/ viernes 28 de junio de 2024

Cuatro prácticas para ser una empresa incluyente

Por Manolo de la Vega


En un mundo cada vez más competitivo y globalizado, la diversidad y la inclusión se han convertido en factores cruciales para el éxito empresarial. Las compañías que fomentan un entorno inclusivo no solo atraen a una fuerza laboral más diversa, sino que también logran mayores niveles de innovación y rendimiento.

Según la encuesta #MiVozSeEscucha, una iniciativa internacional liderada por la Universidad de Oxford y la compañía Mars, que recolecta información de más de 10 mil voces de 88 países, hay mucho que hacer todavía para generar cambios verdaderos y de fondo. ¿Sabías que, por citar un ejemplo, 65% de los encuestados aboga por la igualdad en el empleo, el desarrollo profesional equitativo y la igualdad salarial?

Es por ello que aquí me gustaría compartirte cuatro prácticas que me parecen esenciales para construir y mantener una cultura inclusiva en tu lugar de trabajo, sin importar las dimensiones de tu empresa.

1. Construye una cultura basada en las habilidades del colaborador

Te invito a centrarte en las habilidades y competencias de tus colaboradores, desde el proceso de contratación hasta su desarrollo continuo. Esto significa adoptar un enfoque donde las decisiones se basen en el talento y el desempeño, y no en características personales como la edad, el género, el origen étnico o la orientación sexual. Aplica este principio desde las descripciones de puesto y anuncios de trabajo que deben ser inclusivos y libres de sesgos.

En este sentido, también es crucial generar oportunidades equitativas de desarrollo y crecimiento a todos los colaboradores mediante programas de capacitación y desarrollo profesional, así como planes de carrera personalizados que reconozcan y valoren las habilidades únicas de cada individuo.

2. Promueve iniciativas internas para colaboradores

Te recomiendo implementes acciones que promuevan la diversidad y la inclusión entre los colaboradores que tengan como objetivo crear un ambiente de trabajo donde todos se sientan valorados y respetados.

Podrías crear grupos de recursos para empleados (ERG, por sus siglas en inglés), que contribuyan a fomentar la inclusión, dar apoyo y servir como un canal de comunicación entre la dirección y los colaboradores. Además, pueden contribuir capacitando a otros en temas como los prejuicios inconscientes, la importancia de la diversidad y las mejores prácticas para fomentar un entorno donde todos puedan convivir de forma armónica, con respeto y aceptación.

3. Forma alianzas para construir una cultura inclusiva

Acercarte a otras organizaciones y actores clave puede ser una estrategia poderosa para construir una cultura inclusiva. Considera colaboraciones con organizaciones sin fines de lucro, instituciones educativas, gobiernos y otras empresas comprometidas con la inclusión. Trabajar en conjunto puede proporcionar acceso a recursos y conocimientos especializados, así como oportunidades para compartir mejores prácticas y aprender de las experiencias de otros.

Acercarte a organizaciones que promuevan la igualdad de género, la diversidad sexual, o la inclusión de personas con discapacidades, puede dar lugar a iniciativas conjuntas, como programas de mentoría, ferias de empleo inclusivas y campañas de sensibilización que beneficien tanto a la empresa como a la comunidad en general.

4. Conviértete en un líder impulsor de la cultura diversa

La inclusión debe ser promovida y defendida desde los niveles más altos de la organización para que permeen y sean efectivas. Tu papel es crucial al establecer el tono y la cultura de la empresa, tu compromiso visible con estos valores es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa de inclusión.

Cuando encabezamos una organización, fomentar un entorno diverso, debe reflejarse en nuestras acciones y decisiones diarias. Debemos convertirnos en un modelo a seguir, demostrando comportamientos inclusivos, apoyando activamente a nuestros colaboradores, escuchando y respondiendo a sus necesidades y preocupaciones. Esto debe incluir no sólo la creación de canales de comunicación abiertos y accesibles, sino también la implementación de prácticas que promuevan la equidad en todos los aspectos del trabajo.

Finalizo con esta reflexión… Ser una empresa incluyente, requiere un compromiso genuino y sostenido para construir una cultura donde todos se sientan valorados y capaces de alcanzar su máximo potencial. Y, lo mejor de todo, además de ser la manera ética de operar, volverse una empresa inclusiva se convierte en pieza clave para el éxito empresarial.

