/ miércoles 8 de noviembre de 2023

APEC y la vinculación de México con Asia 

por Damián Martínez Tagüeña


En vísperas de la reunión anual de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), es válido preguntar cuál es el propósito del encuentro. Las “metas de Bogor” – los objetivos centrales del mecanismo – se adoptaron hace ya veintinueve años: liberalizar y facilitar el comercio y la inversión, y promover la cooperación técnica y económica. Desde entonces, las economías miembro declaran una y otra vez que están dando seguimiento y actualizan modestamente su alcance.

Esperar otra cosa de este foro es perder de vista su propósito. Desde su inicio, APEC aspiró a ser un espacio de diálogo sobre políticas públicas. Su inspiración no fue la Unión Europea, sino la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Su meta nunca ha sido la toma de decisiones supranacionales, sino la armonización, en lo posible, de las decisiones individuales de las economías participantes.

Que esas oportunidades de coordinación existan no es fácil. La tensión entre China y Estados Unidos, las dos mayores economías, a la alza en años recientes, no es nueva. La presencia rusa implica un manejo diplomático delicado. Los altibajos en las relaciones políticas entre otras economías, como Japón y la República de Corea, han sido más o menos constantes. Siempre hay complejidades asociadas a la participación de Hong Kong y Taipéi, así como a asuntos políticos regionales, como el mar de China del Sur.

Así, el punto focal de la cumbre en San Francisco será la participación del líder chino, Xi Jinping, y su eventual bilateral con su homólogo estadounidense, Joe Biden. Importantes escollos para ello parecen haberse superado, incluyendo la confirmación del líder hongkonés, John Lee, sujeto a sanciones estadounidenses, de que sí fue invitado y no asistirá. La decisión de Xi de recibir al gobernador de California, Gavin Newsom, fue una señal positiva. Si esos esfuerzos permiten distender en cierto grado la relación entre Washington y Beijing, la contribución de esta cumbre APEC será de amplio alcance.

En paralelo a este diálogo político, APEC ha generado algunas medidas técnicas que fomentan o permiten la armonización. La Tarjeta de Viaje para Personas de Negocios de APEC (ABTC) exime del requisito de visa para estancias cortas. El Sistema Transfronterizo de Protección de Datos (CBPR) incluye la certificación voluntaria de empresas para facilitar el comercio electrónico. Cada año, APEC financia más de cien proyectos de transferencia de conocimiento en temas como comercio e inversión, economía digital, y resiliencia económica. Existen otros ejemplos.

Son igualmente valiosos – y únicos – los espacios de participación del sector privado, la academia y la sociedad civil, tanto en APEC como en instituciones asociadas, incluyendo el Consejo para la Cooperación Económica del Pacífico (PECC). Representantes empresariales son incorporados a las deliberaciones sobre políticas públicas, lo que algunos países han sabido capitalizar más que en otros.

Para México, APEC ha sido un pilar fundamental en la vinculación con Asia-Pacífico. De no habernos sumado a este grupo en 1993, la experiencia asiática difícilmente hubiera sido un factor en el diseño de nuestras políticas públicas. Probablemente habríamos quedado al margen del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP). No existiría la densidad de vínculos con esos países que hay hoy entre autoridades gubernamentales, grupos empresariales, cámaras de comercio, expertos, e instituciones académicas. Si bien nuestra pertenencia a América del Norte es el factor central para atraer a inversionistas asiáticos, ello se potencia mediante el diálogo y la coordinación.

El 31 de enero de 1989 el entonces primer ministro de Australia, Robert Hawke, declaró ante asociaciones empresariales coreanas: “Lo que buscamos desarrollar es la capacidad de análisis y consulta en temas económicos y sociales, no como un ejercicio académico sino para ayudar a informar la formulación de políticas públicas de nuestros respectivos gobiernos”. Diez meses después se celebró la primera reunión de APEC, a nivel ministerial. La idea era buena entonces y lo es también ahora.


Consultor y miembro del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI). De 2016 a 2019 fue Cónsul General de México en Hong Kong.

@DMartinezT