El próximo 10 de agosto el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentará las estimaciones de pobreza multidimensional que realiza con base en la información recopilada en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del periodo 2021 y 2022.
Dicho informe nos evidenciará que tanto se ha cumplido o no el lema del presidente Andrés Manuel López Obrador de “Primero los pobres”, porque al menos en el último reporte de 2018-2019, lo que observamos es que aumentó tanto la población en condiciones de pobreza como la población en condiciones de pobreza extrema.
Me gustaría un poco explicar en qué consiste esta medición de Coneval, pues es un reporte indispensable para la creación de políticas públicas, ya que a través de este diagnóstico se puede contribuir a mejorar la dignidad y calidad de vida de las personas.
La medición multidimensional de la pobreza muestra si aumentaron o redujeron las carencias sociales a través de ocho indicadores: ingreso; rezago educativo; acceso a los servicios de salud; acceso a servicios de salud; acceso a la seguridad social; calidad y espacios de la vivienda; acceso a los servicios básicos de vivienda; acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, y grado de cohesión social.
Con base en estos indicadores, Coneval define cuántas personas se encuentran en pobreza multidimensional, que son aquellos que presentan al menos una de carencia social (salud, educación, seguridad social, vivienda, servicios dentro del hogar y alimentos) y cuyos ingresos son inferiores a la Línea de Bienestar Económico (el dinero que se necesita para adquirir la canasta alimentaria y de bienes y servicios).
El último informe indica que entre 2019 y 2020, los primeros dos años de gobierno de AMLO, 55.7 millones de personas se encontraban en situación de pobreza, esto representó 43.9% de la población y significó un aumento respecto de 2018 cuando el porcentaje fue de 41.9% y en 2016 fue de 43.2%.
Chiapas, Guerrero y Oaxaca se encuentran en los primeros lugares en casi todos los indicadores de carencias sociales. Recordemos que en el ENIGH 2022, estos estados son los que presentan los mayores niveles de desigualdad en el país.
Dentro de la población en situación de pobreza, Coneval clasifica a quienes están en pobreza extrema, esto quiere decir, aquellas cuyo ingreso total es insuficiente incluso para comprar la canasta básica alimentaria y que además tienen tres o más carencias sociales. “Es decir, las más pobres entre las pobres, que demandan atención prioritaria del Estado dadas sus mayores necesidades y condiciones de precariedad”, dice el propio Coneval.
El número de personas en pobreza extrema pasó de 8.7 millones en 2018 a 10.8 millones de personas en 2020, lo que representó 8.5% de la población y un aumento respecto de 2018 cuando el porcentaje fue de 7% y en 2016 de 7.2%.
La carencia que más padecieron los mexicanos en 2020 fue el acceso a los servicios de seguridad social, con un total de 66.2 millones; mientras que 35.7 millones carecieron del acceso a los servicios de salud y 28.6 millones no tuvieron acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
Lo que nos muestre Coneval el próximo jueves no solamente evidenciará los resultados de política social de la actual administración, sino también la tarea pendiente que dejará al siguiente gobierno, especialmente si son abanderados de la llamada Cuarta Transformación.
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