/ sábado 27 de julio de 2024

De la Pluma de Miguel Reyes Razo / Glorias olímpicas mexicanas del pasado

En el ESTO estaban los deportes. Entonces -era 1948- lo veíamos de color café. Más tarde: sepia. La Vuelta al Centro de la República atraía a miles de aficionados al ciclismo. El dueño de una “bici” se sentía émulo de Ángel “ el Zapopan” Romero. O “el Borrao” Zepeda. Rafael Vaca - paisano del “ Zapopan” o Pancho Lozano. O del tlaxcalteca Odilón Titla y el toluqueño “ Pollero” García y hasta el archifamoso Porfirio Remigio.

Y quizá tan bueno en el pedaleo como el francés Blaise Quaglieri. “Es que el Coronel José García Valseca patrocina el ciclismo. Mira ya vienen muchos extranjeros…”, reconocía el habla popular.

Días, en aquel año de los Juegos Olímpicos de Inglaterra. La “Pérfida Albión “ de Winston Churchill organizaba la bella competencia que la Guerra Mundial de 1939-45 interrumpió . Europa en ruinas. Escombros y hambre. Con Roosevelt y Stalin, Churchill - los Tres Grandes- se repartían los frutos de la victoria sobre el Eje Berlín, Roma, Tokio. Y se dividía a Alemania. Y José Stalin ponía cimientos a la “ Cortina de Hierro “.

Primera plana - portada del ESTO- Joaquín Capilla, clavadista mexicano medalla de bronce. El estadounidense Sammy Lee es el campeón. Joaquín Capilla especialista en clavados del trampolín de tres metros y de la plataforma de diez. Deportista dedicado a perfeccionar “canguros” y “holandés” de alto grado de dificultad. Joaquín Capilla entrena muchas horas todos los días en el flamante -recién inaugurado por el Presidente Miguel Alemán Valdés- Centro Deportivo Chapultepec.

Portada del ESTO: el Capitán Humberto Marlies Cortés y el equipo hípico de México, obtiene en Londres la Medalla de Oro, en la prueba de Copa de las Naciones. El deporte mexicano obtuvo algunos lauros en aquella olimpiada de Londres.

Humberto Marlies Cortés - centauro formado en las filas del Ejército mexicano- obtuvo este gran triunfo en los lomos del caballo “Arete”. Ese caballo es propiedad del exPresidente de México, general Manuel Ávila Camacho.

El Presidente Miguel Alemán Valdés recibe a los deportistas - celebridades olímpicas- Humberto Marlies Cortés y Joaquín Capilla. Ascendió a Marlies y a los integrantes del equipo Joaquín D’Hacourt y Viñals. Estos últimos también ascenderán en su carrera militar.

El Primer Mandatario mostró especial simpatía por Marlies Cortés a quien trató con campechanía y evidente cordialidad. Entre abrazos y risas instruyó a Marlies a superar a ese equipo y le ofreció apoyo incondicional. “Nos favorecería mucho su apoyo, Señor Presidente - dijo el caballista- para ir a competir muy pronto a Harrisbug, Pensilvania. Competencia que convoca a los mejores caballistas del mundo”. Y el viaje y la competencia y el triunfo mexicano. Ya en esa formación la hija de Humberto Marlies Cortés.

A Joaquín Capilla lo mimó el Centro Deportivo Chapultepec, espléndida instalación en el umbral de la naciente colonia Chapultepec-Morales, fraccionamiento de Gabriel Ramos Millán, secretario de Agricultura en el gabinete alemanista y socio de Don Miguel Aleman quien fincó hermosa - enorme residencia familiar- en la calle Fundición. Justificó el Presidente su fama de buen hijo y protector de Doña Tomasita, su madre, construyéndole una de dimensiones muy cómodas, a unos pasos de su propiedad.

Desde su recámara el Presidente Alemán disfrutaba la bella inmensidad del Bosque de Chapultepec. Parte del legendario parque público se transformó en exclusivo club de golf, ejercicio que fascinó al político veracruzano famoso por su sonrisa - el “Sonrisas Colgate”- , su impecable interpretación dancistica de “La Bamba” y versiones que lo reseñaban hábil galanteador de atractivas famosas mujeres.

“Tuve a mis hijos -son gemelos- nunca dije quién fue su padre - me contó muchos años después la señora Yolanda Montes “ Tongolele”- pero se soltó la versión de que eran del Presidente Miguel Alemán. . ¿Se imagina?”

Don Gabriel Ramos Millán, cuyo empeño político le valió el remoquete de “Apóstol del Maíz”, quién apuntaba a probable sucesor de su jefe, socio y amigazo en la Presidencia de la República, murió meses después al estrellarse un avión en el Popocatépetl. Accidente que alcanzó a la entonces popular artista de cine Blanca Estela Pavón, la muy aceptada “Chorreada” de la saga” Nosotros los pobres, donde el carpintero Pepe el Toro”, le silba y le canta “Amorcito corazón”, mientras le da duro a la garlopa y al escochebre. El pueblo lloró a Blanca Estela Pavón .

Auge de la natación, de los clavados. Un señor Sours - propietario de agencias distribuidoras de automóviles y un señor de apellido Ostos se distinguieron entonces en apoyar a nadadores y clavadistas. El Centro Deportivo Chapultepec - propiedad del Banco de México, beneficio de empleados de bancos y compañías aseguradoras - concentró entonces, atrajo a tenistas como Yola Ramírez, Melita Ramírez, Ivonne Belausteguigoitia, nadadora, y a Francisco Guerrero Arcocha, el Pajarito Reyes, Pancho Contreras, tenistas. Club que se ganó el rencoroso mote de “la gente del alta”. Rechazo a cierta aristocracia “pulquera “.

“ La verdad es que yo aprendí a jugar tenis en las canchas de arcilla del Deportivo Chapultepec”, me contó en alguna de nuestras muchas pláticas el licenciado Miguel Alemán Velasco, junior del Presidente de México .

La fama alcanzó al por aquellos días muy discreto Joaquín Capilla. Productores cinematográficos lo incluyeron - en plan estelar- en películas como “ Viva la Juventud” con Evangelina Elizondo, Yolanda Varela, María Victoria y el cantante tenido por “ pocho “, el México estadounidense Andy Roussell.

No parecía irles mal a los héroes olímpicos mexicanos de 1948, Humberto Marlies Cortés y Joaquín Capilla.