En el marco del Tercer Informe de Gobierno, en Enkoll presentamos el Amlómetro, encuesta nacional realizada del 25 al 28 de agosto, donde registramos que el 59 por ciento de los mexicanos aprueban la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, frente al 38 por ciento que lo desaprueban.
La aprobación presidencial a mitad del sexenio tiene un desempeño similar al del Segundo Informe; sin embargo, la diferencia con el primer año es de 14 puntos menos de aprobación y 19 puntos más de desaprobación.
Este déficit de aprobación presidencial puede deberse a varias razones, principalmente al propio desgaste que genera gobernar y a la crisis económica desatada por la pandemia del COVID-19.
En febrero de 2019, cuando el presidente tenía sus mejores niveles de aprobación, para el 47 por ciento de los mexicanos, la inseguridad era el principal problema del país y sólo el 19 por ciento consideraban a la economía como lo más apremiante. Actualmente, la principal preocupación de los mexicanos, es la economía con el 43 por ciento, y el 23 por ciento la inseguridad.
Esto no quiere decir que las cifras reales de inseguridad en el país están bajando, simplemente, en este momento y ante los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, para los mexicanos es más apremiante atender la economía familiar, los bajos salarios y la falta de trabajo, que combatir la delincuencia.
Por ejemplo, el 51 por ciento de los ciudadanos afirma que la economía de los miembros de su hogar ha empeorado en los últimos seis meses y, en lo que respecta al empleo, el 56 por ciento reconoce que alguien de su hogar ha perdido su fuente de trabajo por la pandemia.
La población en edad productiva es la más afectada por el desempleo: los adultos jóvenes que se ubicaron en el intervalo de 25 y 34 años de edad (64 por ciento ha perdido su empleo) y las personas entre 35 a 44 años de edad (69 por ciento).
A la preocupación económica de los mexicanos, es necesario destacar el tema de la disparidad de la aprobación entre hombres y mujeres. En el comparativo histórico que realizamos desde octubre de 2018, hemos visto que los hombres aprueban en mayor medida al presidente, a diferencia de las mujeres. En este momento, el 61 por ciento de los hombres lo aprueban, frente al 57 por ciento de las mujeres.
Tanto en el Tercer Informe de Gobierno, como en los spots publicitarios que el Gobierno Federal ha difundido para promocionar lo que considera como sus principales logros, no está claro que desde la Presidencia de la República se le otorgue un lugar central a la crisis económica, el desempleo y la agenda en favor de la igualdad de género.
De cara a la segunda mitad de su sexenio, la oposición al gobierno sigue disminuida, Morena representa por tercer año consecutivo el principal partido político con el que se identifican los mexicanos. Actualmente 33 por ciento se identifican con Morena, 28 por ciento son apartidistas, 11 por ciento con el PAN, 9 por ciento el PRI, 4 por ciento Movimiento Ciudadano, 4 por ciento PRD y 3 por ciento PVEM.
Hay que tener en cuenta, además, que el excandidato presidencial Ricardo Anaya, quien es una figura clave del bloque opositor, carece de credibilidad ante la imputación de la Fiscalía General de la República, debido a que del 65 por ciento de los mexicanos que tiene conocimiento de las acusaciones en su contra, sólo el 18 por ciento cree en su inocencia.
En resumen, esta primera mitad del sexenio deja en claro tres cosas: la principal preocupación de la población es la economía, el presidente y su partido continúan encabezando las simpatías de los electores y los partidos de oposición siguen sin convencer a la mayoría de los mexicanos.
La fórmula para continuar con los altos índices de aprobación del presidente ha sido mantener su discurso y acciones enfocadas a los sectores más desfavorecidos, en su voto duro y alcanzable. En su último informe de gobierno, el ejecutivo destacó los logros de su política social con datos sobre la cobertura de la pensión a adultos mayores y menores de edad con discapacidad, las becas a estudiantes de bajos recursos y el apoyo al campo.
Para este sector de la población, Andrés Manuel López Obrador representa el primer mandatario que desde su candidatura ha dado prioridad a exponer sus necesidades. Otro punto sin duda relevante es la comunicación que ha mantenido de manera permanente a través de sus conferencias matutinas, este diálogo circular lo han situado como una figura omnipresente mediáticamente, lo cual le ha permitido reiterar cada día su mensaje.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador gobernar para un sector determinado de la población que representa su voto duro y alcanzable lo ha blindado y ha sido rentable para su partido político, mientras el presidente siga enfocado en su base es probable que continúen estos índices de aprobación, pero el presidente debe gobernar y voltear a ver a otros ciudadanos que pueden ser adversos a sus causas pero que podrían abonar al crecimiento y la integración del país.