Por Blanca Alcalá
En el tapiz de la historia política mexicana, las mujeres hemos sido artífices fundamentales, desafiando estereotipos, liderando cambios y abriendo camino para las nuevas generaciones. Este legado resuena en cada rincón del país, recordándonos que la política es una herramienta poderosa para moldear el destino de una nación y transformar la vida de sus ciudadanas y ciudadanos.
Por eso, nuestro llamado va más allá de la reflexión histórica. Hoy, México necesita nuevos liderazgos, que sean capaces de tejer un futuro donde la igualdad no solo sea una aspiración, sino que sea una realidad palpable. Es urgente que todas las mujeres cerremos filas entre nosotras, no solo cumpliendo la paridad numérica, sino ocupando cargos de poder que nos permitan influir directamente en la toma de decisiones.
Recientemente presentamos el libro "Descifrando México: Ensayos desde la Perspectiva de Mujeres Expertas", que busca arrojar luz sobre los desafíos y las oportunidades que enfrentamos. Es un llamado a descifrar no solo el pasado, sino también el presente y el futuro que deseamos para México.
Convoco a todas las mujeres a liderar con templanza, a construir puentes en lugar de muros. México necesita liderazgos que promuevan la unidad y la colaboración, que encuentren soluciones comunes más allá de las diferencias. Sigamos descifrando nuestro potencial colectivo y construyamos juntas y juntos el México que queremos: un México inclusivo, justo y liderado por mujeres comprometidas con el bienestar de toda la sociedad.
Y para ello, es imperativo romper con la polarización que separa y amenaza nuestra convivencia. Unir esfuerzos es más productivo que dividir, aboguemos por la templanza en la política, buscando puntos de encuentro, incluso en medio de nuestras legítimas divergencias.
México merece un liderazgo que trascienda las barreras partidistas e ideológicas. Debemos trabajar para construir consensos, adoptar soluciones inclusivas y promover un diálogo constructivo. El futuro que buscamos no se construirá desde la confrontación, sino desde la colaboración y la comprensión mutua. El futuro de México atraviesa inevitablemente por el diálogo y el consenso.
También quiero ver a mi estado, el estado de Puebla, avanzar hacia la igualdad y erradicar la violencia de género, para ir trazando caminos hacia una sociedad donde todas las mujeres tengamos la libertad de decidir sobre nuestras vidas y donde las oportunidades no conozcan género.
La violencia de género no puede ser tolerada. Las mujeres desde los cargos públicos debemos impulsar políticas que protejan y defiendan los derechos de todas, combatiendo cualquier forma de violencia. La sororidad, la solidaridad entre mujeres, es fundamental para ampliar nuestra red de exigencia y lograr cambios significativos.
Invito a todas y todos a trabajar juntas y juntos por un país más justo e igualitario. Sigamos descifrando el potencial de nuestras acciones colectivas y construyamos el México del futuro que anhelamos, un México donde todas las mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades y derechos.