/ viernes 21 de junio de 2024

Antena / La “mañanera” y la UNAM

La agenda política de México se encuentra hoy en día saturada por una serie de asuntos de importancia nacional, uno de ellos, es el presidencialismo, que hace décadas fue un tema tabú y que actualmente no es extraño leer o escuchar conversaciones al respecto. Por lo mismo, existen enfoques desde los más diversos ámbitos (jurídicos, políticos, económicos, etc.) que, si bien atienden a la naturaleza de su materia, parten de un punto de vista común: el presidente de la República es el centro de nuestro sistema político.

Sin duda, como lo señalará en su obra Daniel Cosío Villegas, “el estilo personal de gobernar” es el sello distintivo de cada titular del poder ejecutivo; en este sexenio, no hay nada que se exprese o se mueva que sea contrario al régimen presidencial, porque de inmediato existe una respuesta desde la "Mañanera", que ha resultado ser un modelo de comunicación exitoso para la actual administración y que no cualquiera lo puede lograr.

Un ejemplo, es el estudio realizado por diversos juristas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM sobre las 20 reformas enviadas por el Ejecutivo Federal al Congreso en febrero de este año. En particular causó "ruido" el análisis sobre la relativa al poder judicial.

El pronunciamiento presidencial es por la crítica de la opinión académica y a la vez reconoce que es ahí donde deben analizarse y discutirse los temas nacionales, “pero inviten, sí, escuchen a todos, no nada más los expertos; pues ya lo sabemos, cómo opinan…

En México, existe la libertad de pensamiento, opinión y expresión, y cualquier mexicano puede formular su parecer sobre un tema de interés nacional y no puede ser señalado o estigmatizado por ninguna autoridad; además de que existe la libertad de cátedra que garantiza la pluralidad y cualquier aportación universitaria es valiosa y deben considerarse en una decisión tan importante como lo es: el diseño de las instituciones de nuestro país.

Considero que vale la pena, que en las aulas universitarias se siga discutiendo y se sigan formulando argumentos a favor y en contra de las reformas presidenciales; no se entiende la postura de los directivos de la UNAM (evitar incomodar al poder o los impacto la figura presidencial), al claudicar la máxima casa de estudios a defender los principios y libertades que la sustentan. Estamos ahora en un contexto donde los ataques ya no son solo a periodistas, sino también a académicos.

La vida de la UNAM y los presidentes de México siempre ha estado vinculada y se ha dado bajo diversos matices, derivado de las circunstancias políticas de cada momento histórico; pero no hay que olvidar, que un buen número de presidentes han sido egresados de esta institución, que conocieron y saben cómo palpita el alma universitaria y que lo mejor es respetarla.

La agenda política de México se encuentra hoy en día saturada por una serie de asuntos de importancia nacional, uno de ellos, es el presidencialismo, que hace décadas fue un tema tabú y que actualmente no es extraño leer o escuchar conversaciones al respecto. Por lo mismo, existen enfoques desde los más diversos ámbitos (jurídicos, políticos, económicos, etc.) que, si bien atienden a la naturaleza de su materia, parten de un punto de vista común: el presidente de la República es el centro de nuestro sistema político.

Sin duda, como lo señalará en su obra Daniel Cosío Villegas, “el estilo personal de gobernar” es el sello distintivo de cada titular del poder ejecutivo; en este sexenio, no hay nada que se exprese o se mueva que sea contrario al régimen presidencial, porque de inmediato existe una respuesta desde la "Mañanera", que ha resultado ser un modelo de comunicación exitoso para la actual administración y que no cualquiera lo puede lograr.

Un ejemplo, es el estudio realizado por diversos juristas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM sobre las 20 reformas enviadas por el Ejecutivo Federal al Congreso en febrero de este año. En particular causó "ruido" el análisis sobre la relativa al poder judicial.

El pronunciamiento presidencial es por la crítica de la opinión académica y a la vez reconoce que es ahí donde deben analizarse y discutirse los temas nacionales, “pero inviten, sí, escuchen a todos, no nada más los expertos; pues ya lo sabemos, cómo opinan…

En México, existe la libertad de pensamiento, opinión y expresión, y cualquier mexicano puede formular su parecer sobre un tema de interés nacional y no puede ser señalado o estigmatizado por ninguna autoridad; además de que existe la libertad de cátedra que garantiza la pluralidad y cualquier aportación universitaria es valiosa y deben considerarse en una decisión tan importante como lo es: el diseño de las instituciones de nuestro país.

Considero que vale la pena, que en las aulas universitarias se siga discutiendo y se sigan formulando argumentos a favor y en contra de las reformas presidenciales; no se entiende la postura de los directivos de la UNAM (evitar incomodar al poder o los impacto la figura presidencial), al claudicar la máxima casa de estudios a defender los principios y libertades que la sustentan. Estamos ahora en un contexto donde los ataques ya no son solo a periodistas, sino también a académicos.

La vida de la UNAM y los presidentes de México siempre ha estado vinculada y se ha dado bajo diversos matices, derivado de las circunstancias políticas de cada momento histórico; pero no hay que olvidar, que un buen número de presidentes han sido egresados de esta institución, que conocieron y saben cómo palpita el alma universitaria y que lo mejor es respetarla.