En toda democracia se debe cuidar a sus periodistas y medios; recién la organización Alianza de Medios MX condenó el hecho de que el Ejecutivo Federal difundió el número telefónico de la periodista Natalie Kitroeff del diario norteamericano New York Times, la falta se cuestiona desde el punto de que son datos personales de una periodista que está trabajando y que se comunica bajo un principio de confianza, por lo cual sus datos personales que no deben ser divulgados.
Además, en un clima de hostigamiento, estigmatización y de agresiones a periodistas, la difusión de la información personal de comunicadores facilita que se formulen ataques y presiones en su contra, lo que puede redundar en una autocensura del periodista, es decir, prefiere no continuar con su trabajo ya que se ha visto expuesto y afectado; pero más allá de los inconvenientes de tener que evitar llamadas o mensajes de molestia luego de que sus datos han sido expuestos, tenemos que la sociedad pierde la oportunidad de conocer asuntos de interés público que están siendo investigados por los periodistas.
Tanto la libertad de prensa como la protección de datos personales son derechos constitucionales que debemos salvaguardar en nuestro país, son derechos de primer orden que garantizan la libre expresión y el derecho de opinar sobre asuntos de interés nacional, del mismo modo se debe proteger la privacidad e intimidad de las personas, al margen de su profesión.
Con motivo de lo anterior, en México se han expedido leyes para la protección de periodistas, así como leyes en materia de protección de datos personales, y debemos considerar que, en Estados Unidos, de donde es originaria la periodista, la protección a la libertad de expresión es una bandera que siempre ondea basándose en la “primera enmienda” de su Constitución.
La sociedad americana se caracteriza por una férrea defensa de dicha “enmienda”, estiman que es sano que haya pluralidad, discrepancia, opiniones adversas y críticas al gobierno, por lo que es inconcebible que haya ataques a medios y periodistas desde un régimen gubernamental.
En ese ultimo contexto, es posible que periodistas y organizaciones de ese país realicen algún pronunciamiento para defender a una de los suyos, pero más aún, para defender la libertad de prensa en la que creen; incluso, uno de sus Padres Fundadores, Thomas Jefferson señalaba que prefería “una prensa sin gobierno que gobierno sin prensa”; tal defensa puede ser sin menoscabo de algún señalamiento diplomático formal o informal que se haga sobre el caso.
Por tanto, estimo que el llamado que hace Alianza de Medios MX es conveniente y oportuno, debemos seguir dando garantías a la prensa, medios, comunicadores y periodistas en el sentido de que su importante labor social está protegida y de ningún modo se debe exponer a ataques, sarcasmos, molestias o revelar sus datos personales, lo que los expone -más- a lo que hoy en día están.