Una protesta es una de las maneras en las que las personas hacen escuchar su voz. Ciudadanos inconformes con la inseguridad, o con alguna política, se organizan y salen a las calles a presionar a la sociedad y a las autoridades. Por ejemplo, durante el 8M, miles de mujeres salen a las calles a protestar contra la violencia de género, la desigualdad y la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres. Una protesta es reflejo de malestar social y que algunas personas quieren cambiarlo. En Chile, por ejemplo, el “Estallido Social” que inició por un alza en las tarifas del transporte público en 2019 cambió por completo el panorama político de ese país. El paro nacional en Colombia de 2021, la Primavera Árabe entre 2010 y 2012 o las recientes protestas en Francia contra el cambio en el sistema de pensiones son reflejo de un contexto adverso.
En México se registraron poco más de seis mil protestas durante 2022, según datos de Armed Conflict Location & Event Data Project (ACLED), una plataforma que registra eventos relevantes a nivel mundial, como protestas y violencia contra civiles, a partir de la información reportada por medios locales y nacionales. En promedio, se realizan poco más de 16 protestas diariamente en México. No todas las protestas son multitudinarias, como las protestas de académicos y estudiantes del CIDE, pero reflejan malestar. pero sin duda son reflejo del malestar social. Gran parte de las protestas se realizan de lunes a viernes. Por ejemplo, en un jueves se realizan en promedio 30 protestas en todo México, mientras que, en un sábado, se realizan solo siete.
Si se considera el número de protestas por cada cien mil habitantes es posible obtener un indicador comparable entre estados muy poblados como el Estado de México y estados más pequeños, como Nayarit. Ese indicador es una medición del malestar social. Y los datos son muy reveladores: por ejemplo, Guerrero es el estado con mayor malestar social, con casi 21 protestas por cada cien mil habitantes durante 2022, seguido por Campeche (con 15 protestas por cada cien mil habitantes), y Baja California Sur (13 protestas por cada cien mil habitantes). La población de Guerrero salió a las calles a manifestarse casi cinco veces más que el promedio nacional. No solo Guerrero es el estado con mayor malestar social durante 2022, sino que además, ese malestar va en aumento. Durante 2019 en Guerrero hubo menos de una protesta al día en todo el estado, pero en 2022 hay más de dos protestas diarias. En contraste, los estados con menor malestar social durante 2022 fueron Querétaro y Aguascalientes, pues tuvieron poco menos de una protesta por cada cien mil habitantes.
Medir cuántas veces salen las personas a las calles es una manera clara de cuantificar el malestar social. A nivel nacional, el malestar social va en aumento. Entre 2019 y 2022 el número de protestas en el país aumentó 24%. Además, los estados en los que se realizan más protestas son aquellos que tienen severos problemas sociales, como desigualdad, inseguridad y falta de acceso a servicios de salud. Recientemente presentamos los resultados del Índice de Prosperidad de México en el que combinamos indicadores sociales para medir el nivel de prosperidad de los estados del país. Dentro de los indicadores más innovadores se encuentra la medición del malestar social a través del número de protestas por cada cien mil habitantes. La cantidad de protestas se pueden pensar como un termómetro, que nos indica qué tanto la sociedad tiene la urgencia de cambiar sus condiciones. Y lo que resulta de nuestro estudio es que los estados con más protestas son los que tienen menor prosperidad.
Rafael Prieto-Curiel
Es investigador postdoctoral en el Complexity Science Hub en Viena. Trabaja para la OCDE, en donde realiza análisis sobre políticas de crecimiento urbano y demográfico en África. Estudió una maestría en Estadística y un doctorado en Matemáticas Aplicadas y Seguridad y Crimen en UCL.
Carlos Castro Correa
Es consultor y encabezo hasel_ empresa de análisis de datos y aprendizaje de máquina. También es profesor de análisis de datos e inteligencia artificial en el ITAM. Estudió Matemáticas Aplicadas y es Maestro en Ciencia de Datos, ambos en el ITAM. Asociado COMEXI.