por Blanca Lilia Ibarra Cadena
El Internet y las redes sociales modificaron la manera en que nos comunicamos y accedemos a la información. En los últimos años, hemos sido testigos de cómo el acceso a Internet y a la telefonía mediante dispositivos móviles es cada vez más asequible para la población en general y, por ende, también ha sido su inclusión a plataformas digitales que les facilitan la comunicación, el acceso a información y a contenidos con fines educativos y de entretenimiento. En México, de acuerdo con datos del Informe Trimestral del Instituto Federal de Telecomunicaciones existen 97 líneas de servicio de telefonía móvil por cada 100 habitantes, 77 de ellas cuentan con acceso a Internet.
La digitalización de nuestras interacciones de todos los días se acentuó aún más durante este confinamiento: la educación y el trabajo se trasladaron a los hogares y a los dispositivos electrónicos. Desde el sector público también debieron considerarse otras prácticas que facilitaran la continuidad del trabajo y los servicios con el uso de tecnologías de la información.
Por otro lado, un elemento importante para la reflexión que nos dejó esta pandemia, residió en la importancia de la comunicación de las instituciones públicas a partir de la emergencia sanitaria. A fin de contrarrestar los fenómenos de la infodemia y la desinformación, se pusieron en marcha micrositios en portales electrónicos de las instituciones públicas, conferencias de prensa especializadas y otros contenidos audiovisuales en diversas plataformas digitales que buscaron que la población contara con insumos informativos accesibles para tomar mejores decisiones para su salud.
Aunque ya se gestaba, la pandemia aceleró una nueva forma de comunicación de las instituciones públicas, un modelo bidireccional más centrado en el diálogo, la responsabilidad, y la transparencia. Un enfoque participativo, en donde la población ya no requiere de intermediarios, ya que su diálogo con sus representantes puede llevarse a cabo a través de las redes sociales, y otros esquemas de intercambio que facilitan una comunicación más abierta y efectiva. Vivimos un nuevo paradigma de ciudadanía, y la comunicación será eje para la confianza, para llegar a mejores acuerdos, y desarrollar juntos mejores y políticas públicas.
En ese sentido, y en consideración con esta nueva forma de comunicarnos con la población, el Instituto Nacional de Transparencia y el Senado de la República suscribieron un convenio de colaboración con el propósito de producir y transmitir por la señal del Canal del Congreso una serie televisiva para promover los derechos humanos de acceso a la información pública y de protección de datos personales. Esta emisión contempla una mesa de análisis semanal en la que voces expertas y ciudadanas dialogarán sobre temas relevantes de la agenda pública nacional desde la mirada del derecho de acceso a la información, la rendición de cuentas, y la protección de datos personales. Esta emisión será un foro abierto para la expresión de la ciudadanía.
Nos llena de orgullo mencionar que este instrumento de colaboración con el Senado mexicano significa también el comienzo de una serie de alianzas con la televisión pública. Generar sinergias con medios de comunicación y televisoras públicas significa una gran oportunidad para abrir a la deliberación plural, respetuosa y diversa los temas de la agenda pública de utilidad social para transformar la vida de las personas.
Comisionada presidenta del INAI