Por: Luis Celis *
Las actividades tradicionales de promoción están siendo orientadas por la actual administración hacia un modelo desarrollo económico desde adentro (desarrollo endógeno) que favorezca el crecimiento económico de las MiPyMEs, mediante su integración a cadenas globales de valor (CGV), y a partir de intervenciones de políticas públicas de desarrollo productivo. Por tanto, el desarrollo exógeno (inversión extranjera directa), jugará un papel complementario.
Lo anterior constituye un desafío, pues se deberá subsanar la desaparición de ProMéxico -la hoy extinta agencia encargada de la promoción económica internacional-, y redistribuir sus funciones, así como aprovechar la reciente creación de la Unidad de Inteligencia Económica Global (UIEG), dependiente de la Secretaria de Economía. Hoy somos el único país de la OCDE, y uno de los únicos a nivel continental —y mundial— que no cuenta con una agencia de promoción, pese a que, en 2012, ProMéxico fue galardonada en dos ocasiones como la mejor agencia. También se deberá dotar de la capacitación necesaria en la materia a los miembros del Servicio Exterior Mexicano, quienes seremos los nuevos encargados de ejecutar la estrategia de promoción. Es decir, se tendrá que volver a recorrer una curva de aprendizaje que ya había sido superada.
Ante tal situación, en enero de este año se suscribió un Convenio de Colaboración entre la SRE y la SE, que establece las siguientes labores: 1. La determinación de responsabilidades para ambas dependencias 2. La creación de una plataforma digital conjunta de información; 3. El diseño y comunicación de lineamientos a seguir en la materia, y; 4. Disposiciones jurídicas diversas.
Los mecanismos están siendo desarrollados por ambas dependencias, y la UIEG ha presentado ya los cuatro objetivos de la estrategia de promoción:
1. Incremento del contenido nacional en las exportaciones.
2. Aumento en la participación de las MiPyMEs en mercados globales.
3. Diversificación de los productos y mercados de las exportaciones.
4. Atracción de inversión extranjera de calidad.
Lo anterior, a partir de la inclusión, diversificación e innovación como ejes transversales, y del fomento de las metodologías participativas: Participación y Acción para la Competitividad desde Abajo.
Por lo que respecta a las capacidades productivas nacionales y su posible inserción en las CGV, vale la pena resaltar que contamos con una CGV integrada que nos permitiría producir buques de carga, por ejemplo; sin embargo, no lo estamos haciendo por diversas razones (infraestructura, conocimientos técnicos, etc.), aunque contemos con las capacidades productivas necesarias. Ello genera una fuga de capitales que de otro modo quizá no existiría, y merma el desarrollo de economías de alcance: por ejemplo, en 2013 PEMEX se vio en la necesidad de comprar el Astillero “Hermanos de J. Barreras” en Galicia, España, ante la falta de astilleros en México que permitieran la producción y reparación de su flotilla.
De manera que podemos concluir que si bien con la extinción de ProMéxico se ha perdido un largo camino recorrido, la nueva estrategia en materia de promoción, combinada con un trabajo conjunto, ordenado, y bien concatenado entre SRE y SE, siempre en busca del interés nacional y el bienestar de los mexicanos, podría derivar en el desarrollo de la industria nacional con enfoque en las MiPyMEs y detonar su actividad exportadora para lograr una mejora significativa de las empresas y de los mexicanos que en ellas laboran.
* Asociado COMEXI y miembro del Servicio Exterior Mexicano
@CelisLuis