¿Qué tienen en común el expresidente Barack Obama, el rapero Snoop Dogg, el actor Arnold Schwarzenegger y la cantante Alicia Keys? Todos buscan atraer al mayor número posible de los 245 millones de estadounidenses en edad de votar para registrarse en línea y puedan emitir su sufragio en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos el 3 de noviembre próximo, incluso que voten anticipadamente.
Es a través de las plataformas sociales Facebook (con Instagram y Messenger), Snapchat, Twitter y YouTube y de Google como las celebridades están decididas a abatir las diferencias sociales, económicas y cívicas que las más de las veces terminan por consolidar al abstencionismo como el gran ganador de las elecciones en aquel país. Y pareciera que están logrando que 2020 sea diferente en muchos aspectos.
Se estima que las personas de color y los latinos tienen tres veces mayores dificultades que la población blanca al momento de registrarse y emitir su sufragio (The Atlantic, 2018). De ahí la relevancia que, con el tiempo en contra pues el 19 de octubre concluye el registro, han logrado en conjunto el registro de 3 millones de nuevos electores, 80% de ellos menores de 30 años, de los cuales la generación Z (de 18 a 23 años) y los Millennials (24-39 años) prefieren al candidato presidencial demócrata Joe Biden sobre el republicano Donald Trump en una proporción de dos a uno.
A ello se suman las inesperadas largas filas de ciudadanos a las afueras de los ayuntamientos para poder emitir de forma adelantada su voto.
Los estados republicanos Texas, Arizona, Florida, Georgia y Carolina del Norte concentran gran parte de los nuevos registros.
El grueso de la población estadounidense sabe lo que está en juego en la elección que, a diferencia de anteriores ocasiones se ha venido realizando de manera callada pero permanente a través del voto adelantado y de plataformas sociales, no sólo para su país, sino para el mundo entero. Por ello, empresarios como Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, han doblado la inversión de 400 millones de dólares que ha hecho el Capitolio para que los estados con el sistema electoral más atrasado puedan adquirir nueva infraestructura electoral y disminuyan las posibilidades de vulnerabilidades.
Las plataformas que hace cuatro años contribuyeron de manera decidida al triunfo de Trump con la difusión de noticias falsas, hoy parece que están decididas a corregir sus errores y ponen de su parte para frenar información imprecisa, al tiempo de contribuir a la toma de consciencia sobre el deber cívico de votar.
Se trata de la apropiación de las herramientas de la tecnología por parte de la democracia.
Ya era hora.
@jlcamachov