“Fuego y furia” es la recopilación de más de 200 entrevistas que recogió el periodista Michael Wolff en el libro que ha puesto de cabeza al presidente de Estados Unidos.
El éxito editorial tanto impreso como en el formato electrónico que ha llegado a todo el mundo coloca a la publicación sólo como un best seller y no como una investigación de fondo, pues tiene en este sentido muchas carencias. Incluso algunos de los entrevistados o quienes fueron consultados, han comenzado a desdecirse o a asegurar que no dijeron lo que Wolff afirma.
En lo personal considero que las consecuencias poco irán más allá del escándalo, porque además tiene una serie de pasajes que caen en describir comportamientos sin ninguna trascendencia como el hecho de cuántas hamburguesas come al día el Presidente o de sus cirugías e injertos capilares; aunque no dudo que muchos de sus simpatizantes y maldicientes se regodeen de ello.
El cuanto a los aspectos político y económico que presenta el autor no hay novedades puesto que no desvela nada de lo que durante el primer año de la gestión de Trump hayamos oído o conocido. Sin embargo, su relativa importancia radica en la reacción del personaje principal, y de que su contenido servirá a sus opositores para presionar para una investigación formal para un eventual impedimento de su mandato, y acusaciones a miembros de su equipo y de su familia por presuntas irregularidades durante su campaña.
Ahora Trump se empeña en tratar de contener las reacciones por nimias que sean y nuevamente recurre a acusar al autor del libro de propagar falsedades, sobre todo en lo concerniente a su familia. Ha sido de tal virulencia su reacción, que ha amenazado a la editorial y al autor de demandarlos. Pero no sería la primera ocasión, puesto que ha arremetido en contra de periódicos de gran prestigio que han ventilado algunas de las actividades más delicadas como el hecho de sus conexiones rusas para ganar las elecciones presidenciales.
Lo anterior suena exagerado en un país que se jacta de la libre expresión de las ideas; pero esto sí refleja al verdadero Trump con una muestra más de sus actitudes autoritarias y egocéntricas, como el hecho de calificarse a sí mismo como un gran empresario, emprendedor y multimillonario que a la primera ganó la Presidencia de Estados Unidos: “un genio político” según lo describió uno de sus principales asesores.
Al interior, Trump está llevando a su país a momentos muy difíciles que pueden desatar serias repercusiones domésticas, pero con un impacto internacional.
En lo que es un hecho que este “genio” está llevando al mundo a un caos que ha desatado una serie de reacciones y conflictos locales y regionales en varias partes del mundo, lo que sí es muy preocupante para la endeble estabilidad global.
Académica de la UNAM