No sólo el mercado financiero, sino también, el sector telecomunicaciones están nerviosos después del resultado electoral, preocupan: el eventual cambio de reglas, la extinción del actual órgano regulador y la disipación de un poder judicial que juzgue en forma independiente.
Aunado a lo anterior, esta semana hubo un trascendido donde representantes del equipo del futuro gobierno se reunieron con la Asociación Nacional de Telecomunicaciones, delineándose dos posiciones del nuevo gobierno: No bajar los precios del espectro radioeléctrico y otorgar asignaciones directas de espectro a empresas gubernamentales.
Esto significa que no habrá cambios en la política fiscal recaudatoria por la explotación de bandas del espectro y se mantendrá un modelo de subsidio a empresas estatales, en demerito del desarrollo y la competencia efectiva en el sector.
Queda también claro que el nuevo gobierno tendrá grandes presiones de gasto público ante el compromiso de seguir otorgando apoyos (que fue un factor clave para ganar votos), mantener las obras insignias y rescatar a las empresas “productivas” del Estado.
Durante este sexenio hemos tenido un modelo que no funcionó y no logró la conectividad de México, sería sumamente pernicioso seguir en la ruta de operadores gubernamentales a los que se “asigna” el espectro radioeléctrico, donde con el paso del tiempo solo dejaran “fierros” y se perderá el costo de oportunidad de que ese espectro se ocupe, tal y como sucedió con el dividendo digital de la banda 700.
Dicho de otro modo, no hay dinero o recursos públicos que alcancen, claramente no se pueden ver a los impuestos que aportan los contribuyentes y el espectro radioeléctrico como fuentes inagotables de fondeo, tarde que temprano se agotan.
Un claro ejemplo de ello, lo podemos ver en Estados Unidos de América (EUA) donde la semana pasada su órgano regulador anunció que, debido a la falta de fondos adicionales del Congreso, la agencia pondrá fin al Programa de Conectividad Asequible en este mes, dejando sin subsidios particularmente a hogares de escasos recursos y del ámbito rural.
A juicio de algunos comisionados americanos se “causará un daño real a millones de estadounidenses”, refieren que el programa de apoyos que se cancela ha sido eficaz para cerrar la brecha digital y más de 23 millones de hogares se beneficiaban, uno de cada seis hogares en EUA quedara sin acceso. Es importante mencionar que el anunció de cancelar el subsidio se da en un entorno electoral.
¿Qué pasará en México cuando se acabe o sea insuficiente el dinero público? Si una economía más grande y sólida toma esa decisión, que podrá pasar en una economía más inconsistente, con presiones de deuda y restricción de gasto. Es como la película “Cuando el destino nos alcance”, ya no habrá recursos y nos tendremos que comer unos a otros. Los impuestos y el espectro no son una fuente infinita de recursos, se requiere inversión privada.