David Eduardo Vázquez Salguero
Presidente de El Colegio de San Luis.
Hace ya algunos años que la inteligencia artificial ha irrumpido en la vida científica nacional e internacional. Muchas son sus bondades en los ámbitos de la salud, la técnica, y en general el desarrollo de la tecnología de la que gozamos actualmente.
Sin embargo, el lanzamiento de los asistentes de información basados en Inteligencia Artificial tales como Chat GPT, Gemini de Google, Meta AI en Whatsapp y otros, desde hace unos pocos años y su uso generalizado, ha impactado la vida cotidiana de diversos sectores de la población que va desde niños que cursan educación básica, hasta el adulto mayor que requiere resolver alguna duda de la vida cotidiana, pasando por el conocimiento especializado o simple y sencillamente para generar cierto tipo de información útil a estudiantes de educación media y superior.
En el ámbito académico estos modelos de lenguaje para procesar y generar texto se han utilizado con mayor amplitud para realizar trabajos, tareas educativas e incluso para realizar análisis más especializados en el ámbito científico. Algunos analistas han planteado escenarios en los que el mundo profesional y laboral se va a transformar significativamente, de tal manera que algunos trabajos se volverán obsoletos y tenderán a desaparecer.
De acuerdo al Foro Económico Mundial, se prevé que un cuarto de las profesiones actuales van a cambiar en los próximos años gracias a las nuevas tendencias de automatización, lo cual implicará un profundo cambio social, económico y por supuesto, académico.
En 2020 se preveía que para 2025, alrededor de millones de puestos de trabajo podrían ser eliminados debido al cambio de tareas entre las personas las máquinas. A su vez se estimó que podrían surgir nuevos empleos, alrededor de 97 millones, pero que tendrán que ver con labores que desempeñen humanos, máquinas y algoritmos.
Es por ello que las Instituciones de Educación Superior y Centros Públicos de Investigación deberán poner especial atención a la redefinición de líneas de investigación y áreas de impacto social que tome en cuenta esos escenarios de cambio. Con esto, no quiero decir que necesariamente tengan que subirse a la ola o dejarse impactar por la vorágine del uso indiscriminado de la Inteligencia Artificial, por el contrario lo que sugiero es ser realistas en el sentido de que se trata de una tendencia particularmente creciente y que por lo tanto es necesario considerar aspectos que serán dignos de análisis e intervención. Por ejemplo, en un sentido general, llamaría a humanizar los procesos científico-tecnológico que involucren Inteligencia Artificial, por lo que será necesario realizar un análisis sobre buenas prácticas y establecer criterios éticos que por un lado nos permitan fortalecer nuestra libertad de pensamiento, de investigación y de expresión, pero a la vez establecer límites a la invasión de la privacidad, el uso de datos personales y establecer un compromiso con los criterios de verdad que pueden fortalecer a la ciencia y evitar la desinformación, la charlatanería, el plagio y la difamación.
Por otro lado, es importante considerar las diferentes temáticas que tienen resonancia global pero que a la vez tienen formas particulares de incrustarse y desarrollarse en los ámbitos
locales y regionales. Por ejemplo, hay tres grandes rubros que preocupan a la humanidad: la salud, la seguridad y el medio ambiente. Hay otros temas que se desprenden de los anteriores pero que tienen diversas ramificaciones de interés como pueden ser la construcción democrática, los derechos humanos, las comunidades de minorías, la reinterpretación y recuperación de las memorias, la riqueza biocultural, los sistemas socioecológicos, las violencias estructurales, los procesos de construcción de paz, las desigualdades y los géneros, la diversidad y la reestructura de las familias, la biotecnología, los sistemas políticos y económicos, entre otros.
El Informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial (2020) plantea que será necesario desarrollar 10 habilidades para el empleo, ellas son: Pensamiento crítico y resolución de problemas; Creatividad, originalidad e iniciativa; Inteligencia emocional; Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje; Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad; Pensamiento analítico e innovación; Liderazgo e influencia social; Diseño y programación de tecnología; Habilidades de comunicación; Flexibilidad y adaptabilidad.
Justo en la víspera de la revisión y el rediseño de la política científica nacional, abordar estos dos grandes aspectos -el replanteamiento de líneas de investigación y el uso de la inteligencia artificial en las ciencias sociales y las humanidades- constituyen dos de los desafíos científicos que considero es necesario poner en la mesa para fortalecer el bienestar de la sociedad desde la ciencia.
No es que no se haya hecho o no se esté haciendo, pero es necesario que el tema sea colocado como una de las prioridades a tomar en cuenta en los próximos años de manera sistémica y con grandes alcances. En particular, los Centros Públicos de Investigación (CPIs) CONAHCYT que se dedican al estudio de las Ciencias Sociales y las Humanidades, junto con las universidades e institutos de investigación que hay en las entidades federativas, tienen mucho que aportar. La capacidad de penetración de los CPIs en las diferentes regiones del país, su vinculación estrecha y prolongada con comunidades, organizaciones de la sociedad civil, y sectores sociales, les dota de un acervo de conocimiento particular que es necesario al momento de diseñar estrategias de intervención. Su capacidad de diálogo intercultural y multisectorial les provee de información sobre las políticas públicas, necesidades, problemáticas, y tendencias en el sector productivo para analizar contextos generales vinculados con los locales, a fin de proponer escenarios para el futuro. En suma, los Centros Públicos de Investigación CONAHCYT, pueden y deben contribuir al diseño de la agenda científica de los próximos años.
Enlaces:
Semblanza de Dr. David Vázquez Salguero
Doctor en Historia (UNAM) y actual Presidente de El Colegio de San Luis
Líneas de Investigación
- Estudios del Territorio (DCS)
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- Historia interdisciplinaria (PHIS)
Proyectos de Investigación en curso
- Integración de un sistema de informacion para la proteccion y difusion del patrimonio documental del estado de San Luis Potosí.
- Políticas de crecimiento y desarrollo en San Luis Potosí, 1821-2021.