/ lunes 17 de agosto de 2020

Democratizar Morena

Cuando Morena se inició como movimiento, hace ya diez años, se propuso lograr una transformación profunda y radical del sistema político. Millones de mexicanos, de mujeres y hombres, estábamos cansados de las luchas facciosas, cupulares, y de los perversos intereses que han caracterizado a los partidos políticos en nuestro país.

Hoy, somos millones de simpatizantes, militantes y ciudadanos convencidos de los principios y valores que animan nuestro movimiento. Sabemos que lo importante es la esencia y el espíritu que hizo nacer a Morena, por eso nos sentimos desalentados ante las acciones de la actual dirigencia. Alfonso Ramírez Cuéllar llegó al interinato de nuestro partido por unos meses, sólo para definir el formato que permitiría elegir a la nueva dirigencia. Sin embargo, en vez de eso, secuestró la toma de decisiones. Primero, porque nunca se respetó lo que mandatan nuestros Estatutos en su artículo 15, respecto a que “la afiliación de protagonistas del cambio verdadero podrá hacerse en trabajo casa por casa, por internet, o en cualquier instancia municipal…”.

Millones de compañeros quedaron fuera de este proceso, otros tantos que fueron afiliados en las calles nunca pudieron ser ingresados al sistema de registro y cientos de miles han sido excluidos de ese padrón. Hoy, pese a que fueron los propios órganos de dirección del partido quienes obstaculizaron la afiliación de los simpatizantes, pretenden seguir obstinados en que la encuesta de nuestro dirigente sea únicamente para un padrón de afiliados, es decir, una encuesta cerrada a la militancia.

El padrón de Morena, de ninguna manera corresponde a la realidad de su genuina militancia: el registrado en el INE incluye 319 mil 449 afiliados, cuando sin realizar una sola campaña de afiliación o habilitar los medios para afiliarse, el ex secretario de organización de Morena entregó cajas con más de 3 millones 600 mil afiliaciones a la entonces secretaria general Yeidckol Polevnsky. De todos esos millones, sólo existían elementos para validar 600 mil afiliados. Un desastre total en materia de afiliaciones. Por ello, desde el año pasado se acordó realizar una campaña de afiliación, limpia, transparente, lo que lamentablemente nunca ocurrió.

Ése es el problema de fondo: Morena tiene un padrón incompleto que, evidentemente, no es confiable. Aunado a este hecho, en la calle son millones los simpatizantes a quienes nunca se les dio oportunidad de afiliarse; y por eso fueron miles las personas que interpusieron un juicio ante el Tribunal Electoral, a efecto de que se les reconociera su militancia y, por tanto, su derecho a participar en la elección de la dirigencia de Morena.

El primero en proponer una solución, acorde con el espíritu de Morena y de la Cuarta Transformación, fue Andrés Manuel, fundador del partido y líder máximo de nuestro país. Él mismo fue quien recomendó que se llevara a cabo una encuesta abierta a militantes y simpatizantes para elegir, en unidad, al próximo presidente de nuestro partido. Esta sugerencia fue hecha desde el 29 de agosto del año pasado, en una reunión con legisladores de Morena. Ahí, por cierto, estuvo el ex diputado y hoy presidente interino del partido, quien escuchó de primera voz a nuestro presidente. Pero Ramírez Cuéllar sigue haciendo todas las argucias que puede para eludir la recomendación del Presidente de México, además de desoír la sentencia del Tribunal Electoral que se pronunció en el mismo sentido desde febrero de este fatídico año.

La actual dirigencia hace precisamente lo que Morena ha buscado combatir desde su fundación: obstaculizar el proceso de democratización y transformación nacional. La actual cúpula en el poder fue designada temporalmente, su propósito era realizar la elección de la dirigencia; pero en lugar de eso, pretenden secuestrar el derecho a elegir de militantes y simpatizantes del partido; y, peor aún, quieren permanecer en la dirigencia un año más, su idea es NO renovar la dirigencia democráticamente y NO preguntar al pueblo quién debe ser el nuevo dirigente de nuestro partido. Como ejemplo, hay que ver cómo están ya en la dinámica de manipular los procesos de elección de los candidatos de Morena en Coahuila e Hidalgo para las elecciones de 2021.

Si estás con AMLO, estás a favor de la encuesta abierta a militantes y al pueblo simpatizante.

Yo con AMLO.

Yo con Mario Delgado para presidente de Morena.

¡Sin duda alguna, Morena va!