Director de Recursos Humanos, Mars Wrigley Latinoamérica Norte

Por Manolo de la Vega


En un mundo cada vez más competitivo y globalizado, la diversidad y la inclusión se han convertido en factores cruciales para el éxito empresarial. Las compañías que fomentan un entorno inclusivo no solo atraen a una fuerza laboral más diversa, sino que también logran mayores niveles de innovación y rendimiento.

Según la encuesta #MiVozSeEscucha, una iniciativa internacional liderada por la Universidad de Oxford y la compañía Mars, que recolecta información de más de 10 mil voces de 88 países, hay mucho que hacer todavía para generar cambios verdaderos y de fondo. ¿Sabías que, por citar un ejemplo, 65% de los encuestados aboga por la igualdad en el empleo, el desarrollo profesional equitativo y la igualdad salarial?

Es por ello que aquí me gustaría compartirte cuatro prácticas que me parecen esenciales para construir y mantener una cultura inclusiva en tu lugar de trabajo, sin importar las dimensiones de tu empresa.

1. Construye una cultura basada en las habilidades del colaborador

Te invito a centrarte en las habilidades y competencias de tus colaboradores, desde el proceso de contratación hasta su desarrollo continuo. Esto significa adoptar un enfoque donde las decisiones se basen en el talento y el desempeño, y no en características personales como la edad, el género, el origen étnico o la orientación sexual. Aplica este principio desde las descripciones de puesto y anuncios de trabajo que deben ser inclusivos y libres de sesgos.

En este sentido, también es crucial generar oportunidades equitativas de desarrollo y crecimiento a todos los colaboradores mediante programas de capacitación y desarrollo profesional, así como planes de carrera personalizados que reconozcan y valoren las habilidades únicas de cada individuo.

2. Promueve iniciativas internas para colaboradores

Te recomiendo implementes acciones que promuevan la diversidad y la inclusión entre los colaboradores que tengan como objetivo crear un ambiente de trabajo donde todos se sientan valorados y respetados.

Podrías crear grupos de recursos para empleados (ERG, por sus siglas en inglés), que contribuyan a fomentar la inclusión, dar apoyo y servir como un canal de comunicación entre la dirección y los colaboradores. Además, pueden contribuir capacitando a otros en temas como los prejuicios inconscientes, la importancia de la diversidad y las mejores prácticas para fomentar un entorno donde todos puedan convivir de forma armónica, con respeto y aceptación.

3. Forma alianzas para construir una cultura inclusiva

Acercarte a otras organizaciones y actores clave puede ser una estrategia poderosa para construir una cultura inclusiva. Considera colaboraciones con organizaciones sin fines de lucro, instituciones educativas, gobiernos y otras empresas comprometidas con la inclusión. Trabajar en conjunto puede proporcionar acceso a recursos y conocimientos especializados, así como oportunidades para compartir mejores prácticas y aprender de las experiencias de otros.

Acercarte a organizaciones que promuevan la igualdad de género, la diversidad sexual, o la inclusión de personas con discapacidades, puede dar lugar a iniciativas conjuntas, como programas de mentoría, ferias de empleo inclusivas y campañas de sensibilización que beneficien tanto a la empresa como a la comunidad en general.

4. Conviértete en un líder impulsor de la cultura diversa

La inclusión debe ser promovida y defendida desde los niveles más altos de la organización para que permeen y sean efectivas. Tu papel es crucial al establecer el tono y la cultura de la empresa, tu compromiso visible con estos valores es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa de inclusión.

Cuando encabezamos una organización, fomentar un entorno diverso, debe reflejarse en nuestras acciones y decisiones diarias. Debemos convertirnos en un modelo a seguir, demostrando comportamientos inclusivos, apoyando activamente a nuestros colaboradores, escuchando y respondiendo a sus necesidades y preocupaciones. Esto debe incluir no sólo la creación de canales de comunicación abiertos y accesibles, sino también la implementación de prácticas que promuevan la equidad en todos los aspectos del trabajo.

Finalizo con esta reflexión… Ser una empresa incluyente, requiere un compromiso genuino y sostenido para construir una cultura donde todos se sientan valorados y capaces de alcanzar su máximo potencial. Y, lo mejor de todo, además de ser la manera ética de operar, volverse una empresa inclusiva se convierte en pieza clave para el éxito empresarial.

Director de Recursos Humanos, Mars Wrigley Latinoamérica Norte