/ miércoles 11 de septiembre de 2024

Áreas Naturales Protegidas: base de un futuro sostenible

Por Lina Pohl

Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de México no son únicamente espacios para la conservación de la biodiversidad; son pilares fundamentales para asegurar el bienestar de las comunidades que dependen de ellas. Estas áreas no solo conservan especies y ecosistemas, sino que proporcionan recursos esenciales y servicios ambientales que sostienen la vida y las economías locales.

La conservación inclusiva va más allá de la protección ambiental: es también una cuestión de justicia social. El Proyecto VIDA: "Implementación y Fortalecimiento de la Gestión Sostenible de Áreas Naturales Protegidas", una iniciativa conjunta de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha sido clave para fortalecer la gestión y el manejo de las ANP, asegurando que los beneficios de la conservación lleguen a todas las personas, especialmente a aquellas cuyas vidas están directamente ligadas a estos territorios.

El objetivo del Proyecto VIDA es claro: mejorar el uso sostenible de los recursos naturales, consolidar relaciones institucionales y optimizar la efectividad de manejo. A través de alianzas estratégicas, se busca crear conectividad biológica y proteger la biodiversidad y la riqueza natural de México, al mismo tiempo que se empodera a las comunidades locales para que sean agentes activos en la gestión de su propio entorno.

Con equipos distribuidos en 9 direcciones regionales y 65 Áreas Naturales Protegidas (ANP), el Proyecto VIDA ha fortalecido la capacidad institucional para gestionar estos espacios clave. Una de sus contribuciones más importantes ha sido la elaboración de 27 programas de manejo, documentos estratégicos que guían la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales en las ANP. Estos programas se desarrollaron integrando de manera efectiva la voz de las comunidades locales, a través de 27 procesos de consulta pública y 50 reuniones informativas, asegurando que las decisiones sobre la gestión de las ANP respondan a las necesidades y conocimientos de quienes dependen directamente de estos territorios.

La inclusión y participación comunitaria son fundamentales en el enfoque del Proyecto VIDA. Este compromiso se refleja en la creación de un Manual de Consentimiento Libre, Previo e Informado, que asegura la participación efectiva de los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas en la toma de decisiones sobre el manejo de sus territorios. Esta gobernanza inclusiva fortalece la protección del capital natural y cultural de México, mientras empodera a las comunidades para que asuman un rol activo en la gestión sostenible de las ANP.

El Proyecto VIDA convierte a las ANP en verdaderos laboratorios vivos de sostenibilidad. La metodología innovadora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para el desarrollo de Redes de Emprendimiento y Negocios Inclusivos ha demostrado ser un motor efectivo de cambio en diversas ANP de la Región Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur. Este enfoque, implementado con éxito en las Reservas de la Biósfera El Triunfo, La Sepultura, y Selva El Ocote, así como en el Área de Protección de Recursos Naturales La Frailescana, no solo fortalece las capacidades locales, sino que también fomenta un desarrollo sostenible verdaderamente inclusivo.

VIDA ha dejado una huella indeleble en la conservación de México. Con su apoyo, se han decretado 40 nuevas Áreas Naturales Protegidas y modificado dos decretos existentes, protegiendo más de 3.5 millones de hectáreas en 18 estados. Además, se han certificado 76 Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), sumando 635,000 hectáreas adicionales en 20 estados. Estos decretos se desarrollaron con la participación de las comunidades locales a través de 43 procesos de consulta pública y 249 reuniones informativas. Este proceso de consulta ha integrado las necesidades y conocimientos de quienes dependen directamente de estos territorios, promoviendo una gestión más equitativa y sostenible de estas nuevas áreas protegidas.

En total, hasta hoy se protegen 226 ANP y 595 ADVC, marcando un hito histórico: este sexenio ha sido el que más ANP ha decretado en la historia de México. Estas acciones refuerzan la representatividad ecológica y mejoran la conectividad ecosistémica, asegurando que estos territorios continúen siendo baluartes de biodiversidad.

La conservación sirve para proteger el presente y preparar a las futuras generaciones. El programa Guardianas y Guardianes del Territorio, respaldado por el Proyecto VIDA, forma a jóvenes líderes en la conservación de sus comunidades. Tras un riguroso proceso formativo en el "Centro de Educación Ambiental y Cultural Muros de Agua José Revueltas" en Islas Marías, estos jóvenes regresan a sus comunidades equipados con las herramientas necesarias para liderar proyectos de conservación, desde el monitoreo de especies en peligro, como la Vaquita Marina, hasta la restauración de ecosistemas vitales como el Área de Protección de Recursos Naturales Lago de Texcoco.

El trabajo conjunto de la FAO y la CONANP en el Proyecto VIDA demuestra que la conservación y la producción pueden ser aliados en la construcción de un futuro sostenible. Con cada hectárea protegida y cada comunidad fortalecida, nos acercamos más a un mañana en el que la biodiversidad y el bienestar humano coexistan en equilibrio.

Porque, al final, conservar produciendo y producir conservando no es solo una idea; es la base de un futuro sostenible, donde una producción más responsable, una nutrición más saludable y un medio ambiente más equilibrado den como fruto una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.


