/ domingo 5 de noviembre de 2017

CdMx, reconstrucción política

Veinte años de una serie de acontecimientos que han agotado la paciencia ciudadana en la capital de la República. La Ciudad de México, antes Distrito Federal desde 1997, ha tenido que sobrevivir a la improvisación trienal sobretodo en el funcionamiento de la administración pública, cuyo talón de Aquiles han sido las delegaciones donde el control político y la merma presupuestal, han frenado el desarrollo institucional a tal grado que los gobiernos centrales, fueron concentrando funciones y atribuciones, así como el manejo presupuestal.

Los gobiernos de seudoizquierda se han dedicado a concesionar la operación de servicios públicos, han instrumentado una nueva forma de encarecer el funcionamiento de la administración y a cobrarle a los ciudadanos por estacionarse en vía pública, obtener ingresos de acciones facistas como la colocación de arañas, imposición desmedida e irracional de multas, han destrozado el flujo de grandes vialidades e impuesto un servicio público de transporte a donde los ciudadanos simplemente arriesgan la vida.

Han creado empresas públicas como capital en movimiento o fideicomisos como los de los segundos pisos o la líneas 12 del metro o para mejorar los CETRAMS y en todos los casos, algunos se han extinguido y/o se han ocultado las grandes cantidades de recursos y su manejo; la propia Asamblea Legislativa en época de la señora Barrales, operó un fideicomiso para educación que resultó una sangría de los excedentes del Órgano Legislativo, manejo desconocido de los millones involucrados en la elaboración de una Constitución y los detalles a cuanto ascendió la logística y todos los actos que realizo el gobierno central alrededor de estos acontecimientos.

Miles de millones asignados a la Secretaría de Seguridad Pública que quedan obsoletos ante los delitos como narcomenudeo, derecho de piso a los atracos en todos los modos y medios de transporte público, así como la tolerancia de los pantera, impunes desde tiempos de Cárdenas.

En todas las delegaciones, los deportivos y salones concesionados para negocios propios o de familiares de los jefes delegacionales, el servicio de limpia o de parques y jardines solicita dinero a los vecinos para poder recibir o atender sus demandas. Casos inexplicables en que se promovía a la Ciudad de México como la feria de sexo más grande del mundo, anunciada en el METRO donde familias enteras y mayor número de pasajeros se atiende, Marcelo Ebrard lo permitió, como quedaron impunes el asesinato de jóvenes en dos antros tolerados uno en GAM y el otro en la delegación Cuauhtémoc.

Es probable que existan más grúas y carritos con arañas que ambulancias y carros tanque de bomberos, es probable que las patrullas sean alquiladas así como una inmensa parte del parque vehicular. La izquierda ha intentado desaparecer los mercados públicos y ha privilegiado la aparición de tiendas de conveniencia.

Los Jefes delegacionales y los responsables de sector, permiten el narcomenudeo en tianguis, los ministerios públicos son lugares de tormento para el ciudadano y de comodidad para la delincuencia que se aprovecha del temor, las amenazas y la ignorancia para ganar impunidad.

Hoy ya no se llama PRD, son MORENA lo mismo pero más barato, políticos sin escrúpulos que quieren sangrar los recursos de la Ciudad, tienen 20 años mintiendo y hoy con su nueva piel pretenden obtener el voto, aún cuando ridículos culpan todavía al PRI de su ineficiencia, basta ver su codicia y cinismo.

Al tiempo

 

ExLegislador

jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx