/ lunes 9 de septiembre de 2024

Des-Aforada / Frente al Poder

¿Qué papel juegan los medios de comunicación cuando la democracia de un país está en juego? ¿Cuál debe ser la respuesta del periodismo ante incesantes ataques por el hombre que gobierna un país? ¿Cómo mantener la ética ante la voraz demanda de información? y ¿cómo hacer rentable un periódico en esta era digital?

Estas preguntas pueden parecer del siglo pasado, sin embargo, siguen latentes y varias intentan ser resueltas por quienes apuestan por el oficio de informar y de mantener a la libertad de prensa como un cuarto poder en la desgastada democracia que seguimos practicando.

Una guía para no claudicar, no perder el piso y sobre todo para no perder las ganas e interés de buscar y contar la verdad, está el libro Frente el Poder de Martin Baron, quien expone los desafíos que enfrentó durante su paso como director del The Washington Post (2013-2021).

Este medio, que históricamente estuvo en manos de la familia Graham y posteriormente en la cartera del fundador de Amazon, Jeff Bezos, fue objeto de señalamientos y severas críticas del exmandatario republicano Donal Trump que denostaba la manera en cómo el Post cubría sus conferencias y cómo minimizaba sus supuestos logros, ¿le suena familiar?

Fue demasiada la presión a la que se enfrentaron los periodistas para realizar su trabajo, ante los constantes ataques del hombre más poderoso del mundo. Sin embargo, se mantuvieron al pie del cañón, manteniendo un alto rigor en sus investigaciones y con la firme convicción de solo informar la verdad, según el autor, quien también fue director de The Boston Globe, y reveló el encubrimiento de abusos sexuales por parte de la Iglesia Católica.

El Post fue uno de los medios que profundizó sobre la intromisión rusa en el proceso electoral estadounidense que le dio la victoria a Trump en 2016. No se detuvo. No sé si fue casualidad, pero el mismo día que Trump dijo que “los medios de comunicación son los enemigos de los americanos”, el Post lanzó un nuevo eslogan provocador "Democracy Dies in Darkness" (La democracia muere en la oscuridad).

En este libro, Baron también trata de mostrar las implicaciones de tener un dueño del tamaño de Bezos, quien al final, según la visión del autor, trata de respetar el trabajo de los periodistas y entender que un periódico vale más por su prestigio y no solamente por los innumerables clics.

Bajo su mando Baron buscó la manera de ver cómo el Post podía mantener su prestigio sin morir en el intento (financieramente) y estar a la par de su mayor rival The New York Times. Se abrió a las propuestas de un empresario que necesitaba entender por qué debía invertir y seguir manteniendo un medio de comunicación, especialmente el impreso.

No fue tarea fácil, porque al final, Baron no solo tuvo que lidiar con el desconocimiento de Bezos sobre los medios de comunicación, sino también con la arrogancia de ciertos colegas que creen que su método de informar es el único y el mejor. Pero al final logra cierto equilibrio que hoy mantienen al Post al frente.

Quise hablar de este libro porque no es nada alejado a lo que sucede en nuestro país. Tras seis años de largas mañaneras, de un ataque constante a la prensa y donde siguen muriendo periodistas por hacer su trabajo, es necesario recordar a los lectores que los medios de comunicación no son los enemigos y que deberíamos estar defendiendo más este oficio, sin que la vida se vaya en ello.

¿Qué papel juegan los medios de comunicación cuando la democracia de un país está en juego? ¿Cuál debe ser la respuesta del periodismo ante incesantes ataques por el hombre que gobierna un país? ¿Cómo mantener la ética ante la voraz demanda de información? y ¿cómo hacer rentable un periódico en esta era digital?

Estas preguntas pueden parecer del siglo pasado, sin embargo, siguen latentes y varias intentan ser resueltas por quienes apuestan por el oficio de informar y de mantener a la libertad de prensa como un cuarto poder en la desgastada democracia que seguimos practicando.

Una guía para no claudicar, no perder el piso y sobre todo para no perder las ganas e interés de buscar y contar la verdad, está el libro Frente el Poder de Martin Baron, quien expone los desafíos que enfrentó durante su paso como director del The Washington Post (2013-2021).

Este medio, que históricamente estuvo en manos de la familia Graham y posteriormente en la cartera del fundador de Amazon, Jeff Bezos, fue objeto de señalamientos y severas críticas del exmandatario republicano Donal Trump que denostaba la manera en cómo el Post cubría sus conferencias y cómo minimizaba sus supuestos logros, ¿le suena familiar?

Fue demasiada la presión a la que se enfrentaron los periodistas para realizar su trabajo, ante los constantes ataques del hombre más poderoso del mundo. Sin embargo, se mantuvieron al pie del cañón, manteniendo un alto rigor en sus investigaciones y con la firme convicción de solo informar la verdad, según el autor, quien también fue director de The Boston Globe, y reveló el encubrimiento de abusos sexuales por parte de la Iglesia Católica.

El Post fue uno de los medios que profundizó sobre la intromisión rusa en el proceso electoral estadounidense que le dio la victoria a Trump en 2016. No se detuvo. No sé si fue casualidad, pero el mismo día que Trump dijo que “los medios de comunicación son los enemigos de los americanos”, el Post lanzó un nuevo eslogan provocador "Democracy Dies in Darkness" (La democracia muere en la oscuridad).

En este libro, Baron también trata de mostrar las implicaciones de tener un dueño del tamaño de Bezos, quien al final, según la visión del autor, trata de respetar el trabajo de los periodistas y entender que un periódico vale más por su prestigio y no solamente por los innumerables clics.

Bajo su mando Baron buscó la manera de ver cómo el Post podía mantener su prestigio sin morir en el intento (financieramente) y estar a la par de su mayor rival The New York Times. Se abrió a las propuestas de un empresario que necesitaba entender por qué debía invertir y seguir manteniendo un medio de comunicación, especialmente el impreso.

No fue tarea fácil, porque al final, Baron no solo tuvo que lidiar con el desconocimiento de Bezos sobre los medios de comunicación, sino también con la arrogancia de ciertos colegas que creen que su método de informar es el único y el mejor. Pero al final logra cierto equilibrio que hoy mantienen al Post al frente.

Quise hablar de este libro porque no es nada alejado a lo que sucede en nuestro país. Tras seis años de largas mañaneras, de un ataque constante a la prensa y donde siguen muriendo periodistas por hacer su trabajo, es necesario recordar a los lectores que los medios de comunicación no son los enemigos y que deberíamos estar defendiendo más este oficio, sin que la vida se vaya en ello.