Por Lina Pohl

Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de México no son únicamente espacios para la conservación de la biodiversidad; son pilares fundamentales para asegurar el bienestar de las comunidades que dependen de ellas. Estas áreas no solo conservan especies y ecosistemas, sino que proporcionan recursos esenciales y servicios ambientales que sostienen la vida y las economías locales.

La conservación inclusiva va más allá de la protección ambiental: es también una cuestión de justicia social. El Proyecto VIDA: "Implementación y Fortalecimiento de la Gestión Sostenible de Áreas Naturales Protegidas", una iniciativa conjunta de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha sido clave para fortalecer la gestión y el manejo de las ANP, asegurando que los beneficios de la conservación lleguen a todas las personas, especialmente a aquellas cuyas vidas están directamente ligadas a estos territorios.

El objetivo del Proyecto VIDA es claro: mejorar el uso sostenible de los recursos naturales, consolidar relaciones institucionales y optimizar la efectividad de manejo. A través de alianzas estratégicas, se busca crear conectividad biológica y proteger la biodiversidad y la riqueza natural de México, al mismo tiempo que se empodera a las comunidades locales para que sean agentes activos en la gestión de su propio entorno.

Con equipos distribuidos en 9 direcciones regionales y 65 Áreas Naturales Protegidas (ANP), el Proyecto VIDA ha fortalecido la capacidad institucional para gestionar estos espacios clave. Una de sus contribuciones más importantes ha sido la elaboración de 27 programas de manejo, documentos estratégicos que guían la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales en las ANP. Estos programas se desarrollaron integrando de manera efectiva la voz de las comunidades locales, a través de 27 procesos de consulta pública y 50 reuniones informativas, asegurando que las decisiones sobre la gestión de las ANP respondan a las necesidades y conocimientos de quienes dependen directamente de estos territorios.

La inclusión y participación comunitaria son fundamentales en el enfoque del Proyecto VIDA. Este compromiso se refleja en la creación de un Manual de Consentimiento Libre, Previo e Informado, que asegura la participación efectiva de los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas en la toma de decisiones sobre el manejo de sus territorios. Esta gobernanza inclusiva fortalece la protección del capital natural y cultural de México, mientras empodera a las comunidades para que asuman un rol activo en la gestión sostenible de las ANP.

El Proyecto VIDA convierte a las ANP en verdaderos laboratorios vivos de sostenibilidad. La metodología innovadora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para el desarrollo de Redes de Emprendimiento y Negocios Inclusivos ha demostrado ser un motor efectivo de cambio en diversas ANP de la Región Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur. Este enfoque, implementado con éxito en las Reservas de la Biósfera El Triunfo, La Sepultura, y Selva El Ocote, así como en el Área de Protección de Recursos Naturales La Frailescana, no solo fortalece las capacidades locales, sino que también fomenta un desarrollo sostenible verdaderamente inclusivo.

VIDA ha dejado una huella indeleble en la conservación de México. Con su apoyo, se han decretado 40 nuevas Áreas Naturales Protegidas y modificado dos decretos existentes, protegiendo más de 3.5 millones de hectáreas en 18 estados. Además, se han certificado 76 Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), sumando 635,000 hectáreas adicionales en 20 estados. Estos decretos se desarrollaron con la participación de las comunidades locales a través de 43 procesos de consulta pública y 249 reuniones informativas. Este proceso de consulta ha integrado las necesidades y conocimientos de quienes dependen directamente de estos territorios, promoviendo una gestión más equitativa y sostenible de estas nuevas áreas protegidas.

En total, hasta hoy se protegen 226 ANP y 595 ADVC, marcando un hito histórico: este sexenio ha sido el que más ANP ha decretado en la historia de México. Estas acciones refuerzan la representatividad ecológica y mejoran la conectividad ecosistémica, asegurando que estos territorios continúen siendo baluartes de biodiversidad.

La conservación sirve para proteger el presente y preparar a las futuras generaciones. El programa Guardianas y Guardianes del Territorio, respaldado por el Proyecto VIDA, forma a jóvenes líderes en la conservación de sus comunidades. Tras un riguroso proceso formativo en el "Centro de Educación Ambiental y Cultural Muros de Agua José Revueltas" en Islas Marías, estos jóvenes regresan a sus comunidades equipados con las herramientas necesarias para liderar proyectos de conservación, desde el monitoreo de especies en peligro, como la Vaquita Marina, hasta la restauración de ecosistemas vitales como el Área de Protección de Recursos Naturales Lago de Texcoco.

El trabajo conjunto de la FAO y la CONANP en el Proyecto VIDA demuestra que la conservación y la producción pueden ser aliados en la construcción de un futuro sostenible. Con cada hectárea protegida y cada comunidad fortalecida, nos acercamos más a un mañana en el que la biodiversidad y el bienestar humano coexistan en equilibrio.

Porque, al final, conservar produciendo y producir conservando no es solo una idea; es la base de un futuro sostenible, donde una producción más responsable, una nutrición más saludable y un medio ambiente más equilibrado den como fruto una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.