El último reporte de la minuta sobre la decisión de política monetaria del Banco de México (Banxico) generó comentarios de que la institución económica más prestigiosa de este país estaba casi que secuestrada por el régimen de la Cuarta Transformación.
La decisión de reducir la tasa de referencia de 11% a 10.75% por los votos de la gobernadora y dos subgobernadores, elegidos por la actual administración, sorprendió al consenso del mercado, que esperaban se mantuviera igual por el lento retroceso de la inflación.
Algunos analistas y economistas pusieron en duda la autonomía del banco central y la credibilidad en sus proyecciones para regresar a la inflación meta de 3 +/- un punto porcentual. Casi exigían que Banxico no debía empezar a reducir su "postura restrictiva", aunque esto también puede ser un freno para la inversión.
Quizá yo exagere, pero cuando pienso que Banxico debe ser autónomo, no sólo lo vinculo a la independencia del gobierno, sino también del mercado. Me parece necesaria y enriquecedora que existan posturas diferentes en una institución del calibre del banco central. Pero ¿qué es más eficiente: la pluralidad o la hemogeneidad?
Estábamos acostumbrados a ver una junta de gobierno de muchos hombres y la mayoría con la misma postura económica.
El 14 de noviembre de 2018 fue la última reunión de la junta de gobierno de Banxico en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Los cinco miembros votaron a favor de subir la tasa. Cuatro votaron por elevar 25 puntos la y uno votó para que subiera 50 puntos. La tasa de referencia quedó en 8%.
La junta estaba conformada por Alejandro Díaz de León como gobernador de Banxico. Economista egresado del ITAM, posgrado en Yale. Manuel Ramos Francia, economista del ITAM y también con estudios en Yael. Javier Guzmán Calafell, subgobernador economista egresado de la UNAM, realizó estudios en la Universidad de Lovaina y en la Universidad de Yale. También se integró Irene Espinosa, economista del ITAM y la primera mujer en ser parte de esta prestigiosa mesa en 24 años de autonomía del banco.
Todos siguen siendo economistas destacados y reconocidos.
En ese entonces, en las juntas de Banxico, también asistieron el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, economista e ingeniero del MIT; y el subsecretario de la dependencia, Miguel Messmacher, economista del ITAM y con estudios en Harvard.
¿Aquí la junta de gobierno no estaba pintada del tricolor del partido del presidente? ¿Cuáles fueron los beneficios o consecuencia de tener una junta de gobierno poco plural en dicho sexenio?
Actualmente, la junta de gobierno está conformadoa por la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, economista por el Instituto Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y con maestría en El Colegio de México. La subgobernadora Galia Borja es matemática por la UNAM y con maestría en matemáticas aplicadas en The State University of New York. También está Irene Espinosa que concluirá este año su mandato. Y finalmente están los subgobernadores Omar Mejía, economista por la UNAM, y Jonathan Heath, economista de la Universidad Anáhuac, y es el único de esta junta con doctorado en Economía.
Se percibe una junta de gobierno más diversificada. A casi nadie le gustan los cambios. Pero creo que cabe el beneficio de la duda, pues tanto los que han conformado y los que hoy están al frente de esta junta de gobierno, lo han hecho respetando el único mandato del banco central que es preservar el poder adquisitivo de los mexicanos.
Quizá sus decisiones nos la veamos tan inmediatamente, pero como en todo, el tiempo y la historia les darán la razón... o no.