La historia siempre da contexto, cuando se negoció el TLCAN en 1994 llevó a México a emprender las denominadas reformas liberales, cuando el TLCAN se convirtió en T-MEC en 2020 se hizo bajo el presupuesto de un México liberal y democrático, en la eventual revisión del TMEC serán otras las condiciones, las ideologías y los negociadores, en suma, en los noventa, el tratado originó reformas para ser concordantes, ahora las reformas 4T pueden llevar a ajustes o a la propia conclusión del tratado.
Quien sea el ganador moverá el tablero, y las jugadas que habrá de realizar el gobierno mexicano, incluso se podría prever que la reforma constitucional que elimina a los órganos autónomos (IFT, COFECE, INAI) se procesará en el Congreso hasta que haya mayor claridad sobre quien será el ganador de las elecciones americanas y su posición ante México. Lo mismo sucederá en el caso del TMEC, la nueva presidencia americana definirá sus prioridades y alcances en la revisión de ese tratado, que está programada para 2026.
Tanto Harris como Trump claramente coinciden en que el T-MEC debe revisarse, la primera ha externado su preocupación por aspectos ambientales, laborales y de seguridad, siendo senadora votó en contra del T-MEC cuestionando lo negociado por Trump; mientras que Trump, si bien negoció con la administración de Peña Nieto, siempre manifestó cierta inconformidad e impulso un mecanismo de revisión periódica, ahora amenaza con imponer aranceles (impuestos) a los productos mexicanos, la protección del sector automotriz americano y prohibir la entrada de productos chinos que lleguen o se produzcan en México, y por supuesto endurecer la política migratoria.
Es claro, tanto la política comercial como la decisión de extinguir a los órganos autónomos se ata con las elecciones americanas, debido a que la posición de nuestro principal socio comercial es el más trascendente contrapeso ante la concentración de poder que se está gestando en México.
El T-MEC establece un procedimiento de “revisión conjunta” sobre el funcionamiento del tratado, para revisar cualquier recomendación de los socios comerciales, sin embargo, los americanos están pensando en una renegociación, es decir una revisión más profunda y detallada. Recién el Presidente de la American Society of México reiteró la preocupación de los empresarios americanos por la extinción de los órganos autónomos, la reforma judicial, actos de expropiación, falta de mecanismos de resolución de conflictos, por lo que se podría plantear “una renegociación más que una simple revisión “.
No se debe de olvidar, que lo que sucede en Estados Unidos sin duda tiene impacto en México, hay una frase ampliamente conocida que refiere: “Pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos” o “Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos.” Estas expresiones cobran vigencia ante el desenlace de las elecciones entre Donald Trump y Kamala Harris, ya con el resultado electoral y en los meses por seguir se verá cual aplica.