retirara del entrenamiento, por supuestamente no mostrar suficiente determinación, debió ser la gota que derramó el vaso.

Desde ese momento, Lozano tendría que haberse planteado muy bien su futuro, si es que no lo ha hecho, con opciones como la del Manchester United y el Atlético de Madrid, pero, sobre todo, la del Everton, que actualmente es dirigido por Carlo Ancelotti, quien precisamente lo pidió como refuerzo del Napoli.

El futbol italiano nunca ha sido el mejor de los escenarios para el jugador mexicano, al menos no en comparación con el inglés y, sobre todo, el español, que, además, tienen ligas de mucho mejor nivel.

Reencontrarse con Ancelotti sería muy bueno para Hirving, ya que con él jugó 17 partidos entre agosto y diciembre, mientras que con Gattuso sólo ocho partidos hasta la fecha.

De aquel gol con el que debutó frente a la Juventus, al que firmó la semana pasada en contra del Hellas Verona, tras entrar de cambio en el minuto 84, muchas cosas han cambiado para el delantero mexicano quien incluso ha visto cómo se ha devaluado en el mercado de traspasos.

Pese a todo, Hirving ha demostrado tener la mentalidad ganadora que se necesita para crecerse al castigo y responder dentro del terreno de juego, como debe ser.

Ha aguantado en el banco de suplentes en total silencio y a la espera de los escasos minutos que se le han otorgado para intentar convencer.

Tan es así, que después del gol que anotó la semana pasada, Gattuso le dio más tiempo el domingo durante la victoria de 3-1 frente al SPAL, y no sólo eso, sino que hasta lo elogió por su gran velocidad.

“La velocidad de Hirving Lozano es una locura. Necesitamos ponerlo en el mejor lugar posible para que él aproveche”, comentó Gattuso al término del encuentro, dejando en claro lo equivocado que estaba, al considerar que el mexicano era incapaz de aportar algo positivo al equipo, sobre todo porque es un delantero que puede partir desde atrás, un poco más retrasado de la línea ofensiva para presionar la salida del rival, que es donde debe comenzar la defensiva de un equipo.

Ojalá que Lozano siga aprovechando las oportunidades que se le den de aquí a que concluya la temporada, que logre cambiar la idea que en Europa aún se tiene sobre el futbolista mexicano, pero que vaya pensando en cambiar de aires, eso sí, con la mente en alto.

Que dé las gracias y haga que se arrepientan de no haberlo valorado y respetado, para recuperar la etiqueta que se ganó en el PSV Eindhoven de Holanda, con el que conoció la gloria y en el que sigue siendo recordado.

¡Que te lo digo yo!