"Están en todos lados", me dijo recientemente una conocida sobre la presencia de elementos de la Guardia Nacional en la ruta que realiza el Tren Maya desde Mérida, Yucatán. "Cuidan el aeropuerto, el parque y la estación de autobuses", agregó.
Le pregunté si se sentía segura y respondió: "Es raro. Segura no. Es una sensación de sospecha. Están ahí, pero no sabes bien para qué". ¿A eso vamos a tener que acostumbrarnos en los siguientes años?
Antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se retire, debería explicar o aclarar por qué dio tanto empoderamiento al Ejército y porqué se contradijo de lo que antes pregonaba en contra de las Fuerzas Armadas cuando Felipe Calderón intentó derrocar al crimen organizado poniendo en la calle a los militares.
La semana pasada, el Congreso de la Unión aprobó una reforma constitucional que permite incorporar a la Guardia Nacional en la Sedena, con lo que los militares podrán tener funciones de lo que hacían antes los policías, incluso, intervenir en investigaciones asignadas a los Ministerior Públicos. La Guardia Nacional estará conformada principalmente de personas de origen militar con formación policial.
Pero hasta ahí no se limitan sus funciones, a lo largo de este sexenio hemos visto cómo los militares ahora también construyen y administran aeropuertos (AIFA), están a cargo de proyectos insignia como el Tren Maya y resguardan los Polos del Bienestar por donde pasará el Corredor Interoceánico.
También reciben más presupuesto. En 2020, cuando se creó la Guardia Nacional su presupuesto estaba asignado en el ramo 36 de Seguridad y Protección Ciudadana con un monto de 3,842 millones de pesos. Posteriormente, en 2023, su presupuesto repuntó a 67,826.7 millones de pesos, es decir, fue 17.6 veces mayor. Para este año, es de 71,075 millones de pesos.
Ahora, sí este último presupuesto se suma al de la Sedena, hablamos que del erario se estarán destinando más de 330,500 millones de pesos.
Del número de personas contratadas que muestra la Secretaría de Hacienda, se observa que en 2024 eran 37,478 elementos. El comandante de la Guardia Nacional tiene asignado un salario por 2 millones 684,941 pesos al año, un ingreso que no está tan alejado del ingreso que percibe el presidente AMLO por 2 millones 764,017 pesos.
En el caso de la Sedena, la plantilla registrada ascendió en 2024 a 294,080 elementos. Aquí el General de División principal percibe un ingreso más cercano al del presidente de 2 millones 715,892 pesos al año.
Para el próximo Paquete Económico que se entregue el 15 de noviembre pondremos la lupa sobre cómo se harán estos cambios de estructura y ver qué tanto de los ingresos se destinará sólo a seguir fortaleciendo a las fuerzas armadas.
Es lamentable ver cómo el Ejército se expande como lahumedad, el tiempo nos dirá qué tan dañina será o qué creces dejará la estrategia de AMLO, que de momento, parece fallida, pues solo hay que asomarse al miedo e incertidumbre que se vive en Sinaloa.