Después del anuncio en “la mañanera del pueblo” del pasado lunes, el tema inmobiliario y la vivienda se colocaron nuevamente en el debate público estos últimos días.
A pesar que la hoy presidenta Claudia Sheinbaum, había señalado desde el 1 de octubre que su gobierno sería “el sexenio de la vivienda”, no había definido públicamente las acciones a seguir.
Más de 600 mil millones de pesos se invertirán a partir del próximo año, de acuerdo con los datos estimados, para construir 1 millón de viviendas, y regularizar otro millón a través de sus respectivas escrituras.
Será el Infonavit quien se encargue de construir 500 mil viviendas nuevas para los derechohabientes, y la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) realizará las otras 500 mil viviendas para quienes no tienen acceso a un crédito tradicional.
Por eso, echará mano de toda la infraestructura del gobierno federal, para que, a través de la Financiera del Bienestar (FINABIEN) se otorguen créditos con tasa de interés del cero por ciento.
Evidentemente las reacciones no se hicieron esperar. Prácticamente todos los actores y expertos coinciden en el diagnóstico, el déficit de vivienda ante la necesidad y demanda de la población.
Sin embargo, los más críticos dicen que: es la misma propuesta de hace 6 años, cuando buscaba la Jefatura de Gobierno, y que los resultados en la capital, saltan a la vista.
En su momento, entonces Jefe de Gobierno Martí Batres envió la propuesta al Congreso para que se construyera vivienda para rentar a las personas jóvenes de la capital.
Igual que la propuesta presidencial, al destinar apenas el 10% de la vivienda a desarrollar, para el Programa de Vivienda Nueva en renta para jóvenes entre 18 y 30 años.
Ya que en la CDMX, la Ley obliga al gobierno a incursionar como desarrollador inmobiliario, en su momento compartí mi opinión en este mismo espacio, a la cual, hoy se suma la perspectiva del economista en jefe de un importante grupo financiero del país:
No coincidió en que el gobierno sea responsable de construir vivienda, al considerar el origen de la inversión, pues no es dinero del Estado, son las aportaciones de los trabajadores, y desde su experiencia, eso puede comprometer otras áreas financieras.
Como dato curioso, el encargado en turno del Instituto de Planeación de la CDMX, señaló qué el gobierno no cuenta con reserva de territorio suficiente para ofertar viviendas a las y los capitalinos, más allá del siguiente año.
También sugirió considerar, para los nuevos desarrollos, alcaldías como Tláhuac, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras e Iztapalapa.
Solo que, hay un detalle, olvidó que la alcaldía de donde es originaria la Jefa de Gobierno Clara Brugada, cerró la ventanilla única y decretó la suspensión de solicitudes de publicitación vecinal y manifestaciones para la construcción.