/ viernes 23 de julio de 2021

De pronto sentí que me desconecté

Por: Stefany Rocha Del Litto

Despertarte y sentir un vació en el pecho. Pararte, prender la computadora y comenzar con una rutina que después de un año parece normal. En la noche poner una película y así se van más de cinco días de la semana. De pronto parece que los sábados y los martes se ven muy parecidos. Sentir cada día más ese sentimiento de desconexión, contigo y con el mundo.

Según Johann Hari (2018) la depresión puede ser originada por nueve razones, de las cuales sólo dos son biológicas. Vivir en soledad o estar aislado, no tener una misión mayor en tu trabajo, no tener contacto con la naturaleza, sentir que de pronto tu propósito y relevancia en la vida desapareció; éstas son unas de las razones por las cuales las personas sufren depresión. Resumido en pocas palabras, es sentir una desconexión contigo y con el resto de tu entorno.

Vivimos en una realidad que en tan solo un año ha dado más vuelcos y cambios que nunca antes, hace unos meses estábamos ansiosos por salir a la calle, ir a conciertos, al parque o cualquier evento social. Ahora pensar en grandes aglomeraciones de personas nos puede incluso producir ansiedad. Nuestra rutina no es nada cercana a lo que era, nuestras casas se han convertido en gimnasios, cines, restaurantes y centros de trabajo. En tan solo 12 meses hemos perdido una gran cantidad de conexiones con todo lo que nos rodea, desde cosas tan sencillas y rutinarias como salir por un café hasta esas personas que ya no nos acompañan a la mesa.

La salud mental es un tema que hoy más que nunca hay que hablar, estamos viviendo en una realidad donde los seres humanos experimentamos desconexiones importantes en nuestra vida. Donde muchos hemos perdido trabajos, personas amadas, propósitos…conexiones que nos vinculan con la vida. Hoy el reto no solo va ligado a combatir un virus que afecta nuestro sistema respiratorio sino también, a contener a un gran grupo de seres humanos a reencontrar su propósito y su conexión con el mundo.

La buena noticia es que, en estos momentos donde nos sentimos ajenos, la solución está en el “nosotros”. ¿A quienes consideras los tuyos? ¿Quién es tu grupo? Si esta pandemia ha venido a desconectarnos poco a poco de lo que considerábamos nuestro, hoy tenemos la oportunidad de ir en la misma proporción encontrando nuevas posibilidades de vínculo. Si hoy te sientes solo, triste o “desconectado”, solo voltea a ver a los que consideras tuyos. No se trata de un “echale ganas”, “no estés triste”, sino más bien de un “aquí estamos para atravesar esto juntos”.

Hablar de depresión hoy en día es muy importante. Si los millennials somos la generación más deprimida y desconectada de la historia, tenemos la oportunidad de convertirnos en la más resiliente e innovadora para encontrar en medio de una pandemia de desconecciones la materia prima para construir nuevos puentes que nos reúnen de nuevo con la sociedad y nuestro propósito.