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¿Ha pensado usted, querida lectora, querido lector, a quién de las candidatas a la Presidencia de la República le confiaría a sus hijas e hijos?
La Dra. Claudia Sheinbaum ha sido una mujer ejemplar, como millones de mexicanas, que ha sabido conjugar su preparación académica en la UNAM, sus altas responsabilidades en la administración pública y su maternidad. Ha vivido plenamente la formación y educación de su hija e hijo, Mariana y Rodrigo, y ha dejado constancia del gran ejemplo que recibió de su madre, la Dra. Annie Pardo, muy reconocida Bióloga Celular.
La Dra. Claudia Sheinbaum representa un cambio de paradigma, al romper el estigma del machismo y la misoginia que habían predominado en el sistema político mexicano. Es hoy una madre trabajadora, académica y profesional quien encabeza la lucha historica de las mujeres por la igualdad y la justicia, convirtiendo la lucha social en gobierno, continuando la cuarta transformación de la vida pública de México.
Quienes somos hijas e hijos de madres trabajadoras experimentamos con mayor rapidez la madurez que da la independencia, esa seguridad que se adquiere a través de una maternidad positiva.
A propósito, la Dra. Claudia Sheinbaum, aborda en sus propuestas el empoderamiento de las madres trabajadoras, y en general de todas la mujeres, a través de la reducción de la brecha salarial. Recordemos que en este sexenio dicha brecha se redujo en 20%, un avance histórico en materia económica.
Por otra parte, el número de mujeres en situación de pobreza pasó de 42.6% en 2018 a 36.9% en 2022. Por ello, la Dra. Claudia Sheinbaum propone continuar impulsando la igualdad de ingresos y oportunidades tanto en el sector público como en el sector privado mediante tabuladores transparentes.
La lucha de las mujeres en el reconocimiento de una maternidad libre y donde se garanticen todos sus derechos, también atraviesa una crisis donde México ocupa el primer lugar de la OCDE embarazos en adolescentes. Para atenderlo, la Dra. Sheinbaum también enviará una serie de reformas a la Ley General de Salud que garanticen los derechos sexuales y reproductivos plenos para las mujeres.
En el mismo sentido, se garantizarán la participación política de las mujeres, su incorporación en la toma de decisiones en el ámbito público y privado, así como, los gabinetes paritarios y la paridad de género en los procesos electorales.
Las políticas para erradicar la violencia contra las mujeres deben ser políticas de Estado no sólo de Gobierno. El Estado además de garantizar en lo inmediato un marco constitucional en materia de igualdad sustantiva, debe impulsar las reformas legales para la prevención y la penalización de actos discriminatorios, violatorios de derechos y de violencia de género.
Además de mantener la voluntad política de la Cuarta Transformación congruente con la agenda feminista, la tarea del gobierno será orientar las políticas y acciones que inciden positivamente en los cambios estructurales que se requieren para una vida libre de la violencia hacia las mujeres, que se expresa en múltiples formas y variantes.
En México, más de 260 mil mujeres son madres solteras. Por ello, el Segundo Piso de la Transformación pone en el centro a las madres mexicanas, también prioriza el deber de garantizar todos los derechos para que todas las mujeres sean libres, poderosas y autónomas, poniendo especial atención en el acompañamiento de las madres profesionistas, madres comerciantes, madres indígenas, madres policías, madres deportistas y, en lo general, a todas las madres mexicanas.
En una reflexión: el Sistema Nacional de Cuidados no sólo como una necesidad, sino como una obligación y responsabilidad del Estado con sus ciudadanas, atendiendo siglos de lucha feminista que el machismo había tratado de invisibilizar.
Felicidades a todas las madres, con reconomiento y admiración en su día. Especialmente a ti, amada María Luisa, a 32 años de tu partida.
