/ viernes 12 de octubre de 2018

Crónicas de la jornada electoral

Para la organización del proceso electoral recientemente concluido, el INE asumió una estrategia de explicación pública sobre las normas, procedimientos y decisiones tomadas por la autoridad, para ello igual se respondieron preguntas específicas de los electores.

El recuento y la narrativa nos permitirá traducir lo vivido en experiencia y en propuesta de mejora para perfeccionar elecciones libres y confiables. Las inquietudes formuladas en redes sociales tuvieron que ver, en primer lugar, con la seguridad. Entre los cuestionamientos realizados destacan: ¿Está garantizada la seguridad? ¿Estamos en condiciones de ejercer nuestro derecho al voto sin disturbios y sin sobresaltos?

Pese a lamentables asesinatos de candidatos y servidores públicos, cuyo esclarecimiento está en el ámbito de autoridades con facultades de investigación y de sanción, es un hecho que el clima y el ambiente general fue de civilidad y de participación. El INE, en lo que concierne al desarrollo de la jornada electoral, registró cuatro mil 153 incidentes, de los cuales se revolvieron la mayoría y sólo se suspendió definitivamente la votación en 33 de las 156 mil 807 casillas en todo el país. Hay que añadir que no pudo realizarse el escrutinio y cómputo, al final de la jornada electoral, en 42 casillas.

Así que en el 99.95% las elecciones se llevaron a cabo como lo marca la ley, de manera pacífica y con una participación ciudadana del 63.4%.

Otra pregunta de los cibernautas, previo a la jornada electoral, fue sobre la ubicación de casillas. Además de publicar las listas de los lugares donde se instalaron las mismas los principales diarios del país y de los estados, a través de la plataforma de Google y en la página web oficial del INE, los interesados pudieron consultar el lugar exacto donde podrían emitir su voto.

Uno de los rumores que circuló en las redes consistió en si los partidos políticos o sus representantes, previo a la votación, tenían boletas y si las manipulaban indebidamente para incidir en la elección. Otro más: que el marcador con que se iba a votar fácilmente se borraba y, entonces, los funcionarios de las casillas podrían marcar las boletas conforme a sus propios intereses. La respuesta clara y contundente por parte del INE fue que los funcionarios de casilla eran vecinos conocidos de los electores y que estaban debidamente capacitados (1.4 millones de funcionarios de casilla) para recibir y contar el voto libre y secreto de las personas con derecho a ello; hay que considerar también, la presencia de representantes de los partidos políticos y de los candidatos independientes, así como de los observadores electorales.

El Sistema Integral para el Desarrollo de la Jornada Electoral (SIJE) reportó la presencia de representantes partidistas de acuerdo a lo siguiente: El PAN cubrió el 76.67% de las casillas con 119 mil 170 personas, el PRI el 89.34% con 138 mil 850, el PRD el 46.21% con 71 mil 826, el Verde el 48.27% con 75 mil, el PT el 34.30% con 53 mil 305, MC el 35.96% con 55 mil 890, Nueva Alianza el 51.74% con 80 mil 412, Morena el 82.79% con 128 mil 675, Encuentro Social el 16.46% con 25 mil 586, el “Bronco” el 4.4% con 6 mil 904 y otros candidatos independientes el 3.08% con 4 mil 787. Además la presencia de 17 mil 300 observadores electorales.

Con ello era imposible cualquier fraude y cualquier sospecha de que hubiera boletas electorales falsificadas o en manos de personas no autorizadas. Y respecto al plumón marcador las boletas sencillamente no se podía borrar; además, los electores que así lo decidieron, pudieron llevar sus propios marcadores y expresar el sentido de su voto de forma libre y en secreto.

Las boletas fueron impresas en papel seguridad, con un sello del INE, llevaban un folio para garantizar que sólo se imprimieran las boletas en el número exacto de acuerdo al número de las personas inscritas en la lista nominal en cada sección. Todo este control y cuidado garantizó que en la soledad de la mampara, cada elector pudiera votar libremente.

Detrás de una elección está el esfuerzo acumulado de miles de mexicanas y mexicanos que integran las casillas y votan, el trabajo de partidos y candidatos, de medios de comunicación y el ejercicio de las facultades de autoridades que se guían por principios rectores de la función electoral.