Por Sergio M. Alcocer
En el imaginario colectivo, el concepto de América Latina y el Caribe tiene acepciones tan diversas como la propia región. Las ideas de riqueza histórica, natural y cultural surgen inevitablemente a la par de imágenes representativas de populismo, desigualdad y debilidad de la capacidad estatal institucional. Por su historia compartida, existen grandes similitudes en el desarrollo, así como en y los consecuentes obstáculos que han enfrentado los países latinoamericanos. En conjunto, la riqueza, la diversidad e incluso los retos compartidos han moldeado una zona geográfica con enormes oportunidades para la inversión, el comercio y la innovación.
El título de este artículo hace alusión al nombre de la conferencia co-organizada por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) y Chatham House en la que participarán, hoy y mañana, líderes de los sectores público, privado y social en políticas públicas, economía y, análisis político y sector privado. El objetivo es abonar al entendimiento de la región América Latina, desentrañar la complejidad de los hechos más recientes que se han suscitado y evaluar los escenarios prospectivos. Prueba clara de la presencia global de la región es el hecho de que la Ciudad de México sea la anfitriona de esta edición de la conferencia anual de Chatham House sobre América Latina que se celebra, por primera vez, en una ubicación distinta al Reino Unido. Enseguida se anotan algunos datos que ilustran la relevencia y retos de la región.
Tradicionalmente, el mundo reconoce en los países latinoamericanos potencias del poder suave como es el caso de Perú y su gastronomía, por mencionar un ejemplo. La UNESCO señala que América Latina y el Caribe cuenta con 147 bienes inscritos en la lista del patrimonio mundial, además de más de 60 tradiciones, costumbres, técnicas artesanales, danzas y músicas designadas como patrimonio inmaterial de la humanidad. No cabe duda de la grandeza cultural y arquitectónica de la región; sin embargo, de acuerdo con el el Índice Elcano de Presencia Global, el mayor componente del poder suave de América Latina gira en torno al deporte, el turismo y la información, con bajos aportes de tecnología (1.,2%), educación (1.,4%) y ciencia (4.,3%).
La digitalización sigue siendo un tema pendiente que abre oportunidades a la industria. Hasta el momento, ningún país se vislumbra como líder en la agenda digital aunque es posible, por ejemplo, reconocer el crecimiento y dinamismo del sector fintech en Chile y Colombia. Paradójicamente, la crisis sanitaria evidenció el retraso en el tema, y aceleró la digitalización de la economía y los gobiernos, aunque se incrementó la brecha en acceso y uso de lo digital. Un ejemplo palpable lo tenemos en la educación. Para llegar a niveles de países de la OCDE en 2025, la región requiere inversiones de aproximadamente 480,000 millones de dólares lo cual representaría un crecimiento de 300%.
En sus más de 19 millones de km², la región cuenta con importantes reservas de recursos naturales. El 40% de la biodiversidad del planeta, el 25% de los bosques naturales y el 28% de las reservas mundiales de agua potable se encuentran en América Latina. Las reservas regionales de petróleo son el 20% del total mundial y están sólo por detrás de Oriente Medio. En este rubro destaca la industria del gas y el petróleo de Guyana cuyo reciente crecimiento ha procurado ir de la mano de políticas de sostenibilidad ambiental.
La CEPAL informó que la inversión en infraestructura??? sobre el PIB en la región representó sóolo el 19.,5% del PIB en 2021, porcentaje significativamente menor queal promedio mundial (26.,8%). Resulta de particular interés para la región la inversión en infraestructura pues ocupa un papel transversal para alcanzar las metas planteadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. La infraestructura es clave para reducir las desigualdades en el acceso y calidad en el mejoramiento de servicios de educación, transporte,; salud,; energía,; telecomunicaciones,; y agua y saneamiento. Los desequilibrios estructurales de la región están fuertemente marcados por servicios de infraestructura insuficientes e ineficientes.
Al día de hoy hay 55 empresas multinacionales de origen latino conocidas como multilatinas entre las 500 empresas más grandes del mundo. Prevalecen las oportunidades para fortalecer el comercio interregional pues nunca ha representado más del 21% de las exportaciones totales y en 2020 representó únicamente el 12%. Este fue el nivel más bajo que se ha registrado desde mediados de la década de 1980. La recuperación postpandemia se deberá basar en cooperación e, inversión nacional e internacionales, creación de empleo y énfasis en la sostenibilidad ambiental.
América Latina es la tercera región más poblada del mundo, después de Asia y África, e incluso cuenta con más habitantes que la Unión Europea. El bono demográfico es una característica compartida ya que la población joven es cercana a los 160 millones de personas; incluso, en la región y en algunos países, su proporción seguirá siendo muy significativa en las próximas décadas. Es necesario identificar las oportunidades que supone el bono demográfico y los desafíos que implica el envejecimiento de la población para obtener beneficios que se traduzcan en crecimiento económico, igualdad social, cultural y económica, así como y la sostenibilidad. La educación y el entrenamiento de la fuerza laboral frente a la Cuarta Revolución Industrial y las tecnologías exponenciales (o emergentes) son asuntos de la mayor importancia. Urge que la region transite a un modelo de sociedades del conocimiento con calidad y equidad de acceso.
Desde las transiciones democráticas en la década de los ochenta en la región, la corrupción, la falta de un Estado de derecho y la persistente desigualdad han mermado el valor que los ciudadanos de la región le otorgan a este sistema de gobierno. Latinobarómetro 2021 señala que la aprobación de la democracia como sistema de gobierno ha caído 14 puntos desde 2010. Esta tendencia se explica por la carencia de instituciones del Estado robustas, sumada a la desigualdad económica y la falta de crecimiento.
Los retos y oportunidades de la región han sido objeto de estudio desde hace décadas. Hoy debemos enfocar la atención en identificar acciones concretas que transformen los retos en soluciones y las oportunidades en iniciativas para que ambos abonen contribuyan al crecimiento y la prosperidad en la región. Este es el objetivo del diálogo que sostendremos este 23 y 24 de mayo en la conferencia “América Latina 2022: Política y Prosperidad Postpandemia”. Sabemos que los proyectos más exitosos nacen de la construcción de sinergias. Confiamos en que este espacio será un primer paso en la creación de novedosas iniciativas.
presidente del COMEXI
Nota
Para mayor información y registro al evento visite: https://www.chathamhouse.org/events/all/conference/latin-america-2022