Por infortunio, cuando suceden este tipo de atentados, sus interpretaciones, efectos, explicaciones y causas, son múltiples. Que van desde el más radical escepticismo hasta el desdén del mismo acto. Muy poco espacio queda para el análisis informado, para las posturas fundadas en datos y evidencias; las mismas autoridades se ven rebasadas y hasta Elon Musk participó ayer con varios twitts en donde pide la renuncia de la totalidad de los integrantes del Servicio Secreto y de los guardaespaldas privados de Donald Trump.
Desde ninguna posición es posible justificar lo sucedido el sábado pasado en Butler, Pensilvania. Ni aún, debido a las posturas del aún pre candidato de Partido Republicano, respecto de la libertad de poseer y portar armas, ni tampoco por sus posiciones beligerantes en contra de los migrantes y posturas ideológicas que él mismo califica como “comunistas”. En todo caso, lo sugerente ante una situación como la vivida ayer en Estados Unidos y los efectos que tendrá sobre su democracia, es que debe procurarse seguir por la ruta de la polarización. La escalada debe frenarse por todos y cada uno de los actores políticos, empresariales y mediáticos que tengan influencia en la opinión pública de ese país y a nivel internacional.
Además de esperar y desear la recuperación de la salud de Trump, lamentar la muerte de un asistente al mitin, también llama la atención la juventud del perpetrador del atentado: 20 años. En cuanto el aspirante a la candidatura del Partido Republicano, regrese a la actividad, es deseable que no lo haga a partir de una retórica radicalizada, de descalificación y sobre todo, que avance en el sentido de una abierta confrontación hacia el interior de la sociedad estadounidense. Recordemos que en los prolegómenos de su pre campaña, en varias ocasiones expresó que si él no ganaba, habría disturbios e incluso insurrecciones en su país. Ojala y no regrese por esa ruta.
En medio de la abierta prolongación de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, sobre todo luego del muy importante anuncio en la semana anterior, el día 10 con precisión, por parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte en su reunión en la ciudad de Washington, de financiar con poco más de 43 mil millones de dólares al Ejército de ese país para 2025, lo márgenes para una renovada crispación internacional, están abiertos. Sumemos ahora, el ambiente generado luego del atentado contra Donald Trump. Con mucha templanza y sobre todo, con responsabilidad es como deberán conducirse, como se señaló, los principales actores nacionales e internacionales, cuando está a punto de comenzar la campaña presidencial en Estados Unidos.
El manejo oportuno de la información en el atentado de ayer, como en situaciones similares: atentados terroristas, desastres naturales, graves accidentes, reclaman e incluso, exigen, que no quede lugar o espacio (o al menos el menor posible) a la especulación, suposiciones, teorías conspirativas y rumores. De allí que proporcionar a la opinión pública mediante un solo vocero, los avances constantes de las investigaciones, impiden en una muy buena medida la proliferación de las también conocidas, noticias falsas o alarmismos. En la semana que hoy inicia, veremos cómo se gestiona una crisis y si se sabe hacerlo. De otra manera, la escalada de la población será incontenible y con ello, la democracia de la potencia mundial predominante, estar en grave riesgo es estabilidad.
@JOPso