Desaforada / Las tres propuestas de Irene Espinosa

México es un país de desigualdades, especialmente cuando se pone la lupa del género en el mercado laboral. En diversos estudios y rigurosos análisis se ha identificado cómo las mexicanas se enfrentan a obstáculos para acceder al empleo formal, a mejores salarios y a ocupar puestos de liderazgo.

En el libro México en la encrucijada. Los retos económicos del país al que aspiramos, Irene Espinosa, subgobernadora del Banco de México (Banxico) menciona en el capítulo 7, Mujer y economía: recomendaciones para una participación plena, las barreras que siguen impidiendo que las mujeres tengan la batuta en el mundo corporativo, pues solo 1% de 184 empresas listadas en las bolsas de valores, tienen a profesionistas en posiciones directivas, en tanto que 45 de las 184 firmas no cuenta con ninguna mujer en sus consejos.
Esto se debe, según Espinosa, por barreras formales y barreras informales. Las primeras son las que tienen que ver con normas institucionales que inhiben el acceso de las mujeres al campo laboral como las largas jornadas laborales, la cultura presencial en las oficinas, las políticas de ascenso o promoción basadas en antigüedad y la falta de un sistema de cuidados.
Las barreras informales que son "las más arraigadas y difíciles de erradicar" tienen que ver con la idiosincrasia, costumbres y pautas culturales como los roles preasignados y estereotipados por género.
Espinosa, que fue la primera mujer en formar parte de la junta de gobierno de Banxico, agregó que otro problema es que a las mujeres no se les enseña a seleccionar carreras de mayor remuneración ni a crear redes de apoyo, lo que las pone en desventaja para su acceso y ascenso en puestos de liderazgo.
Ante ello, la economista por el ITAM, expone tres propuestas:

-Contar con un sistema integral de cuidados que cubra las necesidades desde la primera infancia hasta la adultez, incluyendo a personas con capacidades diferentes. Este sistema tendría un costo de 1.16% del PIB, refiere Espinosa con datos de la Cepal.

-Implementar en las empresas un cambio de cultura que valore y reconozca la diversidad y el talento femenino. La economista indica que, si se reduce la brecha laboral y salarial, el ingreso de las mujeres podría subir hasta 76% a nivel mundial.

-Promover herramientas a las niñas y adolescentes para enfrentar obstáculos de discriminación y segregación. Acercar a las mujeres a carreras en las que puedan reconocer sus habilidades y costear su talento.

Las propuestas de Irene Espinosa son relevantes porque abonan y permiten mejorar el camino para millones de mexicanas. Se han hecho cambios, pero no han sido los suficientes y que hoy la subgobernadora plantee soluciones de este tipo, debería ser atendidas por quien gobierna el país.

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