José Abugaber Andonie
Presidente de la CONCAMIN
Siempre he sido optimista sobre el crecimiento económico de nuestro país para este año. Desde que el Ejecutivo Federal envió su propuesta de Paquete Económico 2023 a la Cámara de Diputados con una estimación de crecimiento del 3 por ciento, afirmé que ese número era posible.
Y no solo eso, aseguré en diversas ocasiones que el crecimiento podría ser mayor, sobre todo por un entorno internacional y geopolítico que impulsa la relocalización de las empresas, las cuales están llegando a México con los beneficios económicos que ello implica.
El lunes pasado, el INEGI publicó que, en el primer semestre de 2023 el Producto Interno Bruto registró un crecimiento anual de 3.6 por ciento, lo que nos habla del buen momento por el que atraviesa la economía nacional, gracias al esfuerzo de los sectores productivos y un entorno macroeconómico favorable con finanzas públicas sanas y una política monetaria prudente.
¿Qué otros factores están haciendo fuerte a la economía mexicana? Desde luego el buen desempeño de la economía estadounidense, misma que sorprendió con un crecimiento de 2.4 por ciento en el segundo trimestre del año. Además, del buen desempeño de la Secretaría de Economía para atraer inversión extranjera, la cual recientemente anunció la creación de una Ventanilla Única para Inversionistas.
¿Y qué papel juega la industria en el crecimiento económico? Pues es fundamental, porque el sector secundario ha crecido de manera sistemática. De acuerdo con el INEGI, el PIB de las actividades secundarias aumentó 2.6 por ciento anual en el segundo trimestre del año.
Es una cifra relevante dado el peso específico que tiene la industria para el desarrollo económico de nuestro país.
Solo como un repaso de lo que las 125 Cámaras y Asociaciones que conforman la CONCAMIN aportan a la economía: el 40 por ciento del PIB; el 52 por ciento de los empleos formales registrados en el IMSS y el 90 por ciento de las exportaciones totales del país.
Esa es la gran aportación de la CONCAMIN y lo que la convierte en el baluarte de la economía nacional. Pero no nos detenemos, porque la industria confederada trabaja día con día para ser todavía más productiva, a fin de crecer y ser factor fundamental en el bienestar de las familias mexicanas.
Al inicio del año, muchos especialistas no compartían el optimismo que en la industria sí teníamos; sin embargo, con las cifras dadas a conocer por el INEGI muchos han subido su estimación sobre el crecimiento de la economía y ahora ven factible alcanzar el 3 por ciento.
Un ejemplo es JP Morgan, el cual estimaba un crecimiento del 2.9 por ciento, pero ahora considera que la economía mexicana llegará al 3.2 por ciento del PIB. Y así podríamos ir viendo como los bancos, los analistas y las calificadoras han incrementado sus estimaciones de crecimiento, lo cual es una buena noticia, porque significa que tenemos una economía fuerte y en franco ascenso.
Pero las buenas noticias no deben hacernos caer en el conformismo. Tenemos que seguir tabajando para impulsar la economía mexicana. Es urgente resolver temas como el garantizar el abasto de energía eléctrica y que un porcentaje de ésta provenga de cuentes confiables.
Estoy seguro de que si hacemos lo correcto para aprovechar las oportunidades que nos ofrece el nearshoring nuestro país crecerá, en los próximos años, a tasas mayores al 4 por ciento.
México es un país que siempre sale adelante ante los problemas que enfrenta. Esta vez fue la pandemia lo que provocó que la economía se paralizara, pero gracias al trabajo de la industria, las empresas, el gobierno, y al esfuerzo de todos los mexicanos, es que ahora podemos ser optimistas y esperar un mejor futuro. Porque…todos somos México.