Diputada Federal Coordinadora Temática de Economía del Grupo Parlamentario de Morena

https://www.facebook.com/angeleshuertadip/

@gelahuerta

Cuando Morena se inició como movimiento, hace ya diez años, se propuso lograr una transformación profunda y radical del sistema político. Millones de mexicanos, de mujeres y hombres, estábamos cansados de las luchas facciosas, cupulares, y de los perversos intereses que han caracterizado a los partidos políticos en nuestro país.

Hoy, somos millones de simpatizantes, militantes y ciudadanos convencidos de los principios y valores que animan nuestro movimiento. Sabemos que lo importante es la esencia y el espíritu que hizo nacer a Morena, por eso nos sentimos desalentados ante las acciones de la actual dirigencia. Alfonso Ramírez Cuéllar llegó al interinato de nuestro partido por unos meses, sólo para definir el formato que permitiría elegir a la nueva dirigencia. Sin embargo, en vez de eso, secuestró la toma de decisiones. Primero, porque nunca se respetó lo que mandatan nuestros Estatutos en su artículo 15, respecto a que “la afiliación de protagonistas del cambio verdadero podrá hacerse en trabajo casa por casa, por internet, o en cualquier instancia municipal…”.

Millones de compañeros quedaron fuera de este proceso, otros tantos que fueron afiliados en las calles nunca pudieron ser ingresados al sistema de registro y cientos de miles han sido excluidos de ese padrón. Hoy, pese a que fueron los propios órganos de dirección del partido quienes obstaculizaron la afiliación de los simpatizantes, pretenden seguir obstinados en que la encuesta de nuestro dirigente sea únicamente para un padrón de afiliados, es decir, una encuesta cerrada a la militancia.

El padrón de Morena, de ninguna manera corresponde a la realidad de su genuina militancia: el registrado en el INE incluye 319 mil 449 afiliados, cuando sin realizar una sola campaña de afiliación o habilitar los medios para afiliarse, el ex secretario de organización de Morena entregó cajas con más de 3 millones 600 mil afiliaciones a la entonces secretaria general Yeidckol Polevnsky. De todos esos millones, sólo existían elementos para validar 600 mil afiliados. Un desastre total en materia de afiliaciones. Por ello, desde el año pasado se acordó realizar una campaña de afiliación, limpia, transparente, lo que lamentablemente nunca ocurrió.

Ése es el problema de fondo: Morena tiene un padrón incompleto que, evidentemente, no es confiable. Aunado a este hecho, en la calle son millones los simpatizantes a quienes nunca se les dio oportunidad de afiliarse; y por eso fueron miles las personas que interpusieron un juicio ante el Tribunal Electoral, a efecto de que se les reconociera su militancia y, por tanto, su derecho a participar en la elección de la dirigencia de Morena.

El primero en proponer una solución, acorde con el espíritu de Morena y de la Cuarta Transformación, fue Andrés Manuel, fundador del partido y líder máximo de nuestro país. Él mismo fue quien recomendó que se llevara a cabo una encuesta abierta a militantes y simpatizantes para elegir, en unidad, al próximo presidente de nuestro partido. Esta sugerencia fue hecha desde el 29 de agosto del año pasado, en una reunión con legisladores de Morena. Ahí, por cierto, estuvo el ex diputado y hoy presidente interino del partido, quien escuchó de primera voz a nuestro presidente. Pero Ramírez Cuéllar sigue haciendo todas las argucias que puede para eludir la recomendación del Presidente de México, además de desoír la sentencia del Tribunal Electoral que se pronunció en el mismo sentido desde febrero de este fatídico año.

La actual dirigencia hace precisamente lo que Morena ha buscado combatir desde su fundación: obstaculizar el proceso de democratización y transformación nacional. La actual cúpula en el poder fue designada temporalmente, su propósito era realizar la elección de la dirigencia; pero en lugar de eso, pretenden secuestrar el derecho a elegir de militantes y simpatizantes del partido; y, peor aún, quieren permanecer en la dirigencia un año más, su idea es NO renovar la dirigencia democráticamente y NO preguntar al pueblo quién debe ser el nuevo dirigente de nuestro partido. Como ejemplo, hay que ver cómo están ya en la dinámica de manipular los procesos de elección de los candidatos de Morena en Coahuila e Hidalgo para las elecciones de 2021.

Si estás con AMLO, estás a favor de la encuesta abierta a militantes y al pueblo simpatizante.

Yo con AMLO.

Yo con Mario Delgado para presidente de Morena.

¡Sin duda alguna, Morena va!

Diputada Federal Coordinadora Temática de Economía del Grupo Parlamentario de Morena

https://www.facebook.com/angeleshuertadip/

@gelahuerta