/ sábado 9 de noviembre de 2024

De la pluma de Miguel Reyes Razo / A las cinco de la tarde, de lunes a viernes…

A las cinco de la tarde, de lunes a viernes, en su oficina de la calle Niños Héroes, el licenciado Jacobo Zabludovsky revisaba informaciones, comprobaba declaraciones, elegía imágenes, jerarquizaba la importancia de cada nota. Demandaba enterarse del curso de trabajos de enviados especiales y corresponsales.

Urgía al Jefe de Información del poderoso “24 Horas”, su leal colaborador Raúl Hernández Bautista, informes de “última hora”. La madurez de la información. ¿Llegaría a tiempo lo filmado en Beirut ? Reyes Razo estaba allá. En la guerra . En Líbano. Con Juanito Castillo y uno de los Figueroa –cuyo padre, a diario, a las siete de la tarde, daba vida a “Cuestión de Minutos”, financiado por alcoholes Pedro Domeq-- se las veían con la destrucción del llamado “París de Medio Oriente”.

Jacobo debía saberlo todo. Guay de quien le ocultara o disimulara un dato. Junto a su aparato, un modernísimo cuadrafónico por el que en esos años gozaba la voz de María Dolores Pradera que estremecía “El tiempo que te quede libre..Si te es posible…” Inspiración del sinaloense José Ángel Espinosa “Ferrusquilla”.

“¿El “Ferrus” es el compositor, cuate ?

“Tal como lo oyes, Ferrusquilla. Compositor fino. Autor de la letra de : “En un libro los dioses escribieron…”

“Ni me lo imaginaba. “Ferrusquilla”, me acuerdo bien, era don Celso Boquerones. Y era el mero mero en Huipanguillo, Huip. Programa de la XEW. Y claro, cómo se me va a olvidar. Ya en la tele, “Ferrusquilla” aparecía como “Chimino” en un programa llamado “El yate Del Prado”. Propaganda de una marca de cigarrillos así mercadeados: Del Prado. La cantante María Victoria que había conmocionado al país entero con sus actuaciones en el Teatro Margo - antecesor del Teatro Blanquita- voz y físico que le ganaron el mote de: “La dama del pujido”, daba pie a la actuación de Ferrusquilla.

Un español llegado a México por la Guerra Civil y la victoria del “Caudillo” Francisco Franco, en España, llamado Francisco Taibo escribía - quizá por encargo del brillante publicista Eulalio Ferrer- el libreto de ese “Yate Del Prado “. Ni fu, ni fa.

¿Paco Taibo? Sale en Mecánica Nacional. Con Sara García, Gloria Marín, Manolo Fábregas y Lucha Villa. Con Luis Manuel Pelayo y Sánchez Noya que reseñó carreras automovilísticas.

“Bueno el señor Paco Taibo trabajó en Canal 8. Y al fusionarse Telesistema Mexicano y Televisión Independiente de México, llegó a Chapultepec 18 con ganas de competir con Jacobo Zabludovsky y adquirir importancia. Hasta que don Emilio Azcárraga Milmo le hizo saber - y sentir - quién tenía el mando y rango de Vicepresidente de Noticiarios. Jacobo Zabludovsky, nada menos.

“ La Orden de Edición concentraba a los talentos de Noticiarios de Televisa. Informativo joya de la poderosa empresa. Cuidadisima. Cernía importancia de personajes. Atenuaba expresiones del mismísimo Presidente de la República. En Avenida Chapultepec 18 residían sus más apasionados - recios- críticos. Junto al foto-mural que era adorno y expresión del reportero Zabludovsky, su amplio sofá negro. Oficina decisiva para la información cotidiana.

Raúl Hernández Bautista vivía el privilegio de poseer el número telefónico del buró de la recámara de Jacobo Zabludovsky. Era el único que podía despertarlo a la mitad de la noche para comunicarle cosas como:

“Licenciado. Hay un terremoto en Nicaragua. Managua desapareció. Gran tragedia. Ya conseguí el avión del banquero Manuel Espinosa Yglesias. Saldrá dentro de una hora, señor. Ángel Cabrera - el Jefe de Camarógrafos- irá con usted. Quizá pueda regresar a México esta misma noche. Hasta pronto, señor.

“Gracias, Raúl. Ya me preparo”.

Iba y venía. Informaba. Sin estridencias. Sin mentiras. Peso de la noticia. Su importancia. Efecto, consecuencia. Lenguaje claro, directo, sencillo. Machacón. El medio lo exige. Precisión. Concisión. Nada de alarmar. Información exclusiva sobria. Innecesarias las fanfarrias. Y menos en la tragedia de Managua.

“Es que como trabaja y con los medios que tiene, Jacobo Zabludovsky se llevaría cada año el Premio Nacional de Periodismo”, nos confió al columnista de Excélsior, autor de la columna política semanal “A la mitad del foro“, Leon García Soler y a mi una mañana de desayuno en el hotel María Isabel, Don Ricardo del Rio, el hacedor del periódico Novedades, propiedad de la familia O’Farrill y del acaudalado joven abogado Miguel Alemán Velasco.

“Que venga Cortés Camarillo, Lupita”, por favor - pedía a su leal secretaria Guadalupe Garnica el reportero.

“Con mucho gusto, güero” - le devolvía sencilla la dedicada mujer.

Y aparecía el diligente Jefe de Redacción. Félix Cortés Camarillo que día a día ganaba respeto y admiración por sus juicios y acciones. Félix culto y mundano. Félix cosmopolita. Félix sin imposibles. Norteño que soñaba escribir, producir, dirigir obras de teatro. Para ese sueño se preparó. Con sacrificios mil se radicó en Europa Oriental. Cuna del verdadero teatro. Lo aprendió todo. Urgía trabajar. ¿Teatro? Cosa difícil. A esperar. ¿Periodista?

Don Gabriel Alarcón lo recibió en su Heraldo de México. Bienvenido “, le dijo.

“Es un comunista, Don Ga. Acaba de llegar de Alemania. ¡Cuidado!”

“ Pues lo siento mucho, joven. Siempre no le doy el puesto a usted. Me llegó un recomendado del Señor Presidente. Usted sabe cómo son estas cosas ¿no? A lo mejor más adelante…

Ya a solas , el acaudalado Don Gabriel Alarcón:

“De la que me salvé. ¡Uf ! Un comunista en mi periódico. Ni Dios lo permita.